Juan Pablo Reyes
En una inédita resolución, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que aquéllos papás de niños nacidos por inseminación artificial tienen las mismas responsabilidades y derechos que los padres biológicos o adoptivos.
Por tanto, a propuesta de la ministra Norma Piña, misma que sigue el caso de los vientres de alquiler, la Primera Sala detalló que el reconocimiento de los hijos producto de métodos de reproducción asistida es irrevocable e independientemente del derecho del menor a conocer su origen biológico.
La filiación no se determina por la verdad biológica, sino por la voluntad expresada por ambos cónyuges para someterse a un proceso de inseminación artificial heteróloga, lo que acarrea una filiación indisoluble entre el niño producto de ese tratamiento y el cónyuge varón que asumió esa paternidad”, puntualizó Piña Hernández.
La integrante de la Corte mencionó que cuando en pareja se accede a la procreación a través de una inseminación artificial el aspecto biológico se ve disminuido ante la voluntad asumida por los cónyuges y, desde luego, esta voluntad cobra mayor relevancia jurídica en el contexto reforzado de la protección del interés superior del menor.
Incluso, la ministra Norma Piña criticó la falta de regulación específica en cuanto a la forma en cómo se debe expresar esa voluntad y, por tanto, para otorgar el consentimiento para iniciar un proceso de inseminación artificial.
Publicado en Exceslsior
