Álvaro Aragón Ayala
Hundido en el desprestigio social y político por las acusaciones de acoso, hostigamiento, pornografía y violencia de género, el candidato de Morena/Rubén Rocha Moya al Senado de la República, Enrique Inzunza Cázarez, etiquetado como “un viejo cochino”, «un depravado” y una “persona asquerosa”, se mimetizó con el añejo discurso de odio de María Teresa Guerra Ochoa -La Tere-, y de Marco Antonio Medrano Palazuelos, contra la Universidad Autónoma de Sinaloa y el Partido Sinaloense como un mecanismo psicótico de autoconservación política-electoral.
Inzunza Cázarez, con todo y la protección que le brinda el gobernador Rubén Rocha, atraviesa por una fuerte presión psicológica que lo mantienen al borde de la locura. Es víctima de paranoia. Sufre oscilantes delirios. Exacto: registra una enfermedad mental. No puede ocultar esa patología. Las denuncias de delitos de tipo sexual que le enderezó, en tres instancias judiciales, la Jueza Ana Karina Aragón Cutiño y el video que circula por las redes digitales, sin marca registrada, en el que se le observa masturbándose, destruyeron toda su reputación. Lo desnudaron.
A Enrique Inzunza le urge entonces limpiar su imagen y escogió -aquí es dónde encaja el mecanismo psicótico de autoconservación-, a la UAS y el PAS, para desacreditarlos, creyendo que con atacarlos será suficiente para higienizarse y sacudirse las demandas penales que obran en su contra. Pero los cálculos son errados. Los líderes de la Universidad le respondieron con meridiana precisión: “estamos enfrentando a un enfermo mental”, dijo Jesús Madueña Molina. El fundador del PAS, Héctor Melesio Cuén sostuvo que Enrique Inzunza y Rubén Rocha trazaron una elección de Estado para atentar contra los derechos políticos de más de 166 mil afiliados a este partido.
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Integrantes de la “corriente rochista”, Tere Guerra y Medrano Palazuelos, por allá en el 2012, año en que se fundó el Partido Sinaloense, inventaron la mafufada de que el partido era sostenido con recursos de la Universidad Autónoma de Sinaloa, sin aportar ninguna prueba. Con ese sonsonete han intentado desacreditar a la UAS y sus directivos y al dirigente del PAS, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Tere Guerra, opositora al grupo que dirige actualmente a la UAS porque no se le “certificó” como “investigadora” de Conacyt, y Marco Antonio Medrano, dolido porque nunca consolidó su sueño de convertirse en dirigente del SUNTUAS-Administrativo, cumplirán en agosto 12 años de mantener esa narrativa, pero nunca han exhibido documentos que avalen su versión. La carta de presentación de estos dos personajes es el odio que destilan contra las autoridades de la Universidad y contra Cuén Ojeda.
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El mecanismo de mimetización es un fenómeno psicopatológico de la manifestación de un conflicto que tiene lugar en el vínculo, consciente o inconsciente, del yo y, por consiguiente, ofrece perfiles identificatorios; permite que el yo se libere de cierto número de trabas que al yo le harían imposible o muy difícil para concretizar los deseos que permitan alcanzar el goce personal. El mimetizarse ayuda a no derrumbarse y así tener un alucinado proyecto propio.
En su demencial ruta, a Enrique Inzunza le urgía un discurso que lo sacara del otro discurso, atacar a alguien para desviar la atención de las acusaciones sexuales en su contra para no fallecer en el escenario político. Se mimetizó entonces con la oratoria de Tere Guerra y Marco Antonio Medrano, despersonalizándose, imitado a estos dos personajes llenos de amargura y deseos de venganza, rayando, al igual que ellos, en la locura.
Sin embargo, la mimetización y el discurso de odio de Enrique Inzunza no lo salva de nada: Paola Garate, dirigente estatal del PRI, sigue sosteniendo que el candidato de Morena/Rubén Rocha “es una asquerosidad de persona” que no merece ni un solo voto de la sociedad sinaloenses. “Tarde que temprano la justicia tiene que caer sobre este personaje”, protegido de Rubén Rocha, dice.
Paloma Sánchez, candidata al Senado de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, continúa declarando que Enrique Inzunza “es un viejo cochino” que no merece participar en la contienda electoral y mucho menos representar a los sinaloenses en el Senado de la República. Y para la Jueza Ana Karina Aragón es “un depravado”.
