Mojardín: muertos, jubilados y el negocio de los préstamos

María Margarita Free del Castillo

Acabo de leer una nota sobre la aprobación de algunos recursos para las 10 universidades en crisis. Es una declaración del Senador de Morena Rubén Rocha Moya publicada en el vespertino Viva la Noticia y en otros medios.

El Senador precisó en su declaración que “la crisis financiera por la que atraviesan estas diez instituciones de educación superior (entre ellas la UAS) tiene raíces históricas que tiene que ver con prestaciones no financiadas, la no reposición de las plazas, el tema de las jubilaciones, entre otros más”.

Leí bien y entendí mejor. La crisis financiera de estas diez instituciones tienen que ver con el tema de las jubilaciones, jubilaciones dobles o jubilaciones dinámicas en las Universidades Públicas.

El Senador lo reconoció y eso es un avance en el debate que plantean diversas organizaciones en el país sobre el pago de las dobles jubilaciones, principalmente el Frente Nacional de Apoyo a la Educación Superior.

Dicho Frente exige al presidente Andrés Manuel López Obrador la cancelación de las jubilaciones dobles o jubilaciones dinámicas.

El FNAES dice que “algunas Universidades Públicas pagan salarios completos, bonos, vacaciones, etc., a sus jubilados como si se tratara de empleados en activo. Estos reciben también sus pensiones o jubilaciones en el IMSS o en el ISSSTE. Gozan de dos pensiones. (Los jubilados de las universidades) forman parte de la casta de privilegiados”.

Qué bueno que se reconozca que la crisis de las Universidades tiene que ver con el tema de las jubilaciones. Reconocerlo habla bien del Senador Rubén Rocha Moya.

En el caso de los jubilados de la UAS vale la pena mencionar al psicólogo Ambrosio Mojardín Heráldez. El cobra en la UAS 20 mil pesos quincenales y la pensión del IMSS.

Menciono a Mojardín Heráldez por dos cosas:

1.- Fue el testaferro del ex gobernador Mario López Valdez en el Consejo Estatal de Seguridad Pública. Durante ese sexenio se registraron más de 8 mil muertes dolosas o violentas.

2.- Acaba de escribir un artículo, seguramente desde la comodidad de su laboratorio del pensamiento y sicología, sobre el “Segundo Foro: La Ley Orgánica en la UAS, Reflexión y Consenso”.

El foro lo organizan la Asociación Civil de Jubilados en la UAS y el Comité Universitario Movimiento de 1968, que mangonean Jorge Delgado Cortés, Florina García Bojórquez, Carlos Calderón Viedas y Rubén Burgos Mejía.

Jorge Delgado y Florina García y otros jubilados “reventaron” el fideicomiso de la Jubilación Dinámica, figura que le daba vialidad financiera a esta prestación, y cuya desaparición es motivo para que las autoridades de la SHyCP y la SEP nieguen respaldos económicos a la UAS.

Pero aparte, Jorge y Florina regentean la Caja de Ahorro y Préstamos de los Jubilados lo que les reditúa millonarias ganancias.

Mojardín descubre que el objetivo del Foro es buscar propuestas para construir una nueva Ley Orgánica para la UAS, es decir “reformar” el marco legal de la institución.

No se ve nada bueno con este nuevo movimiento anti-UAS promovidos por unos cuantos ex universitarios que viven aún a costillas de la casa de la máxima estudios devengando dobles jubilaciones, sin aportar nada para el sostenimiento de esta prestación.

No se asoma nada bueno. A como se ve el Foro será el sitio ideal para el insulto y para desacreditar a las autoridades de la UAS en un momento cumbre en el que se necesita la unidad para bajar recursos extras para la Universidad y pelear su presupuesto 2019 en las instancias federales y estatales.

Cualquier foco de agitación trastocaría las negociaciones que permitan a la UAS obtener recursos que faciliten el pago de los salarios y otras prestaciones a los trabajadores en activo y cubrir los mil 500 millones de pesos anuales que le representa a la institución mantener las jubilaciones dinámicas.

Prestamistas y redentores de la tercera edad quieren una “reforma” que regrese al pasado a la UAS, lo que impactaría de manera negativa en los trabajadores en activo y los jubilados ya que daría pauta a Andrés Manuel López Obrador a escuchar las voces que exigen la cancelación de la jubilación dinámica.

Una de esas voces es la del Frente Nacional de Apoyo a la Educación Pública, con marcada presencia en el IPN y la UNAM, instituciones que no pagan jubilaciones dobles. Sus jubilados solo perciben la pensión del IMSS. No reciben ni un centavo extra de las casas de estudios.

Mojardín señala que “es entendible que en la lectura de esas circunstancias, se vea al cambio de ley orgánica como alternativa central; el mecanismo básico para enfrentar con posibilidades de éxito (….)”.

En la SHyCP y la SEP consideran que el éxito de las Universidades Públicas tiene que ver con su reforma económica-financiera y ahí es donde cualquier cambio a la Ley Orgánica de la UAS llevaría a otra modificación: la de su estructura financiera.

A como está la situación y las presiones y la lucha por acabar con los privilegios, lo más seguro es que una reforma a la Ley Orgánica de La UAS terminaría por desaparecer la jubilación dinámica.

El Senador Rubén Rocha Moya ya le atoró al tema: “La crisis financiera por la que atraviesan estas diez instituciones de educación superior (entre ellas la UAS) tiene raíces históricas que tiene que ver con prestaciones no financiadas, la no reposición de las plazas, el tema de las jubilaciones, entre otros más”.

Rocha merece un nutrido aplauso…

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