México, el país sin certeza poblacional

Olimpia Ávila

Las cifras que diferentes organismos manejan dejan ver que existen más adultos en el padrón electoral que mayores de edad en México. Sin embargo, ni el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ni el Consejo Nacional de Población (Conapo) o el INE tienen un recuento exacto de cuántos mexicanos mayores de 18 años existen en el país.

Al 10 de noviembre de 2017, el INE, en el Padrón Electoral tiene registradas a 88 millones 811 mil 989 personas. De éstas, 46 millones 20 mil 578 (51.82%) son mujeres y 42 millones 791 mil 411 (48.18%) son hombres.

En dicho padrón se encuentran todos los ciudadanos mexicanos que solicitaron su inscripción al mismo, aunque aún no tengan su credencial para votar. Quedan fuera del recuento del INE quienes nunca han tramitado su credencial de elector.

La cifra del INE rebasa por más de dos millones la de la Encuesta Intercensal 2015, pues el Inegi estimaba una población mayor de 15 años de 86 millones 692 mil 424, que, para 2018, se convertirá el número de mayores de edad en el país.

De este número, 41 millones 414 mil 339 serían hombres y 45 millones 278 mil 85 mujeres, 47.77% y 52.23%, respectivamente.

No obstante, la encuesta no define exactamente el número de mayores de 18 años, ya que es un ejercicio estadístico que arroja datos aproximados y considera a toda la población del país, no sólo a los de nacionalidad mexicana, que son los que pueden participar en los comicios.

La Encuesta Intercensal 2015 incluyó a seis millones 133 mil 946 viviendas en 84 municipios del país. El levantamiento de la información duró 25 días, del 2 al 27 de marzo de 2015.

En tanto, para 2018, el Conapo tiene una estimación poblacional mayor de 20 años de 80 millones 440 mil 643, de los cuales 38 millones 201 mil 342 (47.5%) serían hombres y 42 millones 239 mil 301 mujeres (52.5 por ciento).

Debido al tipo de proyecciones no se puede conocer exactamente la población mayor de edad que estima el Conapo, puesto que realiza un ejercicio estadístico basado en los datos del Censo de Población y Vivienda 2010, con información de los censos de 1990 y 2000, así como de los conteos de población de 1995 y 2005. Además, presenta la información en grupos quinquenales de edad.

SIN DUPLICADOS
Del 7 de julio de 2003 al 10 de noviembre de 2017, el INE han registrado siete millones 394 mil 496 bajas en el Padrón Electoral por defunción y 739 mil 84 por suspensión de derechos, dos millones 216 mil 942 por registros duplicados y un millón 849 mil 307 por cancelación del trámite.

De acuerdo con el INE, la Dirección Ejecutiva del Registro Federal de Electores es la encargada de “la permanente actualización y depuración del Padrón Electoral y de la Lista Nominal de Electores, a fin de garantizar que sólo se encuentren contenidos los registros de los ciudadanos mexicanos que cumplan con los requisitos establecidos en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe)”.

Dicha instancia atiende las notificaciones de defunción que emite el Registro Civil, determina su correspondencia con los registros contenidos en el Padrón Electoral, solicita la exclusión de los registros identificados y notifica las bajas aplicadas a los órganos de vigilancia respectivos. También da de baja a aquellos que pierden su derechos políticos por alguna resolución judicial, o reintegra en el listado a quienes los recuperan, luego de recibir la notificación de los jueces respectivos.

Al verificar Excélsior el estatus en el Padrón electoral de personas fallecidas, con su credencial de elector, pudo constatar que éstas son dadas de baja sin necesidad de que los deudos realicen trámite alguno ante las autoridades electorales.

Al realizar el ejercicio, el sistema de consulta del INE arrojó la siguiente información: “No está vigente como medio de identificación y no puedes votar. Por defunción, este registro fue dado de baja del Padrón Electoral y excluido de la Lista Nominal de Electores (fundamento legal)”.

Cuando se consulta el estatus de una persona con credencial electoral vigente, la leyenda que aparece en el sistema es “tus datos se encuentran en el Padrón Electoral y también en la Lista Nominal de Electores”, seguida de hasta cuándo tendrá validez el registro.

INVISIBLE PARA EL ESTADO
Enrique Zúñiga tiene 32 años y si no fuera porque tiene acta de nacimiento, no existiría ante el Estado.

Año con año escuchó las campañas en el que llaman a los jóvenes a darse de alta ante el Instituto Nacional Electoral (INE), sin embargo, hasta la fecha no ha acudido a realizar el trámite.

No lo veo como una necesidad básica. No accedo a créditos bancarios, por lo que no vivo presionado por pagar. Tampoco he tenido necesidad de viajar, entonces no requiero un pasaporte. Y no tengo automóvil, porque esta ciudad es un caos, por tanto, no tengo licencia, pero sí sé conducir”, vacila.

Su mundo no gira en oficinas, tiene su propio negocio, junto con uno de sus familiares, éste último recibe y da facturas, en caso de ser necesario.

Sin embargo, su vida no es menos normal que la de alguien que tiene una credencial de elector, pasaporte y licencia de conducir.

En entrevista, lo único que llega a lamentar es que, al no tener una identificación, le sea difícil acceder a algunos servicios, como el de salud.

Asimismo, reconoce que uno de los motivos que le harían cambiar de parecer es si en algún momento decide casarse, ya que le gustaría dar certidumbre jurídica a su unión y, posteriormente, buscar seguridad social.

Enrique carga con una credencial que lo acredita como socio de su negocio de venta de productos para veterinarias sólo para que, en caso de necesitarse, sepan quién es, su tipo de sangre, alergias, dirección, entre otros datos.

Publicad en Excélsior

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