Libros de Texto Gratuito de la 4T, ¿qué esconden?, ¿por qué la prisa?

Isaac Torres Cruz

En el mismo libro de secundaria de Ética, Ciencias Naturales y Sociedad, los alumnos deberán aprender sobre océanos y dar un salto a los movimientos feministas, para después conocer sobre los afromexicanos y regresar a las montañas, y tratar de aprender sobre los temblores que azotaron recientemente la capital para pasar al tema de la desgracia del Colegio Rébsamen. En algunos otros aprenderán “historia política”, sobre la cruzada de la 4T, los fraudes electorales y cómo es que tuvimos un presidente que se casó con una actriz de telenovela.

Los Libros de Texto Gratuito que podrían circular en los siguientes ciclos escolares en las escuelas son una “mescolanza”, una “ensalada” sin didáctica ni revisión. “Quiero saber cómo lo van a trabajar los maestros”, señala Alma Maldonado, investigadora del Cinvestav especializada en educación.

La académica se encargó de ser la autora de la petición en Change.org que alerta sobre esta nueva generación de libros, no obstante, señala en entrevista, fue elaborada por varios colegas del área educativa y en la que Raúl Rojas –Premio Nacional de Ciencias y profesor de la Universidad Libre de Berlín– participó de manera importante. El académico ha criticado el contenido de estas publicaciones por la degradación del pensamiento matemático.

Los académicos e investigadores externaron su preocupación por los nuevos Libros de Texto Gratuito de la 4T en la carta “El futuro de niñas, niños y jóvenes en riesgo: No a los nuevos libros de texto gratuito”, que ha alcanzado 10 mil firmas en sólo tres días. Los académicos advierten los diversos puntos desfavorables, pero enfatizan que la mayor pérdida educativa será en el nivel secundaria, de forma “crítica”. Solicitan que se detenga su distribución hasta que no se haga una revisión de profesionales, docentes y diseñadores de este tipo de materiales pedagógicos.

“En secundaria se utilizaban libros elaborados por particulares, ahora serán los hechos de forma pública, pero sin revisión ni evaluación de los temas que necesita: didácticas disciplinas y diseño”, dice Maldonado.

¿Y DÓNDE ESTÁ LA SEP?

La solicitud pide detener la distribución de los libros, hasta que pasen por la revisión de especialistas, profesionales y docentes, como se había hecho hasta antes de esta nueva versión. Sin embargo, Maldonado señala que la comunidad académica no peca de ingenua y si bien una carta no detendrá este retroceso educativo, sí deja un antecedente del gremio y busca la atención de la Secretaría de Educación Pública (SEP), la cual ha tenido un comportamiento fantasma ante el debate y la discusión de este problema que no es menor, enfatiza la académica.

La secretaria de Educación está totalmente ausente de la discusión, de Educación Básica peor, parece que no hay nadie, sólo Marx Arriaga quien defiende públicamente estos libros”.

¿Y DÓNDE ESTÁ EL PILOTO?

Los académicos recuerdan en la carta que el decreto de modificación se publicó en el Diario Oficial de la Federación en agosto pasado sin que se realizaran las pruebas piloto que establecía. A su vez, el decreto señala que los cambios se llevarían a cabo sólo en el preescolar y los primeros grados de primaria y secundaria.

“A pesar de lo que dice el decreto, no se hicieron pruebas piloto ni se conoce el resultado de una sola evaluación. Tampoco se han dado a conocer los programas de estudio detallados para cada grado. Sin embargo —para sorpresa de la sociedad— se imprimieron libros de todos los grados de primaria y secundaria, desapareciendo los que hasta ahora se utilizaban para las diversas materias”, dice la carta.

OPACIDAD

Ante la celeridad de la puesta en marcha de esta política pública, los académicos y académicas cuestionan “¿qué esconden?”, respecto a su elaboración, y “¿cuál es la prisa?”, que no ha permitido su revisión.

Sobre la primera cuestión, Maldonado recuerda que las autoridades han mencionado que los libros fueron elaborados tras un “proceso único y ejemplar” en el que participaron maestros, quienes, si bien son importantes, no saben de diseño curricular ni de cómo elaborar un libro de texto. De esta forma, las autoridades harán recaer la responsabilidad en los docentes.

Entonces, “si fue un proceso ejemplar por qué ocultaron la información por 5 años sobre la elaboración de los textos, por qué no nos dicen cómo fue, cuántas personas participaron, si les pagaron o no, qué les pidieron y bajo qué condiciones y características hicieron este trabajo. Los maestros pueden haber participado de buena fe, pero no son las formas que se requieren para un tema tan importante”.

Y ¿cuál es la prisa? “Se les acabó el tiempo, estamos en el final del sexenio y, de nuevo, se responsabilizará a los maestros quienes tendrán que implementar estas ideas sin un proceso de capacitación, aunque las autoridades dicen que sí la hubo. Hemos visto cambios en los Consejo Técnicos, pero cambiar todo el modelo toma tiempo, se debe tomar paulatinamente, cada año, y eso iba a tomar, por lo menos, un sexenio más”.

Maldonado refiere que la carta de los académicos pone la alerta en los contenidos académicos más que en los ideológicos que permean en estos libros, puesto que es más importante, donde la ciencia y las matemáticas tienen un espacio marginal, por no hablar de los tantos errores que contienen.

“Los libros anteriores no eran perfectos, pero tenían bases académicas que ayudaban a los maestros. Bajo el contexto de los estragos que dejó la pandemia en la educación –que desconocemos debido a la falta de información–, tenemos un factor más que repercutirá en la formación de los estudiantes, con más carencias. El panorama para ellos será complicado”. “El futuro de la niñez de México está en riesgo”, dice la carta.

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