Álvaro Aragón Ayala
Con un insultante y ridículo desplante de cinismo, el “viejo cochino” Enrique Inzunza Cazarez, como lo calificó Paloma Sánchez Ramos, candidata de la coalición PRI-PAN-PRD y PAS al Senado de la República, redobló, con él a la cabeza, la campaña mediática de criminalización contra los directivos de la Universidad Autónoma de Sinaloa, revelándose como el brazo ejecutor de la conspiración que armó el gobernador Rubén Rocha Moya contra la Casa Rosalina coludido con la Fiscalía, Jueces de Control y la Auditoría Superior del Estado.
Enrique Inzunza fungió como magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, en cuyas funciones fue acusado de acoso, hostigamiento y violencia de género por la jueza Ana Karina Aragón Cutiño; Rubén Rocha, con quien está emparentado, lo nombró secretario general de Gobierno y lo impuso como candidato de Morena al Senado de la República. Sobre Inzunza pesan dos acusaciones, una en la Fiscalía General de Justicia de Sinaloa y la otra, por pornografía, trata de blancas y violencia de género, en la FGR.
Diariamente, Enrique Inzunza, a quien Paola Garate, dirigente estatal del PRI consideró “una asquerosidad de persona” y Juan Manuel Partida Valdez, presidente de la Asociación de Periodistas de Sinaloa, tildó de “basura”, ofrece conferencias o entrevistas a la prensa rochista con la seguridad que ningún periodista le preguntará sobre las acusaciones que obran en las Fiscalías, estatal y federal. Como si gozara de excelente reputación social, lanza diatribas tratando de incitar a alumnos y padres de familia contra la institución educativa.
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En las entrevistas que desatan las carcajadas de alumnos, maestros, personal de intendencia y padres de familia, el rostro de Enrique Inzunza se ve desencajado, furioso, porque, según dice, los procesos -que fabricó el gobernador -caminan muy lento en los Juzgados que, paradójicamente, son controlados por él, tribunales que han sido instruidos para dictar “sentencias” y tratar de encarcelar a los directivos de la Casa Rosalina porque no le cedieron el control de la institución a Rocha Moya.
Sin embargo, todos los “juicios” contra las autoridades de la UAS se han ido cayendo. Los Juzgados federales decretaron inconstitucional la “Ley Rocha” o Ley de Educación Superior del Estado por violar la autonomía universitaria. También establecieron que los delitos de abuso de autoridad que plantó la Auditora Emma Guadalupe Félix Rivera no proceden y determinó que ninguna autoridad, ni local ni federal, tiene facultades para auditar los recursos propios de la Casa Rosalina. Los jueces federales han declarado también inexistentes todas las acusaciones penales rochistas.
El 9 de mayo del 2023, perseguido por Rubén Rocha y Enrique Inzunza (le quitaron la alcaldía para colocar ahí a un ahijado del gobernador), el fundador de Morena y expresidente de Culiacán -hoy candidato del Partido del Trabajo al Senado de la República-, Jesús Estrada Ferreiro dijo que Enrique Inzunza es el “cerebro maquiavélico” que controla todo y ahora quiere a su hermano Santiago en la Rectoría de la UAS; en marzo, ya registrado en el PT, denunció que se siente inseguro y amenazado por el gobernador Rubén Rocha y por el ex secretario general de Gobierno y actual candidato de Morena al Senado.
