Filtran “auditoría ficticia” de la ASE

María Margarita Free del Castillo 

Al viejo estilo uaseño, los eternos y viejos grupúsculos de azuzadores interesados en desestabilizar y crear confusión en torno al manejo financiero de la Universidad Autónoma de Sinaloa, filtraron y empalmaron una “auditoría ficticia” encima de la practicada por la Auditoría Superior del Estado a la institución en torno al ejercicio 2018, fabricándole supuestos desvíos de recursos estatales que solo existe en la imaginación de los agitadores.    

La “auditoría ficticia” causó sorpresa, primero, y luego enojo entre el personal de la Auditoría Superior del Estado, porque altera datos, genera confusión, “cambia documentación” y fabrica irregularidades inexistentes. El “contenido” de la falsa investigación contable fue rechazada por Emma Guadalupe Félix Rivera, titular de la ASE.  

No es nuevo este tipo de ataques contra la UAS. No cambian en nada, sólo en los espacios y los tiempos. Los agitadores se aprovechan incluso de la buena fe de algunos comunicadores proporcionándoles información apócrifa para que la difundan como si fuera verdad. En otros hay quienes se prestan al juego: hay plan con maña, como se dice.  

Aunque en el “cuartel de guerra” del “cártel de jubilados”, universitarios no activos que exigen mandar en la UAS, culparon de la “pifia informativa” a Alberto Camacho, director de Comunicación Social del Gobierno del Estado, trascendió que la “patraña” contra la UAS es una estrategia de quienes pretenden restringir el subsidio universitario para colapsar y acabar de una vez por todas con los “privilegios en el pago de jubilaciones”.  

Paradójicamente en el complot de las “informaciones falsas” figuran algunos personajes no jubilados, también, y otros sí, y que gozan del pago de la jubilación dinámica. En nueva asonada “comunicativa” participan algunos diputados que han intentado morenizar a la Universidad y que alientan la activación de un nuevo Sindicato Universitario, rechazado por trabajadores académicos y administrativos.  

La “auditoría ficticia”, cuya confección de manera dolosa atribuyen a la ASE y que pusieron por encima de la auditoría real que sí practicó la dependencia vino aparejada de otra información falsa aparecida en el periódico Noroeste que divulgó “desvíos” en la auditoría federal del 2019 a la Universidad Autónoma de Sinaloa, investigación contable que aún no ha sido practicada por la Auditoría Superior de la Federación.  

En esta ocasión, la “auditoría ficticia” de la ASE no fue publicada por Noroeste (que ya publicó la falsa del 2019). Ningún periódico como El Debate ni noticieros de radio como Línea Directa, Altavoz, Luz Noticias o portales de periodistas prestigiados difundieron la información, pese a que el “contenido” de la “auditoría chafa” les llegó en forma anónima en cartas a sus salas de redacción. 

Sin embargo, la estrategia de “comunicación” es que los periódicos y los comunicadores sinaloenses recojan las mentiras urdidas por el grupúsculo de jubilados y les den rango de verdad en sus análisis o artículos.  

Sobre la UAS se han lanzado verdaderas infamias informativas. Mentiras plenas. Como aquella de que desviaba los recursos del Fideicomiso de la Jubilación Dinámica y que terminó por cancelar este ambicioso programa. Hoy el pago de este beneficio “está en la cuerda floja”. El gobierno federal se niega aportar recursos para cubrir esta jubilación universitaria. 

En marzo de este año se difundió que la ASF había reprobado la auditoría federal del 2018 a la UAS lo cual resultó falso. El año pasado los mismos que filtraron la “auditoría ficticia” propagaron que la ASF y la ASE habían encontrado desvíos en el manejo de los recursos de la federación y el estado destinados en el 2017 a la Universidad. Todo resulto falso.  

En la máxima casa de estudios ya se ve hasta “normal” que todos los años, en los tiempos de las auditorías, los grupúsculos que intentan tomar por asalto la institución fabrican sus propias “investigaciones” que filtran o difunden como “sus verdades”, por encima de los resultados de las auditorías la ASF y la ASE, todo con el ánimo de provocar linchamientos públicos y universitarios. 

Entre el personal de la ASE priva el enojo por atribuirle a esta dependencia la “auditoría ficticia”. 

Otras notas que pueden interesarte