El empleo de 54% de los mexicanos está en riesgo por la automatización: BM

Blanca Juárez

México es el segundo país de América Latina, después de El Salvador, con más personas en ocupaciones que corren el riesgo de ser reemplazadas por máquinas. Un reporte del Banco Mundial (BM) señala que si antes de la pandemia de covid-19 50% de los trabajos en el país tenían alto riesgo de desaparecer, ese peligro se ha incrementado por la digitalización y la transformación tecnológica acelerada en los últimos meses.

El BM ha dado a conocer el estudio Efecto viral: covid-19 y la transformación acelerada del empleo en América Latina y el Caribe. En él, por un lado, tranquiliza: “los temores de un ‘desempleo tecnológico masivo’ son en gran medida infundados”. No obstante, advierte que muchas ocupaciones serán “afectadas y transformadas por las tecnologías emergentes”. Y aunque preveía que los puestos de trabajo no disminuirían de manera drástica, a la luz de esta crisis “la tendencia podría acelerarse”. El distanciamiento social obligado por la pandemia es el responsable, explica.

El caso de México, dice el Banco Mundial, es “sorprendentemente decepcionante”. A partir de 1980 “se interrumpió un saludable ritmo de modernización tecnológica” en los sectores industrial y de servicios. “Esto lo dejó en camino de convertirse en uno de los países con peor desempeño de la región”.

Ante la desaparición de tareas sustituibles por la tecnología, el BM destaca que los puestos de trabajo del futuro requerirán capacidades y habilidades “diferentes y de orden superior”. Entre ellas:

  • Comprender conceptos complejos
  • Aprender de la experiencia
  • Adaptarse a nuevas situaciones
  • Resolver problemas utilizando el pensamiento crítico

Destaca también que la educación es la vacuna contra los riesgos de la automatización. “Los trabajadores peor remunerados y menos capacitados, que realizan las tareas más sencillas y rutinarias, corren el mayor riesgo de ser reemplazados por máquinas”.

América Latina, en rezago

En promedio, 50% de las personas que trabaja en la región lo hace en empleos que serán automatizadas. Por lo tanto, ese puesto desparecerá, pues alguna tecnología se encargará de esa tarea. En El Salvador, 58% de la población ocupada se encuentra en esta condición. Es el país que encabeza la lista. Le sigue México, con un porcentaje de aproximadamente 54 puntos. Debajo de él, pero también superando el promedio regional, están Ecuador y Honduras.

En el resto de los países el riesgo de automatización afecta a menos de la mitad de su fuerza laboral. No obstante, la diferencia no es amplia. Por ejemplo, en Panamá, donde hay menos afectación, están en ese peligro 45.1% de quienes trabajan.

Una de las conclusiones del extenso estudio es que en los países con mayor nivel de desarrollo hay una estructura ocupacional con tareas remuneradas “más difíciles de automatizar”, esto da lugar a un menor número de puestos de trabajo en riesgo. Del otro lado, quienes tienen un menor nivel educativo y ganan menos tienden a realizar tareas manuales y rutinarias. Este tipo de tareas tienen “un alto grado de automatización”.

¿Qué habilidades se necesitan ahora?

Quienes cuentan con más estudios laboran en ocupaciones de “mayor intensidad” cognitiva y analítica, y esos empleos corren menos riesgo de desaparecer ante la transformación tecnológica. Así como interacciones sociales complejas, como trabajo en equipo, negociación y resolución creativa de problemas.

Pero la demanda de habilidades de conocimiento no son las únicas que se requieren para mantener el trabajo. Según el BM, las interpersonales y “socioemocionales no rutinarias” también están en aumento.

Las también llamadas habilidades blandas abarcan una amplia gama de competencias “maleables, comportamientos, actitudes y rasgos de la personalidad”. Estas permiten a los individuos navegar situaciones interpersonales y sociales de forma efectiva, como la de una crisis por una pandemia o post pandémica.

Algunas de las competencias en mayor demanda son:

  • Determinación o perseverancia
  • Trabajo en equipo
  • Puntualidad
  • Organización
  • Compromiso
  • Creatividad
  • Honestidad

También hay un auge de empleos u ocupaciones en plataformas digitales, dice el informe. Estos medios amplían “el acceso al mercado para profesionales y proveedores de servicios”. Sin embargo, representan un reto para gobiernos y parlamentos, que deben establecer reglas claras y justas para todos los participantes.

El aumento de oferta de trabajo en las plataformas digitales “ha iniciado un debate importante sobre si considerar a estos trabajadores como empleados”, como contratistas independientes o por cuenta propia. También amenaza “la sostenibilidad del modelo tradicional de seguro social”.

Para el Banco Mundial, a medida que cada vez más trabajadores, calificados o no, participan en las plataformas, “el mecanismo de seguro social, que depende de las contribuciones de empleadores y empleados para financiar la protección social, se degradará lentamente”.

Las personas responsables de formular políticas públicas deben regular esta situación de la seguridad social, dice el organismo. Pero también son responsables de invertir en el capital humano. “La educación temprana genera el mayor rendimiento de las inversiones, y las ventajas crecen con el tiempo”.

La educación profesional o terciaria es “cada vez es más importante para el futuro del trabajo”. Promueve la adquisición de habilidades técnicas, pero también de otras complejas, como la resolución de problemas, pensamiento crítico y comunicación avanzada. Si se adquieren estas competencias, enfatiza el BM, éstas pueden “llevar” a las personas a otros trabajos.

Publicado en El Economista

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