¿Matrimonio? Mexicanas solteras tienen mejores ingresos

Paula Cantillo

En promedio por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer gana 90.2 pesos estando en la misma ocupación y situación conyugal, reveló la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020 del Inegi.

Esta relación de ingresos implicó que las mujeres ganan en promedio 10% menos que los hombres en igualdad de condiciones, aunque significó una ligera mejora de 2.2% frente a los 88.2 pesos de 2018.

La principal desventaja que enfrentan las mujeres es cuando están casadas: ellas ganan 84.9 pesos por cada 100 que gana un hombre en su misma situación conyugal y misma ocupación, y su ingreso mejora cuando están separadas (88.9 pesos por cada 100 de hombre en su misma condición) e incluso ganan más que un hombre cuando están solteras (108.5 pesos por cada 100 de hombre en igualdad de condiciones).

Fuente: Inegi / Fotoarte: Erick Zepeda

Además, el ingreso de las mujeres solteras fue el que mayor aumento tuvo entre 2018 y 2020.

La principal desmejora de las mujeres en 2020 frente a 2018 estuvo en puestos directivos: por cada 100 que gana un hombre, una mujer gana 86 pesos, una caída de 13.7% en dos años.

Fuente: Inegi / Fotoarte: Erick Zepeda

URGE ACTUAR

Fátima Masse, del Imco, explicó que las cifras del Inegi deben llamar a acción a las empresas, en el sentido primero de evitar prácticas discriminatorias hacia mujeres casadas y con hijos, y segundo, de crear mecanismos de flexibilidad de horarios, de trabajo por resultados, de días de descanso. Y también el sector público está llamado a actuar, primero estableciendo un sistema nacional de cuidados para que los hijos no impidan la inserción laboral de las mujeres, y segundo, que se avance en la agenda legislativa de igualdad laboral para incentivar a las empresas a incorporar perspectiva de género.

FACTORES

Fátima Masse, directora de Sociedad Incluyente del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), explicó a Excélsior que las casadas tengan menor ingreso que las solteras, comparando incluso frente a los hombres, puede ser por dos factores: uno cultural y otro de discriminación.

Por el lado cultural, Masse considera que muchas mujeres, al casarse, asumen de forma espontánea que tienen que jugar un rol activo en el cuidado del hogar, y por esa razón tienden a limitarse en cuanto a desarrollo profesional.

Pero también añadió que existe el factor de discriminación, que consiste en que el mercado laboral de alguna manera penaliza a las mujeres por estar casadas, al asumir que tendrán menos tiempo para el trabajo, pedirán muchos permisos o que serán menos productivas debido a las labores domésticas.

Esto incluso lo podemos asociar con la maternidad, que luego las empresas cometen el error en los procesos de selección de preguntar a las mujeres si están casadas o si tienen hijos, cuando esto nada tiene que ver con sus habilidades. En mi caso, por ejemplo, en la escuela de mis hijos me llaman sólo a mí cuando se presenta alguna situación, a mi esposo que también trabaja nunca lo han molestado. Este tipo de prácticas debe desaparecer”.

Publicado en Dinero en Imagen

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