Emma Albertina Quiroz Acuña, la Diva del Periodismo

Miguel Alonso Rivera Bojórquez

Hoy es cumpleaños de una guerrera del periodismo sinaloense que se ha desarrollado en las áreas de la seguridad pública y la procuración de justicia. Su campo de batalla es la vida y su felicidad la lucha por la justicia

Ella siempre ha tenido la fortaleza para conseguir sus propósitos con la certeza de que nada podrá detenerla. A sus 55 años, es una mujer que lleva tres décadas dedicada a su pasión más grande: el periodismo.

Auténtica admiradora del talento, el carácter y la belleza de María Felix, la Doña, Emma también es diva, se considera como tal y ciertamente lo es porque tiene la esencia de una “Diva” con un espíritu fuerte, generoso y empoderado, no solo por ser hermosa, carismática y excepcional.

Emma Albertina Quiroz Acuña cumple años este 4 de octubre.

La “Diva” del periodismo sinaloense es una figura respetada con una amplia experiencia en materia de seguridad pública que ha acumulado en el último tramo de su vida.

En un mundo que había sido vedado para las mujeres, Emma ha demostrado que es fiel a su esencia intrépida y determinada porque nunca la han detenido los estereotipos ni el qué dirán. Además es claro que no le tiene miedo a nada ¡Pobre de aquel que se interponga en su camino!

Como periodista nunca ha podido ser indiferente ante la desigualdad y la injusticia porque va contra su esencia de “Diva” y sin importar en donde esté, ella siempre alza la voz para ser escuchada hasta excesos criticados.

EMMA, LA MUJER
Emma Albertina nació diva el 4 de octubre de 1967 en Culiacán, Sinaloa como la única hija que meció la cuna de Alberto Quiroz Soto y Emma Acuña de Quiroz. Su padre era originario del puerto de Topolobampo, Sinaloa, y su mamá del poblado de Metates, Durango. Fue la única mujer entre cuatro hijos varones. “Lo Diva lo tengo en la sangre”, admite.

Fue una niña sumamente consentida, querida por todos, y criada junto a sus hermanos se hizo más combativa.

No obstante, siendo la única hija fue protegida de los latidos de su propio corazón colocando sobre ella un manto protector para que no tuviera contacto con los misterios y los imponderables del mundo.

“Fui una niña muy consentida. Creo que por eso he sido tan altanera y caprichosa. Mi padre era la disciplina y el castigo, pero también el protector, proveedor, y su familia siempre fue su tesoro más preciado. Mi madre una mujer entregada a su hogar, esposo y sus hijos. Organizada para con su familia y alcahueta con sus hijos”, recordó.

Desde pequeña le apasionaron los fenómenos sociales, el comportamiento humano y la lucha por las causas justas. Por eso, su primer impulso fue estudiar psicología. Sin embargo, al salir de la preparatoria, por los avatares del destino en un hogar sobre protector que no le permitió ir a estudiar a Jalisco, decidió ingresar a la licenciatura en ciencias de la comunicación y relaciones públicas en la Universidad Autónoma de Occidente.

“Entré a la carrera de comunicación porque cuando salí de la preparatoria le comenté a mis papás que quería estudiar psicología en Guadalajara, pero mi padre no lo autorizo y me dijo que lo que quisiera estudiar lo haría aquí en Culiacán”, comentó.

Fue así como hizo su servicio social en la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Sinaloa durante la administración del gobernador Francisco Labastida Ochoa.

“Me gusta la comunicación, el contacto con la gente, me considero una mujer intolerable ante las infamias u ofensas. No las permito a nadie. ¡A nadie!”, comentó.

Al concluir su carrera, una vez graduada, estudió italiano y viajó con dos amigas a Florencia, Italia para estudiar Diseño Gráfico lo que fue una experiencia maravillosa pues a sus 21 años de edad conoció el viejo continente.

Al regresar de Europa, Emma fue a buscar al Lic. Ignacio Lara Herrera, un zacatecano que se trajo Francisco Labastida de la Ciudad de México para que fuera su jefe de prensa. Fue él quien ingresó a Emma el servicio público, primero en el área de relaciones públicas del Ejecutivo del Estado y luego como jefa de prensa de la Dirección de Vialidad, Tránsito y Transportes del Estado.

