Artículo 37, exorcismos y la “Ley Roberta”

María Margarita Free del Castillo

No gana una Roberto Cruz Castro pero ahí anda, sembrando vientos para cosechar tempestades, cultivando dudas sobre su pasado y presente, con sus excentricidades políticas, intentando cautivar a los sinaloenses con sus locos desvaríos y su rosado quehacer legislativo.

A Cruz le gusta el protagonismo y se mueve como pavorreal descolado en el Congreso Local. La personalidad del ex funcionario estatal y actual diputado local ofrece la impresión que hace lo imposible por no salir del ropero, pero es traicionado por su temperamento ardiente.

Escribí para Mujeres por Sinaloa el artículo “MALOVA: ROBERTO CRUZ Y ‘EL CHAPLIN’” http://mujeresporsinaloa.com/2017/07/09/malova-roberto-cruz-y-el-chaplin/ y plasme que el ex gobernador y sus asesores “van con todo contra Roberto Cruz”.

Malova se reunió con su equipo de colaboradores y sus asesores en su pent-house de la Torre San Bernardo y ahí quedaron claros varios puntos:

1.-En el 2011 la Iglesia Católica tomó como un agravio de Malova la designación de Roberto Cruz Castro como su jefe de asesores.

a).- Roberto Cruz Castro es nieto del general Roberto Cruz quien fusiló y asesinó al Padre Agustín Pro y a otros miembros de la Iglesia Católica.

b).- En su natal Mochis no tuvo una infancia apegada a los valores religiosos. Su segundo hogar lo fue el antro “El Chaplin”, considerado por la sociedad mochitense una cloaca. Fue el primer lugar en Sinaloa donde se ofrecieron show travestis, reprobados por la Iglesia Católica. Ahí dormía en ocasiones el joven Roberto Cruz y ahí convivía nocturnamente con grupos de artistas disfrazados de mujeres.

2.- Roberto Cruz no tiene ninguna empresa. Tampoco es socio de ningún negocio. Sus ingresos los obtenía y obtiene por el cobro del diezmo o de porcentaje mayores por “gestoría” a hombres de negocios para que obtengan prebendas o privilegios de los gobiernos del Partido Acción Nacional.

En los últimos días Roberto Cruz puso especial énfasis en promocionar su descontento por la iniciativa de reforma al artículo 37 de la Constitución Política Local, y en abordar otra más para darle certeza jurídica a los “matrimonios igualitarios”. La iniciativa es conocida ya como la “Ley Roberta”.

El diputado Roberto Cruz se opone a la modificaciones o la desaparición de dos párrafos del artículo 37 Constitucional, alegando que el debate en torno a las cuentas públicas se hará en lo obscurito.

El artículo 37 de marras, con el concurso de los diputados, ha impedido que vayan a juicio ex alcaldes y alcaldes en funciones, y exgobernadores de la estofa de Jesús Aguilar Padilla, e incluso tulle, paraliza, las demandas penales encausadas en contra de algunos funcionarios del gobierno de Mario López Valdez.

Las querellas o demandas están trabadas en las discusiones y la no aprobación de las cuentas públicas, retrasando el trabajo de la Auditoría Superior del Estado, órgano técnico, responsable de fiscalizar y dictaminar en torno a las cuentas públicas. La ASE depende del Congreso.

Sin modificaciones al artículo 37 Constitucional Malova y su pandilla escaparán del brazo de la ley. Las acciones legales de la Auditoría Superior del Estado seguirán supeditada a las negociaciones en lo obscurito de los diputados. Roberto Cruz es quien promueve la no reforma a este apartado constitucional.

El artículo 37 no ha servido para nada. El interés del diputado del PAN no es ese número constitucional sino el ruido que se genera en su entorno y los ataques que endereza contra quienes promueven la modificación a fin de que sirvan para que no se produzca una discusión profunda en torno a la “Ley Roberta” o iniciativa que facilite los matrimonios gay o “igualitarios”.

En un Sinaloa machista una iniciativa de este calado no únicamente provoca el rechazo de la Iglesias Católica sino miles de mujeres y de los hombres de pelo en pecho, bigote arqueado y patilla larga.

Mientras que Roberto Cruz promueve el griterío en las gradas del Congreso Local contra los diputados que apoyan la reforma al artículo 37 “filtra” o instala su iniciativa “SI” (Sinaloa Igualitario), con un apartadito oculto, ahí, que permitirá a los varones de “ala caída” besarse en plazuelas, parques y jardines y en toda clase de espectáculos.

El Diputado Cruz presentó la iniciativa que busca reformar diversas disposiciones del Código Familiar del Estado de Sinaloa a favor de matrimonios igualitarios, argumentando “que ya es tiempo que los diputados integrantes de esta legislatura, digan SÍ a la libertad, y que termine el falso debate que existe entre la familia, la religión y la moral con los matrimonios igualitarios”.

«Yo estoy a favor de la familia, soy miembro de una familia unida, tengo padres, tengo hijos, tengo hermanas y también soy católico y apoyo la libertad», dijo.

«El derecho de formar una familia les corresponde a todas las personas sin importar su preferencia sexual; que se acabe con los términos discriminatorios que actualmente definen al matrimonio como la unión de un hombre y una mujer y que se amplie el término libremente como unión de dos personas, con igualdad de derechos, deberes y obligaciones», subrayó.

Nada más que ahí es donde Roberto Cruz siembra la duda. Las sinaloenses no conocemos a su esposa ni a sus hijos. Tampoco a los padres de su cónyuge. Lo que sabemos nada más de él es que tiene 43 años de edad y vive solo en una lujosa residencia en el fraccionamiento La Primavera.

A las sinaloenses sí les gustaría conocer a la consorte y a los descendientes del arrebatado legislador del PAN. No hay ninguna foto de ella en su portal. No existe presencia de su esposa en ningún acto público del partido albiceleste ni en ningún evento legislativo o de gobierno.

El 12 de marzo del 2014, los periodistas Irene González y Carlos Rosas, publicaron en el portal Café Negro fotografías arrancadas del Facebook de Roberto Cruz paseando en la India “en viaje espiritual”.
El artículo lo titularon “A Radamés Díaz no lo caliente ni el sol y Roberto Cruz Castro se pasea en la india”.

En una de las imágenes se ve a Roberto Cruz con una persona. “Con mi amigo y guía espiritual el Padre Monseñor Rodolfo Villareal en la India un país de enormes contrastes, entre maravillas del mundo y una pobreza dolorosa — en Tajmahal, Agra”, reza el texto de la imagen publicada en Café Negro.

Ese guía espiritual es el padre Rodolfo Villarreal rector del Templo de los Sagrados Corazones de Jesús y María, en El Uro y visitador de iglesias maronitas de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas.

El Monseñor es una figura destacada de la Eparquía de Nuestra Señora de los Mártires de Líbano (jurisdicción de la Iglesia católica maronita en México) que promueve la devoción a San Charbel Majluf, monje de la Orden Libanesa Maronita.

El Monseñor Villarreal es famoso en Nuevo León por la práctica de exorcismos y por oponerse a los “matrimonios igualitarios”.

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