Centennials ponen a prueba la estructura laboral más tradicional, la del gobierno

Blanca Juárez

Como en el resto de las generaciones, no hay un consenso general sobre cuándo inician cada una de ellas. Por ejemplo, la Generación Z son consideradas las personas que nacieron entre los años 1990 y 2000 o entre 1995 y 2015.

En lo que sí hay un acuerdo es que se están integrando al empleo y cambiando “los parámetros tradicionales que lo definían, empezando por el papel que esperan de las empresas en la sociedad”, como señala un reporte de la empresa de recursos humanos Manpower.

“Las empresas han de esforzarse más que nunca por atraer, desarrollar y fidelizar al talento de la Generación Z, y necesitan contar con un propósito claro y genuino”, señala Manpower en el informe The New Human Age. Innovación + Tecnología + Iniciativa humana, claves del mercado del empleo en 2023.

Sin embargo, su presencia e influencia no se limita a las organizaciones privadas, también están laborando en las dependencias e instituciones al servicio del Estado, donde enfrentan otros retos.

Administrar correctamente a este grupo laboral permite que se desarrollen profesional y personalmente y que mejoren su nivel de ingresos. Pero también beneficia a la población en general, pues la labor que realizan es en beneficio de la ciudadanía.

“En particular, las comunidades reciben un mejor servicio cuando las organizaciones reflejan a sus electores, prestando especial atención a las necesidades y preferencias cambiantes de los ciudadanos”, señala el reporte Dar forma a la agenda de talentos del mañana para el sector público, de la consultora McKinsey.

Centennials en el gobierno federal

En México, hay más de 1.5 millones de personas servidoras públicas adscritas a las instituciones de la Administración Pública Federal, de acuerdo con el Censo Nacional de Gobierno Federal (CNGF) 2023. En promedio, reciben salarios brutos de entre 5,00 y 10,000 pesos mensuales.

De ese universo, 26,040 tienen entre 18 y 24 años, el 51% es mujer y el 49%, hombre. Y 138,262 tenían entre 25 y 29 años, también en este grupo hay una mayoría de mujeres, quienes representan el 55% y los hombres el 45 por ciento.

Lo anterior significa que la Generación Z representa el 10% del personal en el gobierno federal. El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) es, por mucho, el organismo público que más personas trabajadoras y trabajadores de ese grupo ha empleado.

Las cinco dependencias que más personas jóvenes tienen en su plantilla son:

  • IMSS (64,303)
  • Secretaría de Bienestar (11,530)
  • Instituto de Salud para el Bienestar (8,709)
  • Autoridad Educativa Federal de la Ciudad de México (7,872)
  • Secretaría de Salud (6,951)

En cambio, en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) sólo laboraban tres personas de entre 25 y 29 años, y en el Centro Nacional para la Prevencion y el Control del VI/Sida (Censida) trabaja un joven de menos de 24 años y uno de menos de 29.

Según el censo, la Oficina de la Presidencia de la República le había dado oportunidad laboral a siete jóvenes de entre 18 y 24 años y a 61 personas entre 25 y 29 años.

Un trabajo con propósito

Para 2030, se espera que la Generación Z represente alrededor del 30 por ciento de la fuerza laboral mundial, de acuerdo con el informe Generación Z en el lugar de trabajo ¿Cómo deberían adaptarse las empresas?, de la Universidad Johns Hopkins.

Tomando en cuenta que, según Manpower, “son un grupo muy comprometido con las cuestiones de diversidad, igualdad, inclusión y pertenencia” y que el 68% no está satisfecho “con los progresos realizados por sus organizaciones en diversidad e inclusión” y “el 56% no aceptaría un nuevo empleo sin un liderazgo diverso”, hay muchos cambios que iniciar en la administración pública.

La Encuesta Global Gran Desgaste, Gran Atracción 2.0 de McKinsey da pistas sobre qué mejoras implementar. Según esa investigación, la mayor parte del personal del sector público permanece o abandona su trabajo por el desarrollo profesional (45%), la segunda razón es por sus jefes o jefas (42%) y luego, por la remuneración (38%).

McKinsey sugiere centrarse en la “propuesta de valor para los empleados (PVE)”, es decir, los motivos para ir a trabajar todos los días. Las personas jóvenes, además de un salario digno, desean un empleo flexible, con propósito y con oportunidades de crecimiento profesional, sostiene la consultoría.

En muchas ocasiones, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha subrayado que el servicio público tiene un gran propósito: servir a la ciudadanía.

Y McKinsey señala algo no muy alejado de lo que dice el mandatario: en el sector público, la PVE se puede fortalecer “ofreciendo salarios y beneficios competitivos, brindando oportunidades de crecimiento profesional y enfatizando el impacto de su trabajo en la comunidad”.

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