Paola M. Hinojosa M.
El Día Internacional de los Cuidados y el Apoyo se celebra cada 29 de octubre, ya que, la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) así lo aprobó. Con esto se busca terminar con la invisibilidad de un trabajo indispensable para el desarrollo social y económico global que ha sido asumido principalmente por mujeres y niñas, en la mayoría de los casos no se les otorga ningún tipo de remuneración o reconocimiento.
Cabe mencionar que todas las personas necesitan cuidados y apoyos en algún momento de la vida, ya que, se trata de un ciclo vital y natural de los seres humanos. Por lo tanto, el reconocimiento del valor de los servicios de cuidado en la esfera doméstica dentro de la economía es relativamente reciente.
Además, su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) de las naciones no se hubiera limitado de no ser por las demandas de los feminismos. De acuerdo con la Comisión de Derechos Humanos de la Cuidad de México (CDHCM), la violencia familiar fue centro de discusión debido a movimientos sociales que llamaron la atención del Estado para convertirlo en un asunto de interés público y no centrarlo únicamente a lo doméstico o a los cuidados y apoyos que deben de trascender ese cerco para ser protegidos como derechos.
La puesta en práctica de estos constituyeron un eje para el ejercicio de otros derechos humanos, así como para la igualdad entre los géneros y la corresponsabilidad del Estado y otros actores en el desarrollo de sociedades sostenibles.
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La mayor parte de las mujeres que trabajan de cuidadoras no reciben pago (foto: ONU/Web)
Razones por las cuales la protección del trabajo remunerado de cuidados debe continuar avanzando conforme al desarrollo de los sistemas que los garantice. De acuerdo con datos compartidos por la Organización Internacional del Trabajo algunos datos referentes a la fecha contemplan lo siguiente:
– La fuerza de trabajo a nivel mundial que se dedica a la prestación de cuidados se encuentra integrada por 249 millones de mujeres y 132 millones de hombres.
– De 2023 a 2030 se tiene previsto que el número de receptores de cuidados ascienda a 2 mil 300 millones, es decir, 100 millones más de personas de la tercera edad y 100 millones más de infantes de entre 6 y 14 años.
– Las mujeres representanel 76.2 por cierto de trabajadores de cuidado no remunerado, es decir, 3.2 veces más que los hombres.
En dicho escenario se ha demostrado que las tareas del cuidado, dentro de los hogares de manera no remunerada o remunerada, en la mayoría de las ocasiones es precaria y en condiciones de informalidad.
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Las mujeres representan más del 70% de trabajadoras no remuneradas Jesús Hellín – Europa Press
Para la garantía del derecho de las personas a cuidar, ser cuidadas y al auto cuidado, tienen retos significativos, los cuales van desde el reconocimiento constitucional de estos, hasta la creación de sistemas de cuidados y apoyos que cuenten con al menos tres criterios elementales, según la ONU:
– El primero de ellos implica la creación de sistemas sólidos y responsivos a los grupos de atención prioritaria, sobre todo niñez, personas con discapacidad y personas mayores.
Para lo anterior, la CDHCM detalló que se requiere de un diseño que parta de un enfoque diferencial y del análisis interseccional que permita garantizar los derechos de las personas en su diversidad y situación vital, misma que imprime diferencias relevantes en función de condiciones como la migración, la identidad cultural, la privación de la libertad, etc.
– El segundo elemento debe responder a la matriz de derechos específicos asociados a dichos grupos de atención prioritaria en conjunto con los derechos a cuidar, ser cuidado y al autocuidado.
– Finalmente, el tercer elementos de los sistemas de cuidado deben ser accesibles, pertinentes culturalmente y sensibles al género.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó en la Cuenta Satélite del Trabajo No Remunerado de los Hogares de México (CSTNRHM) 2020, con el objetivo de proveer información acerca del valor económico de las horas de trabajo no remunerado que los miembros del hogar destinan a las labores domésticas y de cuidados.
En 2021, el valor económico de las labores domésticas y de cuidados reportó un monto de 6.8 billones de pesos, lo que equivalió a 26.3 % del PIB nacional.
Durante 2021, las mujeres aportaron 2.6 veces más valor económico que los hombres por sus actividades de labores domésticas y de cuidados en el hogar.
En 2021, las mujeres aportaron a su hogar, en promedio, el equivalente a 71 524 pesos por su trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados.
Durante 2021 aumentó el tiempo destinado a actividades o labores domésticas, y en el rubro de traslados y acompañamiento. El tiempo para apoyo escolar y ayuda a otros hogares disminuyó.
En 2021, el valor económico de las labores domésticas y de cuidados que realiza la población de 12 años y más reportó un monto de 6.8 billones de pesos a precios corrientes. Este monto equivalió a 26.3 % del PIB nacional. Las mujeres contribuyeron con 19.1 % y los hombres, con 7.2 por ciento. Con sus labores domésticas y sus cuidados en el hogar, las mujeres aportaron 2.6 veces más valor económico que los hombres.
El valor que generó el Trabajo no Remunerado de los Hogares (TNRH) como porcentaje del PIB nacional fue superior al de algunas actividades económicas, como el comercio, la industria manufacturera y los servicios educativos. Estos registraron una participación de 19.6, 18.1 y 3.6 %, respectivamente.
Las actividades de cuidados y apoyo contribuyeron con 26.7 % del valor económico total del TNRH. Siguieron las actividades de alimentación, con 21.8 %; las de limpieza y mantenimiento de la vivienda, con 21.0 %; las compras y administración del hogar, con 13.2 %; la ayuda a otros hogares y trabajo voluntario, con 9.6 % y limpieza y cuidado y de la ropa y calzado, con 7.7 por ciento.
