Cambió el escenario político en Sinaloa

Antonio Quevedo Susunaga

El escenario político para Sinaloa después de la elección del 2024 cambió radicalmente, primero porque hay un sinaloense en el gabinete de la doctora Claudia Sheinbaum, que es Julios Berdegué Sacristán, que por su sola formación profesional rebasa cualquier comparación estatal y genera expectativas.

El esquema político en el que se asienta la estructura política estatal quedó rebasado con el esquema con la sola figura de Berdegué, sin incluir aún a Jesús María Tarriba Unger, esposo de la presidenta electa.

En Sinaloa, no hay que ser un experto para determinar que el gobierno de Rubén Rocha Moya no es malo, sino pésimo, si lo comparamos con los anteriores gobiernos y la muestra es que está gobernando sin tener un plan de desarrollo en el ámbito agrícola, pesquero y turístico, que podemos decir que son los tres pilares económicos de Sinaloa.

La gente sabe que este gobierno no tiene rumbo, un gobernante que no es confiable, que sus relaciones de poder en el estado son muy cuestionables, por su trato con la competencia política o la oposición ha caído en extremos de violencia y persecución hasta llegar a nivel indignante de irse en contra de las familias.

En este pleito absurdo el presidente Andrés Manuel López Obrador no lo resolvió y se concretó a decir que el gobierno de “Rocha es bueno”, pero en el caso de Claudia, su visión y la información que tiene no coincide en este caso con López Obrador, la visión que tiene del proceder del maestro Rocha es otra.

La doctora Claudia no está de acuerdo con la actitud soberbia y prepotente con la que está actuando el gobernador contra sus adversarios políticos, Guillermo Benítez, Jesús Estrada Ferreiro, Héctor Melesio Cuén Ojeda, éstos tres aspirantes a gobernar Sinaloa, como tampoco como ha establecido su relación con la Universidad Autónoma de Sinaloa, su persecución contra el doctor Jesús Madueña, que sin haber elementos lo quiere meter a la cárcel, acusando también al rector Juan Eulogio Guerra Liera de manotear el presupuesto.

El asunto es más grave, cuando se han filtrado informaciones que, desde la secretaría de gobierno, ahora intentan hacer con Madueña y Robespierre Lizárraga, de meterse con sus familias, como lo están haciendo con Héctor Melesio Cuén, asunto que ha trascendido y lo que puede cambiar la respuesta de la Universidad y del nuevo gobierno, de la doctora Claudia Sheinbaum, aunque en Sinaloa se advierte que hay “poderoso gobierno”, este no se manda solo.

La realidad política es diferente después de la elección del 2024, hay una presidenta de México, plantea hacer un gobierno diferente en sus relaciones internas y externas, y en Sinaloa, aunque hayan ganado senadores y diputados Morena, no les dan derecho a usar ese nuevo poder contra las personas por “supuestos”, sin haber pruebas que lo comprueben.

Y se presume que hay la intención desde la secretaría de gobierno, usar el poder por encima de la razón, deberán atenerse a las consecuencias políticas o acciones de respuesta que puedan tener. La propuesta más sensata fue la de López Obrador, llegar a un arreglo, dado que los motivos que mueven el pleito, tienen un fondo político.

Y el gobernador Rubén Rocha debe saber que no está sólo, que la 4T y Morena, tiene gente con capacidad de superar los esquemas locales y que no estarán expuestos a los caprichos de un gobernante.

La visión política después de la elección ha cambiado, creo que Enrique Inzunza, debe arreglar el desaseo político que arrastra, Imelda Castro a dejar de simular y ponerse a trabajar por los sinaloenses, debido a que sus esquemas quedaron rebasados.

Es indiscutible que el pensamiento político debe estar dirigido a qué hacer por Sinaloa.

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