Roxana González
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, que desde que llegó a la presidencia de México, en 2018, ha promovido la desaparición de la Organización de Estados Americanos (OEA), se encuentra dentro del top 10 de países que han cumplido puntualmente con el pago de su cuota anual al organismo regional, liderado por el uruguayo Luis Alamagro.
De acuerdo con información de la Secretaría de Administración y Finanzas de la OEA, desde enero pasado México pagó al Fondo Regular 6 millones 790 mil 50 dólares que le fueron asignados como membrecía anual a la organización, la cual fue creada en 1948.
El pago se realizó en una sola exhibición e incluso por encima de obligaciones económicas con otros organismos internacionales como la ONU, a la que México todavía debe más de 22 millones de dólares de su cuota del 2022, como publicó El Sol de México en enero pasado.
La administración de López Obrador no reporta, además, adeudos de años anteriores con la OEA ni préstamos vigentes como sucede con naciones como Brasil y Argentina que en conjunto adeudan más de 25 millones de dólares al organismo.
En su artículo 55, la Asamblea General de la OEA establece las bases para fijar la cuota con que debe contribuir cada uno de los gobiernos al sostenimiento de la organización, tomando en cuenta la capacidad de pago de los respectivos países y la determinación de éstos de contribuir en forma equitativa. Para tomar decisiones en asuntos presupuestarios se necesita la aprobación de los dos tercios de los Estados miembros.
Representante de México ante la OEA rechaza aumento en cuotas
El miércoles pasado, el Consejo Permanente aprobó con 25 votos a favor y cinco en contra una resolución para solicitarle a la Asamblea General, que se realizará este mes, un aumento de los recursos que los países destinan a la organización luego de años de congelamiento. La representante de México ante la OEA, la embajadora Luz Elena Bolaños, intentó bloquear la propuesta en un “acalorado” debate en el que aseguró que el aumento de cuotas es una ilegalidad.
La embajadora acusó a la mesa que presidía el debate de actuar contra “la ética y la moral”, pues se estaba violentando el mandato de la organización.
Ante la tendencia mayoritaria de aprobar el incremento del techo presupuestario de 82 millones 800 mil dólares a 92 millones 100 mil dólares, Baños atacó a sus colegas, comenzó a gritar y se puso de pie. “No me siento”, gritó la diplomática ante las solicitudes para bajar la tensión en la sala.
Luego de la votación la representante de México volvió a la carga diciendo que lo que había sucedido en la sesión era un atropello, acusó a la conducción de la OEA de ser “dioses del Olimpo” y a sus colegas de actuar de “mala fe”. “Qué les aproveche, ganaron por la fuerza”, dijo Baños.
México es el cuarto contribuyente a la OEA, después de Estados Unidos, Brasil y Canadá, entre 34 naciones que integran la OEA.
