Cristina Uranga
Los correctores de colores eran lo más en los 90. Así que no es extraño que, con todo este revival y esa nueva obsesión or las técnicas de corrección que recorre las redes sociales, regresen ahora por la puerta grande. Eso sí, olvídate de esas cremas densas como el cemento.
Las nuevas fórmulas ultra tecnológicas están enriquecidas con pigmentos soft focus que difuminan la textura de la piel y apenas requieren un toque para obrar maravillas.
Cómo funcionan
Estos correctores, que van del violeta al amarillo, son la forma más directa de camuflar rojeces, manchas, ojeras y granitos. Y funcionan por contraste: ocultan los defectos de la piel neutralizando el tono que predomina en la imperfección con uno opuesto, o complementario, siguiendo los principios de la armonía del color.
Cada color con su función:
Verde: contrarresta rojeces y granos. Puede disimular granitos, capilares y mejillas sonrojadas en exceso. En zonas concretas, basta con aplicar con ligeros toques por encima. Si el área es más amplia, se puede mezclar con una prebase.
Lavanda: equilibra las pieles cetrinas. Esos cutis que consiguen un bronceado inmediato y favorecedor en verano tienen que hacer frente a la maldición del invierno: su tez tiene demasiados subtonos amarillos. Este corrector es perfecto para desterrar definitivamente ese velo macilento.
Melocotón: para manchas y ojeras en pieles morenas. Unifica las áreas hiperpigmentadas y neutraliza las decoloraciones intensas en pieles morenas. También funciona sobre las ojeras azuladas típicas.
Rosa: aclara las zonas oscuras y compensa manchas y pecas en pieles claras. Y es perfecto para disimular ojeras marrones y para conseguir puntos de luz y un ligero efecto lifting si te lo aplicas en el hueso de la ceja.
Amarillo: compensa las zonas violáceas, como las ojeras, e ilumina los cutis apagados. El que ha creado Peter Philips, director creativo de maquillaje de Dior, consigue, además, neutralizar el tono de los labios con tendencia azul para exaltar el rojo cuando apliques la barra.
Publicado en mujerhoy.com
