Álvaro Aragón Ayala
“En México tenemos muchas situaciones que se tienen que dar o corregir; traemos un peso sobrevaluado, una inflación oficial que no cede, una economía estancada y, para colmo, regresamos a los problemas de los años ochenta que ya se habían superado. Vuelven los ‘apagones’ de luz, de energía y hay que retornar a comprar veladoras”, sostuvo Héctor Cárdenas Rodríguez, delegado en Sinaloa de la Asociación Nacional de Centros Cambiarios y Transmisores de Dinero.
Estableció al gobierno federal se le advirtió sobre los problemas de energía eléctrica y no atendió el llamado. “Hoy ya tenemos las consecuencias: en 15 Estados ya están sufriendo los ‘apagones’ dadas las altas olas de calor. Esto no estuviera pasando si no se hubiera puesto la restricción a la iniciativa privada para que su intervención en electricidad no pasara del 47 por ciento que el país consume; no se registraran los ‘cortes” en el suministro de electricidad si se hubiera permitido instalar los abanicos eólicos, a los que el gobierno dijo ‘no porque se verían muy feos’”.
“No hubiera ‘apagones’ si no cancelan hace 5 años los proyectos de líneas de trasmisión de energía que se tenían para el Norte y Sur del país; eran desde Mexicali y Baja california hasta Cuernavaca, Oaxaca y otros. Los cancelaron. En los años ochentas, estos problemas se resolvieron permitiendo a los particulares intervenir en el sector eléctrico, ya que éstos si cuentan con los recursos necesarios para invertir”, puntualizó.
Héctor Cárdenas consideró que “estas ocurrencias y otras innumerables, la farmaciotota y más, son las que nos tienen en retroceso económico y sin ninguna oportunidad de salir del estancamiento que cada vez es mayor. Banxico en su junta no bajó el tipo de interés, lo que no permite que la inflación baje, y tampoco lo hizo para evitar una salida de capitales que le depreciarían el ‘superpeso’ y esto no les conviene en tiempo de elecciones; ya pasando éstas, otro gallo nos cantará”.
Explicó que las tasas de interés se podrían haber bajado hasta un 10 por ciento sin mayores consecuencias; relativamente la inflación no anda muy alta, está en 4.65, y una disminución a los intereses sí le ayudaría a bajar algo. “Con el 11 por ciento que estamos pagando ahorita, podríamos pedir prestado en Suiza, en China con el yuan, en euros, y otros, ponerlos en inversiones aquí, y con éstos pagar el crédito allá y todavía quedarnos con ganancia”, indicó.
“Y no ha subido más la inflación gracias al ‘superpeso’ que está permitiendo importar mercancía barata, pero por el lado de las exportaciones se están dejando de recibir los ingresos que antes se tenían, y es lo que nos deja un grave déficit fiscal. No ganamos una. Factores climatológicos también interfieren en la inflación ya que con la sequía se escasean los productos y cuestan más, y también, para colmo, sufrimos las crecidas extorsiones y los cobros de piso que a final de cuentas recaen en el consumidor”, señaló.
Estimó que “el sector de servicios no baja su inflación de 5 por ciento, y éstos abarcan un 65 por ciento de la economía, más las colegiaturas que cada vez suben más. Estos aumentos se derivan principalmente de los aumentos salariales mayores a la inflación. Las consultas o servicios de profesionistas y demás, de médicos, dentistas, contadores, abogados, plomeros, carpinteros, estilistas, etc. solo suben sus precios, pero nunca los bajan. Sube el petróleo y la gasolina sube, pero baja el petróleo y la gasolina ya no baja”.
“Todos estos factores derivados de las ocurrencias del sexenio no nos permitirán crecer ni siquiera un 1 por ciento, y en cifras oficiales. Pemex y CFE son casos perdidos, se les tienen que subsidiar para que paguen los intereses de sus deudas; se les condonan impuestos para que no salgan con número rojos. En general, en el país, si nos vamos a cifras reales, caemos en números rojos que nos corroboran un sexenio completamente perdido”, finalizó.
