Blanca Juárez
Por cada profesional con certificación en cirugía plástica, estética y reconstructiva que ejerce su carrera en México, hay otras 20 personas que se dedican a la misma actividad sin haber cursado la especialidad, según una reforma impulsada por Morena.
La Cámara de Diputados aprobó hace unos días un cambio al artículo 79 de Ley General de Salud (LGS) y estableció que para realizar ese tipo de procedimientos, las personas deben contar con una certificación emitida por autoridades médicas y educativas competentes. La minuta pasó al Senado para su revisión.
Hasta ahora, pese a las muertes y los graves daños ocasionados por personal no calificado, en el país no era obligatorio contar con un documento de garantía expedido. Muchas personas se han aprovechado de ello y ejercen como especialistas.
México ocupa el tercer lugar a nivel mundial en cirugías estéticas, después de Estados Unidos y Brasil, según la Asociación Mexicana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (AMCPER).
En 2021, esta industria facturó más de 69,000 millones de dólares a nivel mundial “y se prevé que dicha cifra siga aumentando”, según Statista. En 2017, “dos de cada 10 pacientes operados en México vinieron del extranjero a atenderse por cirujanos plásticos mexicanos”, según la AMCPER.
“Esta situación ha generado un importante mercado económico que desgraciadamente ha llamado la atención de muchas personas que, sin contar con la formación necesaria, deciden practicar cirugías plásticas y estéticas”, expresó el diputado Emmanuel Reyes Carmona (Morena), presidente de la Comisión de Salud en San Lázaro, al defender la propuesta desde la tribuna en San Lázaro.
En 2022, “un cirujano fue detenido por los agentes de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México acusado de homicidio de al menos dos pacientes y lesiones en otros, como resultado de una mala cirugía practicada. También se reportó que en Tijuana tres personas extranjeras murieron a causa de cirugías estéticas mal realizadas en clínicas ilegales”, narró el legislador.
De acuerdo con datos que presentó al pleno, en 2022, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) clausuró 78 clínicas donde se realizaban cirugías estéticas sin permiso para ello y sin el personal especializado para realizarlas.
Aumento en las quejas contra malas prácticas
La cirugía estética o cosmética es un procedimiento quirúrgico para “cambiar o corregir el contorno o forma de diferentes zonas” del cuerpo con fines estéticos, según el artículo 95 Bis del Reglamento de la Ley General de Salud en materia de prestación de servicios de atención médica.
En 2022, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed) recibió 30 reclamaciones por cirugías plástica, estética y reconstructiva mal practicadas, de acuerdo con información de la Plataforma para el registro de quejas médicas y dictámenes de las comisiones estatales de arbitraje médico.
Entre 2002 y 2017, la Conamed recibió 654 quejas, según el Análisis de la queja médica en el servicio de cirugía plástica, estética y reconstructiva. Dos de ellas fueron por las muertes de dos personas.
La mayoría de quienes iniciaron la queja fueron tratados en el sector privado: 440 personas, que representan el 67 por ciento. Y 214, en el sector público, es decir, el 33 por ciento. La tendencia de las denuncias “es creciente”, de 160%, indica el análisis.
Los principales motivos para iniciar la queja fueron problemas con el tratamiento quirúrgico (39.8%), relación médico paciente (25.4%) y tratamiento médico (21.3%). “El mayor porcentaje de motivos de queja se enfoca en el tratamiento quirúrgico, debido a ser una especialidad meramente quirúrgica; algunos tratamientos son médicos y de seguimiento, pero la base de ésta es quirúrgica”, se detalla en el documento.
¿Quién certifica a las y los profesionistas?
“Para la realización de los procedimientos médicos quirúrgicos de especialidad se requiere que el especialista haya sido entrenado para la realización de los mismos en instituciones de salud oficialmente reconocidas”, indica el artículo 81 de la LGS.
En México “no existe la carrera de cirujano estético. Así que para lograr la pericia de esa profesión se tiene que hacer un recorrido académico bastante extenso”, se destaca en el dictamen aprobado por la Cámara de Diputados.
La ruta de formación profesional comienza en la carrera de Medicina, que toma de seis a ocho años conseguir el título, agrega. Luego, la residencia en cirugía general, que toma de dos a cuatro años. A partir de ahí podrán cursar la especialidad en cirugía plástica, estética y reconstructiva por un periodo de tres a cuatro años.
“Para adquirir experiencia quirúrgica se emplean cuando mínimo seis años. Y, por último, para certificarse y validar las destrezas y habilidades, cinco años. En suma, serían como mínimo 22 años de carrera profesional para lograr la especialidad de cirujano estético”, apunta el diputado.
La tarea de certificación en las diferentes especialidades de la medicina está distribuida en diferentes organismos. El Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (Conacem) es la máxima autoridad y éste, a su vez, avala a diferentes consejos para que puedan emitir la “declaratoria de idoneidad” y el certificado.
Hasta el momento, el Consejo Mexicano de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (CMCPER) es el único organismo avalado por el Conacem para expedir este documento “sólo a los que terminan su especialidad”, subraya en su página de internet.
El certificado tiene una validez de cinco años, posteriormente la o el profesionista tendrá que realizar otro examen para demostrar que se ha actualizado en la materia.