En 1993 se trasladó a Guadalajara para laborar en el área de ventas de la empresa Promomedios Radio y también como conductora del programa “Las viejas en el deporte”. Allí conoció al hombre con el que se casaría.

En 1996, su novio Carlos Mar Blanco fue a Culiacán a pedir la mano de Emma a su padre, y en ese mismo año nació su única hija Carla Valeria Amor Mar Quiroz. “Siempre quise tener nueve hijos, lamentablemente no pude”, confesó.

Al terminar esa relación amorosa, dos años después regresaría a Culiacán, junto con su hija. “Mi mayor satisfacción es haber sacado a mi hija adelante. Hoy es una extraordinaria profesionista”, afirmó.

EMMA, LA PERIODISTA
En 1999, el Ing. Rigoberto Félix Díaz, gerente de JAPAC, la contrató para el programa “Cultura del Agua” y en el año 2000 se incorporó al Consejo Estatal de Seguridad Pública, iniciando su formación y trayectoria en las áreas de la seguridad pública.

De esta manera, fue directora de comunicación social del Consejo Estatal de Seguridad Pública, secretaria técnica de la Procuraduría General de Justicia y directora de planeación y participación ciudadana del Consejo Estatal de Seguridad Pública donde, fiel a su temperamento de Diva, nunca pudo quedarse callada ante las injusticias.

En el sexenio del gobernador Jesús Aguilar Padilla fue vocera del Gobierno del Estado de Sinaloa y enlace entre el Ejército Mexicano, la Policía Federal Ministerial y corporaciones estatales y municipales.
En ese periodo, de 2008 a 2013, fue el Operativo Conjunto Culiacán – Navolato, cuando recrudeció la guerra entre el narco.

A lo largo de su trayectoria, su integridad ha estado varias veces en peligro. En esos años de vocería, la sinrazón de la delincuencia siempre fue peligrosa.

En la actualidad la gente comprende la labor de un vocero que consiste en transmitir información pero hubo un tiempo en que eso no se entendía y Emma tuvo experiencias donde casi pierde la vida.

Fue precisamente en esa época cuando conoció más de cerca las detonaciones, las ráfagas de AK-47 buscando su cuerpo, las explosiones y el humo que sobrevuela y lo impregna todo de olor a pólvora.

ensible y valerosa no se amedrentó. Pero fue entonces que volvió a nacer tras un terrible atentado.

Durante la administración del gobernador Mario López Valdez, se alejó de la comunicación y se convirtió en emprendedora al abrir con el apoyo de su padre el Spa “Divas y Reyes Spa”.

En el 2017 aceptó el llamado del gobernador Quirino Ordaz Coppel para trabajar nuevamente en la Secretaría de Seguridad Pública del Estado.

En 2019 ingresó a la Comisión Estatal de Atención Integral a Víctimas donde permaneció hasta junio de 2022 y en julio de este mismo año fue invitada por el rector de la Universidad del Policía, Oscar Fidel González Mendívil, para incorporarse a esta institución cuyo propósito fundamental es formar policías profesionales y preparados.

También en 2019 inició su programa “Sin Mentiras”, de transmisión en vivo a través de las redes sociales con contenidos periodísticos de interés social.

No ha sido fácil sacar adelante este proyecto periodístico pues durante los dos últimos años ha sufrido pérdidas dolorosas. La pandemia del COVID-19 le arrebató a su mamá Emma Acuña de Quiroz, murió su hermano Ramón Quiroz Acuña por cáncer de páncreas y su sobrino Carlos Arturo Quiroz Ramírez falleció en un accidente. Su fortaleza resiliente le permitió superar tantas adversidades.

“He sido una mujer afortunada en muchos aspectos, privilegiada en otros, pero en gobierno me he abierto las puertas yo sola, debido a que creo oportunidades, porque padrinos políticos no tengo. Tampoco partido político”, subrayó.

A pesar de haberse desarrollado en el frente de guerra, en las áreas de seguridad, Emma es una mujer protectora y niñera de vocación porque le encantan los chiquillos, ama a las personas mayores y a los animales, quizás por ser más vulnerables. Emma, la Diva del periodismo, es una figura complicada y aguerrida, pero entrañable. Es uno de esos personajes que siempre hacen falta para hacer contrapeso para alcanzar la sociedad que anhelamos.

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