Álvaro Aragón Ayala
Al imponer el gobernador Rubén Rocha Moya como candidato a Enrique Inzunza reventó el proyecto electoral de Morena en Sinaloa y zambutió en el “erotismo electoral” a su compañera de fórmula por el Senado de la República, Imelda Castro Castro. Los antecedentes de Inzunza caen también como pesado lastre sobre los candidatos a alcaldías y diputaciones federales.
Imelda Castro Castro, candidata reeleccionista reciente negativamente los efectos de la demanda por acoso, hostigamiento sexual, amenazas y violencia de género que enderezó la jueza Ana Karina Aragón Cutiño contra Enrique Inzunza cuando fungía como magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia.
VIVA LA DEMANDA CONTRA ENRIQUE INZUNZA
LOS TRINQUETES DE ENRIQUE INZUNZA EN EL TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA
Con todo los antecedentes de Enrique Inzunza, quien, además, aparece masturbándose en un video, Imelda Castro, todos los días, en la jornada comicial, se agarra de “la mano sexual” de su compañero de fórmula, enterrando el discurso morenista de la no violencia de género y la defensa de los derechos de la mujer y la familia. El espectáculo que ofrece Imelda apapachando a Enrique Inzunza es grotesco, insultante.
Los candidatos a alcaldes, diputados locales y federales, que forzosamente tienen que acarrear gente a los eventos de Enrique Inzunza, temen fotografiarse con él porque les genera una pésima imagen en el electorado y el repudio de la sociedad. La imposición de la candidatura al Senado conduce, pues, a la derrota anticipada de Morena.
