#YaEsHora cimbra a las mexicanas

Lucero Calderón

Mujeres de la industria audiovisual mexicana aprovecharon su presencia en la edición 61 del Ariel para anunciar, con paliacate rojo amarrado en la muñeca, #YaEsHora, iniciativa en la que venían trabajando hace tres meses luego que en las redes sociales, principalmente en Twitter, comenzaron a publicarse denuncias de mujeres que en México fueron violentadas, acosadas o abusadas por escritores, músicos y periodistas, teniendo como base los hashtags de #MeTooescritores#MetooPeriodistas y #MeTooMusicos, que se retomó del movimiento estadunidense #MeToo. En Hollywood comenzó en octubre de 2017 para denunciar el acoso y agresión sexual  a  varias actrices, siendo el principal señalado el productor de cine Harvey Weinstein.

«A raíz del estallido hace unos meses, en donde estalló claramente la  violencia y la desigualdad que enfrentan muchísimas mujeres en distintos ámbitos, fue que en el medio audiovisual nos pusimos a platicar, a reflexionar, a contarnos nuestras propias historias y a partir de ahí surgió #YaEsHora, iniciativa que busca que nos demos cuenta de la violencia física y sicológica de la que podemos ser objeto, así como de los micromachismos en los que convivimos día a día”, expresó en entrevista con Excélsior una de las voceras de la iniciativa, la directora  Natalia Beristáin, quien ha estado detrás de cintas como No quiero dormir sola y Los adioses, así como en Luis Miguel: la serieEl secreto de Selena o Historia de un crimen: Colosio.

El 24 de junio cerca de 60 mujeres aprovecharon los reflectores y cámaras que se dieron cita en la Cineteca Nacional durante la cobertura del Premio Ariel para anunciar que #YaEsHora pretende abarcar, principalmente, tres puntos: tolerancia cero a la violencia de género, paridad laboral y una mayor inclusión de narrativas con perspectiva de género.

Comandadas por la directora Alejandra Márquez Abella, la periodista Jessica Oliva y la productora Paula Amor, se anunció la iniciativa. Distintas actrices se reunieron para dejar en claro que este movimiento les pertenece a todas. Entre ellas se encontraban Ilse Salas, Cassandra Ciangherotti, Johanna Murillo, Yalitza Aparicio, Marina de Tavira, Maya Zapata, Irene Azuela, Sophie Alexander Katz y Eréndira Ibarra, quienes al término de la lectura levantaron el puño y gritaron frases como “No estás sola” y “Ya es hora”.

«#Ya es hora es un movimiento que necesitábamos construir todas las mujeres de la industria y no solamente en ésta, sino alrededor del mundo y en distintos oficios. Es como una cuarta o quinta voz feminista porque queremos contar nuestras historias y queremos acabar con esta costumbre, que sí existe en el cine: de permitir que se trate a las mujeres de manera misógina o con hostigamiento hacia las actrices, que es el pan nuestro de cada día. Ya no queremos tener miedo y para evitar el miedo hay que estar juntas”, expresó Ilse Salas.

A este sentir se sumaron otras voces como la de Johanna Murillo y la nominada al Oscar, Yalitza Aparicio, quienes explicaron por qué se sumaron a #YaEsHora, iniciativa en la que no existe la verticalidad o un organigrama, sino que es horizontal porque todas son exactamente iguales.

«Me sumo porque veo que todas tenemos muchas inquietudes, ganas de unirnos, de hablar y de cambiar la narrativa. Eso es lo que me movió a unirme, esta necesidad de hablar distinto de nosotras, de posicionarnos distinto en la industria y en la vida. Es muy emocionante que haya tantas mujeres que tengan tantas inquietudes, que se quieran unir y que entendamos que juntas es mucho más fácil todo”, expresó Murillo.

«Creo que es una iniciativa que puede motivar a mujeres del exterior, no solamente del medio, y, aprovechando que tenemos las cámaras, podemos también enseñarles a ellas que podemos luchar por nuestros derechos”, expresó Yalitza Aparicio a Excélsior.

A este sentir se sumaron otras voces como la de Johanna Murillo y la nominada al Oscar, Yalitza Aparicio, quienes explicaron por qué se sumaron a #YaEsHora, iniciativa en la que no existe la verticalidad o un organigrama, sino que es horizontal porque todas son exactamente iguales.

Me sumo porque veo que todas tenemos muchas inquietudes, ganas de unirnos, de hablar y de cambiar la narrativa. Eso es lo que me movió a unirme, esta necesidad de hablar distinto de nosotras, de posicionarnos distinto en la industria y en la vida. Es muy emocionante que haya tantas mujeres que tengan tantas inquietudes, que se quieran unir y que entendamos que juntas es mucho más fácil todo”, expresó Murillo.

Creo que es una iniciativa que puede motivar a mujeres del exterior, no solamente del medio, y, aprovechando que tenemos las cámaras, podemos también enseñarles a ellas que podemos luchar por nuestros derechos”, expresó Yalitza Aparicio a Excélsior.

