La importancia de la abuela materna en el desarrollo emocional de los niños

Irma Evangelina Gallo López de Lara

En el proceso de crianza y desarrollo de un niño, la figura de la abuela materna juega un papel fundamental. A lo largo de la historia, las abuelas han desempeñado un papel activo en la educación y el cuidado de sus nietos, aportando amor, sabiduría y experiencia. 

Aunque todos los abuelos son valiosos, los estudios y la experiencia destacan especialmente la importancia de la abuela materna en el desarrollo emocional de los niños.

Un vínculo indispensable para el crecimiento emocional

La relación entre una abuela materna y sus nietos es única y especial. Las abuelas maternas, al ser las madres de las madres, establecen un vínculo emocional íntimo con los niños desde el principio. Esta conexión se basa en lazos familiares profundos y en la confianza que se genera a través de generaciones. 

Los niños suelen sentirse cómodos y seguros en la compañía de sus abuelas maternas, lo que fomenta un ambiente propicio para el desarrollo emocional.

La abuela materna despliega una serie de características y comportamientos que benefician el crecimiento emocional de los niños. En primer lugar, su presencia constante en la vida de los nietos les brinda estabilidad y continuidad emocional. Las abuelas maternas suelen estar disponibles para ofrecer apoyo, afecto y consuelo cuando los niños lo necesitan, lo que contribuye a la formación de un apego seguro y una autoestima positiva.

Abuela y nieto

Abuela y nieto / Imagen: iStock

La transmisión de los valores y la historia de la familia

Por si esto fuera poco, la abuela materna es quien suele contar historias a los niños, con lo que transmite valores, tradiciones y conocimientos familiares. Estas historias y enseñanzas ayudan a los niños a desarrollar un sentido de identidad y pertenencia, fortaleciendo su conexión con sus raíces y su linaje familiar. 

Finalmente, la abuela materna suele actuar como una fuente de consejos y orientación, brindando perspectivas únicas por sus años de experiencia, y ayudando a los niños a enfrentar desafíos emocionales.

La presencia de la abuela materna también fomenta la interacción social y el desarrollo de habilidades sociales en los niños. Las actividades compartidas, como juegos, manualidades o cocinar juntos, crean momentos de conexión y diversión, permiten que los niños aprendan habilidades sociales, resolución de problemas y cooperación.

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