Las remesas brindan una mirada al sueño americano de las mujeres migrantes de origen mexicano

Gabriel Nava

Las mujeres mexicanas que emigran a Estados Unidos cuentan con la capacidad de aportar, gracias al trabajo que realizan, una parte significativa de las remesas que llegan al país; una muestra del espacio que, a punta de esfuerzo, ellas se han generado dentro de la considerada economía más grande del mundo.

Existe la creencia de que ir a buscar una mejor calidad de vida y oportunidades a otro país es una situación exclusiva de los hombres, sin embargo, no resulta así, ya que millones de mexicanas han tenido que enfrentar las hostilidad e incertidumbre que caracteriza cruzar la frontera norte de forma ilegal para poder obtener un ingreso que permita a sus familias un futuro mejor.

Prueba de ello es que, tres de cada 10 remesas que llegan desde Estados Unidos hacia el país son enviadas por mujeres de origen mexicano, de acuerdo con el estudio “La emigración mexicana femenina, el ingreso por remesas y la inclusión financiera”, desarrollado por el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) y Banorte.

Al respecto, destaca el hecho de que el centro de investigación y la institución financiera han logrado identificar dicha tendencia a partir de una muestra que comprendió 9 millones 778 mil 702 envíos de remesas electrónicas a México que se realizaron entre 2021 y 2022 y que tuvieron como procedencia, en nueve de cada 10 envíos, a Estados Unidos.

“En la última década aumentó ligeramente la participación de las mujeres tanto en el empleo de dichos trabajadores inmigrantes como en su masa salarial. La mayor participación de las mujeres en el empleo que en la masa salarial refleja tanto un diferencial de remuneraciones medias entre hombres y mujeres realizando las mismas actividades, como una composición sectorial del empleo de las mujeres con mayor presencia en ocupaciones con menores remuneraciones medias, particularmente en algunas actividades de servicios. Asimismo, también responde como el porcentaje de mujeres en ocupaciones de tiempo parcial supera al de los hombres”, se lee en la investigación.

Además, pese a que el sector de la población inmigrante femenina de origen mexicano no figura con una gran participación dentro de la fuerza de trabajo de mujeres en Estados Unidos, pues grupos como el resto de mujeres inmigrantes latinoamericanas o las propias estadounidenses tienen mayor presencia, lo anterior no impide que más de dos millones y medio de mexicanas puedan generar envíos mayores a los 500 dólares para sus seres queridos en el país, tal como lo expone la información proporcionada por Banorte.

¿Cómo viven, y se benefician del sueño americano las mujeres migrantes mexicanas?

Radicar y laborar dentro de una nación diferente a la del país de origen plantea diversos retos y limitantes para el desarrollo humano a quienes, por necesidad o ante la falta de oportunidades,  deciden hacerlo, sin embargo, por encima de las conductas racistas y las adversidades, existen diversos beneficios que las mujeres mexicanas migrantes han logrado encontrar al emprender un proyecto tan complejo.

Por ejemplo, las oportunidades escolares de licenciatura y posgrado han sido mayores para las mujeres en comparación a las que los hombres migrantes mexicanos han podido alcanzar, además de que el ingreso laboral que han conseguido las mexicanas que logran llegar a Estados Unidos es mayor a lo que podrían conseguir en el mercado laboral nacional.

“La tendencia general es que el porcentaje de migrantes mexicanos en situación de pobreza ha ido disminuyendo de manera significativa, además de que, como el grupo migratorio mexicano no ha aumentado en tamaño, su masa salarial ha aumentado porque se han incrementado la remuneración media, logrando un avance superior al del caso mexicano”, destaca Jesús Cervantes, director de estadísticas económicas del CEMLA.

La migración y las remesas, un tema complejo ante sus beneficios y sus consecuencias

Pese a los beneficios que las mujeres migrantes mexicanas han logrado conseguir en Estados Unidos, las adversidades al decidir tomar ese camino de vida persisten, pues dicha decisión implica una modificación total de su proyecto de vida que queda en vilo ante la incertidumbre que implica trasladarse de forma no legal a territorio estadounidense, consolidarse dentro de comunidades y mercados laborales donde la xenofobia abunda, además de lograr, con una educación menor al promedio de las y los competidores de esos puestos de trabajo, conseguir algún empleo.

A pesar del escenario descrito con anterioridad, México figura como el segundo país que mayor cantidad de remesas recibe, solo por detrás de India; en un contexto donde en el último año se captaron más de 63 mil millones de dólares por concepto de ese tipo de envíos económicos, dato que visibiliza una dinámica que se ha convertido en un pilar del ingreso de millones de familias mexicanas, pero que guarda en su interior una serie de decisiones complejas que, incluso, pueden llegar a costar la vida.

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