Los ‘doomscrolling’ afecta la salud mental de las personas que lo practican: Giselle Arellano

Sabedores de que el “doomscrolling” es el acto de pasar largos períodos de tiempo observando noticias negativas o información apocalíptica en los medios de comunicación social, en las redes sociales u otro contenido en línea, la Licenciada en MercadotecniaGiselle Arellano resaltó que todo ello, afecta negativamente la salud mental, ya que aumenta la ansiedad y la depresión de las personas que lo practican.

Destacó que el pasar estos largos periodos en línea, también puede conducir a la deshumanización, ya que las personas tienden a ver a otros como estadísticas en lugar de seres humanos tal como lo señaló la psicóloga Manfred Diehl, experta en neuropsicología de la rodilla inversa a los cuarenta; quien explica que los eventos no pueden ser opacos y el usuario exige, a la espera de noticias, más y más información.

Ocasionando, afirmó Giselle Arellano que, este proceso de estrés, cuyos trastornos tienen efectos muy enfermizos, es percibido como inicialmente agradable; pues refleja que dan ganas de obtener más información en el estanque percibido como información porque nuestro cerebro es capaz de soltar efectos fisiológicos estresantes como adrenalina, complacencia y hasta producir endorfinas que se pueden traducir en palpitaciones, arritmia, dolor de cabeza e incluso dolor de estómago.

Subrayó que esta hiper-conectividad y dependencia, así como la necesidad de más y más; afectan a regiones específicas del cerebro que controlan las emociones, el estereotipo del almacén, la respuesta de lucha o los trastornos, como la depresión o el aumento de la ansiedad.

Asimismo, puntualizó Giselle Arellano que no se debe olvidar que la conexión hiper-conectividad tiene consecuencias fisiológicas graves e inmediatas como el incremento de la presión arterial y el ritmo cardiaco, la cabeza y cuello están llenos de tensión, piel enrojecidas y pequeñas emociones se repiten de manera muy notoria además de que son comunes los dolores físicos en cualquier parte del cuerpo, pero en especial, la cabeza.

En este sentido, -resalta- que un estudio reciente señala que las personas que tienen la dependencia, la afección, el uso crónico de los dispositivos móviles se ven realmente afectadas en la salud, ya que las acciones voluntarias pueden ser gradualmente devoradas por la interferencia, por lo tanto, es necesario aprender a limitar la utilización de dispositivos y gadgets.

Por lo expuesto, Giselle Arellano concluyó señalando que es necesario seguir las recomendaciones de la psicóloga clínica, Elena Daprá quien recomienda que para dejar de hacer doomscrolling; es necesario establecer contacto social, dejar Internet y volver a hablar con otras personas además de entablar conversaciones en la Red. Si no es posible abandonar Internet, por la situación (por ejemplo, un confinamiento por enfermedad), hay que tratar de hablar, chatear y no solo ver información y agregó que se debe estar consiente de cuánto tiempo se está en línea y poner límites, fijando momentos de desconexión de cualquier tipo de aparato y salir a caminar, hacer deporte, tomar algo con los amigos, estar con la familia, “ya que si nos dedicamos a otras cosas, el tiempo que solemos estar mirando estas noticias negativas, tendremos a la mente dándole vueltas y eso afectara y alterará a la persona no solo emocional, sino psicológicamente.

** Giselle Arellano es Lic. en Mercadotecnia por el ITESM y la California State University of Northridge. Precursora de los Objetivos del Desarrollo Sostenible definidos por la ONU, e impulsora para disminuir la brecha de participación de mujeres de alto impacto social y los niños.

Publicado en Vanguardia

Otras notas que pueden interesarte