Las rojeces, marcas de acné o manchas ocasionadas por el sol son muchas veces una realidad que no podemos evitar pero de las que sí podemos olvidarnos por un momento ¡gracias al maquillaje! Así que si todavía no has podido lograr tu cometido con tu rutina de makeup es porque quizás no has sabido utilizarlo de la manera correcta, pero no te preocupes, esto está a punto de cambiar…
¿La receta secreta? ¡utilizar pre correctores!, es decir, correctores de colores que ayuden a neutralizar los tonos y por lo tanto a que el maquillaje se fusione con la piel de una manera mucho más óptima.
Entonces una vez que hayas puesto el primer, debes ir puntualmente a cada imperfección que quieras corregir, dando ligeros toquecitos con el dedo para difuminar, aunque si lo prefieres, también puedes hacerlo con una brocha especial para corrector.
Ahora hablemos de los colores: si tu mancha es roja, debes utilizar un pre corrector de color verde, si tienes imperfecciones en tonos azulados utiliza un pre corrector naranja, en el caso de manchas oscuras o paño, te recomendamos que utilices un pre corrector amarillo.
También es importante recordarte que después de esto sí debes aplicar un corrector que sea del tono de tu piel y en las ojeras otro que sea un tono más abajo.
Posteriormente pon una base que se pierda completamente en tu piel, comienza de arriba hacia abajo y del centro hacia los lados. Por último pule tu makeup con una brocha de fibra óptica o una esponjita, de esta forma podrás lograr una piel súper unificada, lisa y tersa, y obviamente, lo mejor de todo es que las manchas ¡ya no se verán!
Publicado en prodigy.msn.com