Yalitza Aparicio. Foto: Reuters

ROMPIENDO ESQUEMAS

Además de darse cuenta de que son muy pocas las mujeres que se encuentran detrás de cámaras, Natalia Beristáin compartió un episodio que ejemplifica cómo las condiciones de trabajo no están pensadas para mujeres que, por ejemplo, son mamás.

«Yo tuve una experiencia en un trabajo en donde al llegar al set, me di cuenta, que de las 120 personas que estaban trabajando, no había una sola mujer detrás de cámaras y eso nadie se lo había cuestionado. ¿Neta, en qué año estamos?

«Aunado a eso me pasó que cuando estaba trabajando en la dirección de uno de los cortometrajes de la película La habitación, mi hija tenía como cinco meses de nacida y cuando daban el corte a comer, me iba a sacar leche en un cuartito medio improvisado.

«En vez de estar tranquila, estaba preocupada por sacarme leche, porque nadie fuera a entrar y por poner la leche en una hielera para que el chofer la llevara a mi casa y mi hija tuviera leche.

«El chófer ponía cara como de “iuuuuugh”, como si él no hubiera sido amamantado. No hay o casi no hay espacios para las mujeres que son mamás y están lactando y el problema es que así hemos sido educados y hay que empezar a transformar esa narrativa”, acotó Beristáin, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).

Foto: Héctor López

¿Y LOS HOMBRES?

Aunque no están peleadas con el género masculino ni pretenden ser excluyentes, las integrantes de  #YaEsHora están en la tónica de que por ahora es el momento de hablar de las mujeres, de sus necesidades e inquietudes. Para las integrantes de dicho movimiento, la idea es que los hombres escuchen sus ideas y puedan cuestionar sus propias actitudes hacia las mujeres. 

«Estamos abiertas y creemos que se va a abrir el diálogo con ellos para que nos escuchen, para que cuestionen sus propias conductas y creemos que también se pueden informar sobre temas de violencia de género, de acoso y que cada uno contribuya en los espacios de la industria en la que se mueva. Agradecemos que los hombres se estén acercando y es muy importante que estén interesados, pero les pedimos que nos aguanten tantito porque el primer diálogo va a ser entre nosotras”, expresó Arantxa Sánchez Luna, otra de las voceras del movimiento, quien es crítica de cine y estudiante del CCC.

Arantxa Sánchez Luna. Foto: EFE

SURGIÓ #METOO Y #TIME’SUP 

El 5 de octubre de  2017 The New York Times publicó un reportaje en el que varias mujeres hablaban acerca del acoso sexual y hostigamiento que sufrieron del entonces productor Harvey Weinstein. Ese hecho provoco que la actriz Alyssa Milano compartiera en  Twitter la sugerencia de un amigo sobre escribir Me too (yo también) si en el pasado las mujeres habían sido acosadas sexualmente.

El hasthag #MeToo se hizo viral y fue compartido en casi 14 millones de tuits. Así se gestó el movimiento #MeToo en el que actrices como Salma Hayek, Angelina Jolie, Uma Thurman, Gwyneth Paltrow, Daryl Hannah, Mira Sorvino y Lupita Nyong’o acusaron a Harvey Weinstein, quien debido al movimiento tuvo que alejarse de la producción y actualmente enfrenta cargos por abuso y violación.

Rosario Dawson.  Angelina Jolie. 

A este movimiento se sumó el de #Time’sUP, mismo que fue fundado en enero de 2018 por distintas actrices de Hollywood y que buscaba evidenciar el acoso sexual. De igual manera se dio a conocer que este movimiento buscaba, entre otras cosas, el que las mujeres tuvieran paridad económica frente a sus compañeros, quienes en la mayoría de las ocasiones solían ganar más que ellas.

Uno de los casos más sonados fue cuando se dio a conocer  que la actriz Michelle Williams  recibió 800 dólares por 10 días para rehacer algunas escenas en la película Todo el dinero del mundo, mientras que su compañero Mark Wahlberg recibió 1.5 millones de dólares por los mismos 10 días. Ante este escenario Wahlberg decidió donar poco más de 2 millones de dólares al movimiento #Time’sUp

Como dato curioso cabe señalar que en la ceremonia de los Globos de Oro de 2018 las actrices que desfilaron por la alfombra roja lo hicieron portando vestidos y accesorios negros como protesta y en apoyo a los movimientos #Metoo#Time’sUp. Entre las famosas que se manifestaron estuvieron Meryl Streep, Debra Messing, Katherine Langford, Brie Larson, Catherine Zeta-Jones, Dakota Johnson y Emma Watson. Incluso Oprah Winfrey, al recibir el Globo de Oro, habló acerca de la necesidad de ser incluyentes y que las mujeres ganen lo mismo que los hombres.

Lady Gaga.  Salma Hayek. Fotos: AP / Reuters / AFP 

SE BUSCÓ UNA IDENTIDAD

Durante estos meses de trabajo en el que se han ido sumando en estos días varias mujeres de la industria (aún no tienen el dato exacto las voceras) se ha hecho un trabajo comunitario en el que se han rebotado entre todas las integrantes las ideas y los pasos a seguir, por ende, el logotipo del pañuelo #YaEsHora fue una idea de todas.

