Trabajadoras del hogar piden cambios en proyecto para seguridad social obligatoria

Blanca Juárez

Representantes de las trabajadoras del hogar, académicas y activistas de diferentes organizaciones y entidades del país pidieron al Senado modificar la iniciativa reforma en materia de seguridad social que busca hacer obligatoria la afiliación de este sector. En parlamento abierto sobre el tema, señalaron varias fallas del programa piloto de afiliación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), las cuales, advirtieron, no deben quedar en la ley.

La iniciativa que convertiría en obligatoria la afiliación al IMSS de las empleadas del hogar fue presentada el 22 de abril de este año por “quienes integramos la Comisión del Trabajo y Previsión Social. En ese sentido tiene la representatividad de todas las bancadas”, dijo la senadora Patricia Mercado (MC).

Fue elaborada a partir del informe que entregó el IMSS al Congreso en noviembre del año pasado. “Vamos retrasados, tendríamos que haber reformado la Ley (del Seguro Social) en el periodo pasado”, reconoció la legisladora. Pero antes de dictaminarla, ese órgano legislativo convocó a un parlamento abierto para discutir su impacto.

“Ya basta legisladores, ya basta personas empleadoras”, señaló María de la Luz Padua Orihuela, secretaria colegiada del Sindicato Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Hogar (Sinactraho). El programa piloto del IMSS “ha resultado un fracaso. Y no podemos olvidar que la seguridad social es un derecho para todas y todos los trabajadores sin distinción”,

Las principales críticas a la iniciativa que analiza el Seando son al requisito de cotizar 20 días para tener el derecho a la seguridad social, a que pueden gozar de él un mes después de haber pagado las cuotas y que no pueden acceder a un crédito de vivienda. Por ello, presentaron propuestas de modificación y pidieron una mesa de trabajo para consensuar el documento a dictaminar.

Mediante la prueba piloto, hasta octubre pasado, 40,092 trabajadoras y trabajadores del hogar han sido afiliados al IMSS. Sin embargo, tal cifra no abarca ni el 2% del total de las personas ocupadas en esta actividad.

El impacto de la reforma

El IMSS es una institución que debe ser protegida y fortalecida, apuntó la senadora Patricia Mercado. No cualquier país tiene un organismo de seguridad social como éste, eso implica que deben pensar “cómo vamos a hacer para que el IMSS pueda responder a una política de protección social y a necesidades de más de 2 millones de trabajadoras del hogar”.

La iniciativa tiene un impacto económico, pero es sumamente positivo, sostuvo Norma Gabriela López Castañeda, directora de Incorporación y Recaudación del IMSS. El gasto bolsillo en salud de los hogares mexicanos es de 7,000 pesos, informó, “la prueba piloto más o menos cuesta 1,000 pesos al mes”. Pero además incluye prestaciones y seguros como el de maternidad.

“Las modalidades voluntarias que hemos implementado, como el programa piloto de trabajadoras del hogar y el de trabajadores independientes, generan al instituto 66 millones de pesos mensuales”, agregó.

Marcelina Bautista, directora del Centro de Apoyo y Capacitación para Empleadas del Hogar (CACEH), celebró la convocatoria al parlamento abierto y las reformas de 2019 a la Ley Federal del Trabajo para reconocer los derechos de este sector. Dijo que si bien la iniciativa para que la afiliación de las empleadas domésticas a la seguridad social sea obligatoria para empleadores “es un esfuerzo importante, mantiene un sesgo discriminatorio”.

La activista pidió que se den a conocer los resultados de la segunda fase del programa piloto, en los cuales está basada la iniciativa. Reprochó que mientras el resto de la población trabajadora en el sector formal puede acceder a varios de los servicios de seguridad social desde el día en que es inscrita, las empleadas del hogar pueden hacerlo hasta un mes después de que comenzaron a cotizar. “Eso nos deja en desprotección”.

Indicó que “en muchas ocasiones, el personal del IMSS continúa danto un trato discriminatorio y sin información clara de atención. Dice desconocer de qué se trata la inscripción en realidad o que están dadas de baja”. Entonces, las trabajadoras “se enfrentan a la negativa de recibir atención médica u otro servicio”, por lo que es necesario que los funcionarios sean capacitados.

Esa reforma no debe representar “barreras para el acceso pleno a un derecho”, sentenció. CACEH propuso modificaciones a los artículos que 239 B fracción I, 239 C, 239 B y 239 H de la Ley del IMSS.

Propuestas de modificación

María de la Luz Padua indicó que las trabajadoras del hogar siguen “siendo invisibles ante los derechos que dicen tener las leyes”. Sus jornadas llegan prolongarse hasta 12 horas, el 99% carece de contrato por escrito, la mayoría no recibe aguinaldo ni vacaciones, prima vacacional o dominical ni pago de horas extras. “Carecemos de la inspección del trabajo que vigile las condiciones en las que laboramos”.

Algunas de las propuestas del Sinactraho fueron:

  • Acceso a la seguridad social a partir de 8 salarios mínimos profesionales en un mes o alcanzar 30 horas en 30 días
  • Vigencia de la seguridad social desde que inicia la relación de trabajo
  • Suprimir cargas fiscales a las personas empleadoras para incentivar la inscripción
  • Facilitar el pago de cuotas en supermercados, tiendas de conveniencia, sucursales del Banco del Bienestar, o pagos automáticos recurrentes en tarjetas de crédito
  • Facilitar la incorporación del empleador como asegurado, pues la mayoría carece de seguridad social, mediante la reducción de costos de 20% si inscriben a la trabajadora también
  • Derecho a beneficios de Infonavit
  • Sanciones. En caso de que los empleadores no las inscriban, el pago de multas de 100 a 300 Unidades de Medida de Actualización (UMA)
  • Creación de un cuerpo especializado de inspectores que atienda las quejas de trabajadoras del hogar

Por su parte, Raquel Aguilera, directora de la organización Jade Propuestas de Sociales y Alternativas al Desarrollo, con sede en Mérida, Yucatán, pidió a las legisladoras y legisladores que la iniciativa tenga un perspectiva cultural y comunitaria. Es necesario que trabajen más en las distintas regiones, dijo.

De acuerdo con estudio de Jade, el 58% de las trabajadoras del hogar en Mérida dejó de trabajar en 2020. Antes de la pandemia de covid-19, casi 48,000 personas se dedicaban al trabajo del hogar a nivel estatal, el 81% era mujer. Pero sólo 588 estaban afiliadas al IMSS.

Ese estudio les permitió conocer que el 51% toma dos transportes para llegar al domicilio en el que trabaja. El 19%, entre cuatro y seis transportes, “en esos traslados son susceptibles de un accidente o riesgo de trabajo”. Por ello también insistió en que no debe pasar un mes, a partir de que se comienzan a pagar las cuotas, para poder acceder a los derechos de la seguridad social.

Publicado en El Economista

Otras notas que pueden interesarte