Cruz Roja Mexicana reconoce a socorristas y paramédicos en su día

Ximena Mejía

El presidente de la Cruz Roja Mexicana, Carlos Freaner Figueroa, reconoció en su día a socorristas y paramédicos.

En la conmemoración del Día del Socorrista, el titular de la Cruz Roja Mexicana destacó la labor incansable de las y los profesionales, quienes auxilian a la sociedad ante desastres naturales, pandemias y accidentes.

“Los socorristas de Cruz Roja son los ángeles guardianes de nuestra sociedad, siempre listos para tender una mano y proteger la vida de nuestros conciudadanos”, destacó.

La Cruz Roja Mexicana entregó a nivel nacional 124 reconocimientos por trayectoria y labor humanitaria a socorristas, paramédicos, enfermeras, médicos y personal operativo de la institución.

En la Escuela de Enfermería ubicada en la alcaldía Azcapotzalco, el presidente de la Cruz Roja Mexicana, Carlos Freaner Figueroa, entregó 12 reconocimientos a las y los socorristas, paramédicos, operadores, y voluntarios, cuyas trayectorias van de los 29 a 55 años de edad.

Alberto Cuenca ha sido voluntario desde hace 55 años. El voluntario relató que uno de los momentos que más lo marcaron fue la matanza de Tlatelolco en 1968.

Recordó que en aquel momento tenía 19 años y como socorrista se les permitió únicamente a la Cruz Roja ayudar a los heridos. Cuenca describió que fue llevado a uno de los edificios del complejo habitacional de Tlatelolco donde se les pidió no prender la luz para no ver a los heridos, en su totalidad civiles.

“Nos llevaron a un cuarto de azotea. Un edificio de Tlatelolco, nos llevaron a un cuarto de azotea, nos pidieron que no prendiéramos ninguna luz. Entramos a oscuras al cuarto y se patinaba uno como si estuviera pisando fango, era sangre, estaba lleno de sangre de los heridos que estaban adentro”, relató

Otro de los premiados fue Marco Antonio Franco, coordinador nacional de Socorros de Cruz Roja Mexicana, quien fue parte de la delegación mexicana que viajó a Turquía para ayudar en las labores de rescate tras el terremoto.

El rescatista, con 35 años de servicio, relató que la experiencia en Turquía fue un reto para todo el equipo por la magnitud del desastre, la cultura y el viaje de 35 horas para llegar.

“La experiencia de Turquía que fue una de las últimas fue enriquecedora para el equipo porque realmente sentíamos que íbamos preparados para muchas emergencias, pero al llegar a esas condiciones de clima, cultura, de viaje, fue complicado”, confesó.

Otras notas que pueden interesarte