Estudio revela que el 56% de los estudiantes mexicanos vive con un familiar alcohólico

Ileana Vianey Fonseca Barrera

El alcoholismo familiar es una sombra que se recae sobre miles de hogares en México, dejando a su paso dolor y sufrimiento en la infancia y la adolescencia. Según un estudio reciente de la UNAM, el 56% de los estudiantes mexicanos convive con un familiar que consume alcohol en exceso, siendo el padre el más común en este hábito destructivo. Esta situación tiene consecuencias devastadoras en la salud mental de los hijos, quienes enfrentan ansiedad, depresión, problemas de conducta e incluso pueden caer en adicciones.

¿Qué dice el estudio?

El estudio reveló que el 66% de los adultos mexicanos tiene antecedentes familiares de consumo de alcohol, mientras que el 40% de los estudiantes universitarios reporta algún familiar con este hábito. Además, el 10.6% de los estudiantes de secundaria y bachillerato perciben que su padre tiene un consumo problemático de alcohol, mientras que un 1.3% señala lo mismo respecto a su madre.

Los hijos de padres bebedores tienen hasta un 38% más de riesgo de consumir alcohol en exceso, y reportan menor vigilancia y atención por parte de ellos. Además, 1 de cada 7 jóvenes mexicanos de entre 10 y 19 años enfrenta un padecimiento mental, y el consumo de alcohol en edades tempranas produce alteraciones en el sistema de estrés y en las habilidades cognitivas.

¿Cómo afecta el alcoholismo?

Las familias con padres bebedores se convierten en un terreno fértil para la negligencia, el maltrato y la falta de atención hacia los hijos. Los niños que crecen en este entorno tienen un mayor riesgo de iniciar el consumo de alcohol a temprana edad y de enfrentar dificultades en su desarrollo emocional y social.

El alcohol no solo afecta a los adultos, sino que secuestra el cerebro de los jóvenes, dañando áreas críticas como la toma de decisiones y la regulación emocional. Esto los hace más propensos a comportamientos impulsivos, violencia y depresión, perpetuando un ciclo destructivo que marca su vida.

¿Cómo se puede prevenir el alcoholismo?

Ante esta alarmante realidad, es urgente tomar medidas para prevenir el alcoholismo familiar y proteger a los niños y adolescentes. Se requieren campañas de concientización que eduquen sobre los riesgos del consumo excesivo de alcohol, así como programas de intervención que brinden apoyo a las familias afectadas.

No podemos permitir que el alcohol continúe arrebatándole la infancia a tantos niños en México. Es momento de actuar con determinación y compromiso para construir un futuro más saludable para las nuevas generaciones. Es hora de romper el ciclo del alcoholismo familiar y construir un futuro más sano y prometedor para las nuevas generaciones.

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