«Todos los textos y materiales que hemos sacado se han puesto a votación. Tuvimos una junta en la que decidimos que teníamos que generar una identidad gráfica y Ana Laura Rascón, que es diseñadora gráfica, nos mandó una serie de propuestas, estuvimos dialogando sobre ellas y decidimos que quedara esa identidad”, explicó Arantxa Sánchez Luna.

LAS PRIMERAS ACCIONES  

Tras el anuncio de la iniciativa #YaEsHora las redes sociales comenzaron a hablar de dicho movimiento y las visitas tanto al Twitter (@yaeshoramx) como Instagram (@yaeshora_mx) y a Facebook (yaeshoramx.org) se incrementaron en cuestión de horas.

Muchas mujeres se interesaron en conocer más de la iniciativa y se registraron en el sitio www.yaeshoramx.org, cuyo principal objetivo inicial es generar una base de datos de mujeres de la industria del audiovisual que permita el fortalecimiento de una comunidad de creadoras.

«Lo primero que tenemos que hacer es un reagrupamiento de la gente que se ha acercado a raíz que se dio a conocer el movimiento en la entrega del Ariel.

«Se trata de conocer  quiénes somos ahora y cómo nos podemos organizar para que todos los rubros queden planeados, pues en estos días hemos visto mucho interés de las mujeres”, expresó una de las voceras de #YaEsHora, la periodista Jessica Oliva.

«Después de eso la idea es rodearnos de expertas, de asociaciones, gente que esté especializada en los temas  de acoso sexual, violencia y maltratos.

«Así podremos ser un puente para que esos especialistas acompañen a las víctimas y las asesoren, pues nos hemos dado cuenta de que no existe nada al respecto en la industria audiovisual.

«No existen protocolos o mecanismos que permitan darle acompañamiento a las personas que están viviendo eso”, complementó Jessica Oliva, quien es editora en la revista especializada Cine Premiere.

INICIATIVA ROSA MEXICANO

Muy pocos recuerdan que en México, exactamente el 8 de enero de 1970, se gestó el movimiento Rosa Mexicano, mismo que aglutinaba a distintas actrices que eran parte de la Asociación Nacional de Actores (ANDA). La cabecilla de dicho movimiento fue Dolores del Río y dentro del organigrama se encontraba la actriz María Eugenia Ríos, quien fue Coordinadora del movimiento, así como las intérpretes Carmen Montejo, Yolanda Mérida, Socorro Avelar y María Elena Marqués.

Todas ellas invitaron a sumarse al movimiento y con el paso de los años llegaron a ser 500 actrices las que se habían unido para pedir, entre otras cosas, que las mujeres ganaran un poco más que los hombres, ya que en aquella época en el contrato colectivo de la ANDA se estipulaba que cada actor/actriz debía comprar su propia ropa y por ende el gasto de la mujer era mayor.

Aunque ese punto no procedió, uno de los logros del movimiento fue la creación de la Estancia Infantil Dolores del Río, misma que durante casi 20 años operó las 24 horas.

«Cuando se inauguró la planilla Rosa Mexicano fuimos a visitar los centros laborales y vimos las carencias que había. Por ejemplo, las compañeras que trabajaban en teatro de revista dejaban a sus hijos en un camerino mientras ellas trabajaban de noche. A mí me tocó de hecho vivirlo en carne propia, cuando tuve a mi tercer hijo, tenía que dejarlo en la guardería del mercado de Coyoacán, porque no tenía quién lo cuidara. Nos reuníamos en la Casa de Dolores del Río y a veces en el Teatro Milán y ahí hablábamos de las necesidades de las actrices de todas las ramas, desde actrices de carpa, circo, ópera, revista, centro nocturno, teatro, cine, radio, modelaje etc”, expresó María Eugenia Ríos.

La esposa del finado actor Oscar Morelli contó que el 15 de febrero de 1972 las actrices que conformaban el movimiento Rosa Mexicano se dieron cita en un evento presidencial en el Museo Nacional de Antropología, vestidas de blanco y con mascadas en color rosa mexicano. Durante el evento, Dolores del Río platicó con la señora María Esther Zuno, esposa del entonces presidente Luis Echeverría Álvarez, a quien le comentó acerca de la idea de construir una estancia infantil para los hijos de los trabajadores de la ANDA. La esposa del Presidente les ayudó y la estancia infantil se construyó en enero de 1974, en Lomas Virreyes.

«Además de la guardería, que hasta 1993 operó las 24 horas, el movimiento Rosa Mexicano ayudó a construir la Escuela Primaria que se llama Rosa Mexicano
y que está en la Unidad de Lomas de Becerra y también se creó la Comisión Femenina de la ANDA, entre otras cosas. Somos el único sindicato en el mundo que tiene una guardería”, complementó la actriz de 83 años, quien complementó que por Decreto Presidencial un cinco por ciento de la población de la estancia infantil tiene que ser abierta al público.

El movimiento Rosa Mexicano aún sigue activo, aunque ha habido varios cambios en su  estructura.

Publicado en Excélsior

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