B. Rodríguez
A solo dos días de la festividad de Halloween el ambiente espeluznante inunda cada rincón, acompañado pro la vibra del tradicional Día de Muertos hacen que cada lugar aqquiera un toque único y especial, desde el decorado de calacas y flores, pasando por lo fantasmal que caracteriza esta época del año.
Es precisamente la calabaza uno de los elementos que más importancia adquieren en estas festividades, en particular, en el caso del Halloween, donde no solo son un elemento decorativo en el que se plasman caras tétricas, sino también inspiración de recetas y tendencias.
Sin embargo, su significado más va más allá, desde antiguas épocas paganas cuando los celtas celebraban la llegada del invierno, en un festejo llamado Samhain, cuando se unía el mundo de los vivos y el de los muertos.
Así, se encendían linternas hechas de nabos tallados y se colocaban fuera de las casas para ahuyentar a los espíritus malignos.
El uso de las calabazas en la festividad de Halloween se popularizó en el siglo XIX con la leyenda de Jack O’Lantern.
¿Quién fue Jack O’Lantern?
En Irlanda surgió una versión muy particular de este relato popular que narra la historia de un astuto granjero conocido como Jack el Tacaño (Stingy Jack), quien usó una cruz para atrapar al Diablo e evitar que este se llevara su alma.
El granjero fue más listo que el Diablo, cuando este quería robarle su alma, así, Jack le hizo subir a un manzano, acto seguido, le puso cruces alrededor para que el ser maligno no pudiera bajar por lo que quedó atrapado en lo alto del árbol.
Jack no le permitió bajar hasta que le prometiera no llevare su alma, fue así como logró convertirse en un ser inmortal.
Otra versión de este mito narra que Jack era perseguido por varios aldeanos cuando se encontró con el Diablo, quien le avisó que había llegado el momento de su muerte.
Al verse entre la espada y la pared, el granjero pidió al ser maligno que castigara a los aldeanos que le perseguían por ser fieles a Dios, además le pidió al Diablo que se convirtiera en una moneda con la cual pagaría por los bienes robados.
El Diablo accedió a convertirse en moneda, saltó hasta el saco de monedas de Jack, que para su sorpresa solo contenía una cruz en su interior, atrapando así al Diablo para siempre.
Tras la muerte de Jack, su alma quedó vagando en la Tierra puesto que no podía entrar al Cielo ni al infierno por el acuerdo con el Diablo.
Sin destino final, el maligno le arrojó una brasa que nunca dejaría de arder por lo que Jack la insertó en uno de sus nabos, que era su comida favorita, y comenzó a vagar sin rumbo por el mundo.
Así, Jack fue renombrado como Jack of the Lantern o Jack-o’-Lantern.
La calabaza en Halloween
En Irlanda y Escocia se colocaba cada año la conocida como linterna de Jack, el nabo tallado con la cara tenebrosa del granjero, en las ventanas para ahuyentar al diablo y a todo espíritu maligno.
Cuando los primeros colonos irlandeses llegaron a América, descubrieron la calabaza la cual era un fruto de temporada muy abundante, por lo que decidieron sustituir los nabos por esta hortaliza para ahuyentar al diablo y guiar las almas a la luz.
Así la calabaza es significativa de Halloween, pero no solo eso, sino que en Norteamérica se cosecha a principios de otoño, legando hasta México en donde es preparada como dulce en el marco del Día de Muertos.
