Inclusión laboral de personas con discapacidades: el gran reto del mundo empresarial

Erik Jenaro

Cuando una persona con discapacidad se queda sin trabajo o decide por primera vez buscar trabajo, se encuentra con una realidad poco favorable. En esta caso, la persona debería tener las mismas oportunidades para continuar su crecimiento personal que una persona sin discapacidad.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluso en países de ingresos altos, entre el 20% y 40% de las personas con discapacidad no suelen ver satisfechas sus necesidades de asistencia con relación a las actividades que realizan.

Las personas comenzarán a dejar su currículum en todas partes donde vean viable una opción de contratación y donde tristemente le será dada la misma fría respuesta que a todos los colaboradores en busca de una oportunidad: “nosotros te llamamos”. Esta (falta de) respuesta por parte de las empresas se debe a una ausencia de políticas de inclusión o por no contar con espacios aptos para cubrir las necesidades de estos candidatos.

Sentido de pertenencia y orgullo
La OMS también indica que la tasa de empleo para personas con discapacidad es tan sólo del 44 por ciento de la población, mientras que el porcentaje de la personas sin discapacidad asciende a 75 por ciento.

Es una realidad donde las personas que buscan trabajo y las personas que los entrevistan no pueden hacer absolutamente nada ya que las modificaciones o adaptaciones a las áreas laborales no siempre están bajo su control. Habrá unas pocas empresas que tengan políticas de inclusión y que decidan brindar oportunidades a todas las personas.

Trabajar en estas empresas se volverá altamente gratificante y la experiencia le brindar a sus colaboradores un sentido de pertenencia y orgullo profesional.

Dificultad para encontrar un empleo formal
Datos de la Oficina de Representación para la Promoción e Integración Social para Personas con Discapacidad de la Presidencia de la República indican que cada año se suman en México, a las más de 10 millones de personas con alguna discapacidad, alrededor de 270, de las cuales, según la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS) en 2017, solo 35 mil personas encontraron un empleo formal.

La mayoría de los contratados llega a sentir un gran nerviosismo debido a la responsabilidad que implica un trabajo nuevo, pero debe ser aún mayor para las personas con discapacidad, debido a que desean demostrar que su discapacidad no es una condicionante de su desempeño laboral y su futuro crecimiento dentro de cualquier empresa.

Cabe hacerse las siguientes preguntas:

¿Cuántas empresas grandes o exitosas conocemos donde sus ejecutivos sean personas con discapacidad?
¿Cuántas personas con discapacidad conocemos como líderes empresariales o sociales en el país?
¿Cuántas empresas contarán con los protocolos de inclusión y desarrollo para personas discapacitadas?
Según la OMS, el 14 por ciento de la población de México sufre alguna discapacidad, lo que es equivalente a 16.5 millones.

Inclusión no solo en el ámbito laboral
La inclusión debe ir mucho más lejos que el ámbito laboral: debe abarcar la vida social, la vida cultural y el entorno que rodea a la sociedad. Tomemos en cuenta un dato importante: México ocupa el lugar 45 de inclusión de las 78 economías más grandes del planeta, de acuerdo con el Reporte de Crecimiento y Desarrollo Inclusivo (IDI) 2017 del Foro Económico Mundial (WEF, por su siglas en inglés).

Esto nos indica que las condiciones ofrecidas en México están muy por debajo de las que encontramos en países con un nivel de desarrollo similar en América Latina.

¿Qué ventajas o beneficios genera la contratación de una persona con discapacidad?

Por una parte, dichas personas obtendrán un bienestar y satisfacción con la situación laboral. Su calidad de vida mejorará y su empleo les permite aportar un ingreso a sus hogares.

Lograrán una mayor independencia pues contarán con más autonomía al laborar en diferentes círculos sociales, con compañeros de trabajo, clientes, amigos nuevos, y reafirmando su seguridad y sed de superación.

Las empresas a su vez encontrarán una serie de puntos importantes, ya que los procesos y políticas de inclusión, pueden llevar a las empresas a obtener diversas certificaciones de calidad, mejoras en el clima organizacional y se logrará un aumento en la productividad general, creando un sentimiento de orgullo para la empresa y los trabajadores.

Productividad empresarial
Se generará un entorno laboral positivo. La disposición de las personas para hacer nuevas tareas o labores dentro de su trabajo, sin duda motivará a las personas a valorar su propio trabajo.

Las compañías deberán reforzar su compromiso realizando diagnósticos de factibilidad de puestos e invirtiendo en detalles sobre la infraestructura para crear una mejor accesibilidad, de este modo crearán cada vez más oportunidades de empleo equitativas, logrando un sentido de pertenencia e igualdad.

Si bien los avances en México son muchos, no podemos dejar a un lado las políticas de inclusión que durante muchos años han quedado rezagadas en las venas corporativas. Nos encontramos con una serie de retos importantes de un sector marginado y excluido, al que debemos incorporar cada día con más valor y compromiso, por lo tanto, es de vital importancia abordar esta problemática y buscar mejores soluciones en cada organización.

En México, en los últimos años, varias empresas han venido incorporando trabajadores con discapacidad con resultados muy exitosos. Las datos de la STPS nos indican que en 2017, 35 mil personas con esta condición encontraron un empleo formal. Sin embargo, hacen falta más oportunidades y debemos asumir este reto y tenerlo presente en la agenda, creando infraestructuras de equidad y sentidos de pertenencia igualitaria.

Estímulos fiscales
Contratación De Personas Con Discapacidad (Fundamento Art. 22 Ley Del ISR)

El patrón que contrate a personas que padezcan discapacidad, podrá deducir de sus ingresos, un monto equivalente al 100% del impuesto sobre la renta de estos trabajadores retenido y enterado conforme al Capítulo I del Título IV de esta Ley.

Siempre y cuando el patrón esté cumpliendo respecto de dichos trabajadores con la obligación contenida en el artículo 12 de la Ley del Seguro Social (aseguramiento en el régimen obligatorio) y además obtenga del Instituto Mexicano del Seguro Social el certificado de discapacidad del trabajador.

Inversión de activos fijos (Fundamento Art. 40 Ley del ISR, fracción XIII)

Deducción al 100% para adaptaciones que se realicen a instalaciones que impliquen adiciones o mejoras al activo fijo, siempre que dichas adaptaciones tengan como finalidad facilitar a las personas con capacidades diferentes a que se refiere el artículo 222 de esta Ley, el acceso y uso de las instalaciones del contribuyente.

Publicado en El Economista

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