Roberto Cruz: fariseo y retroceso político

María Margarita Free del Castillo

Nos compartió el periodista y abogado Ricardo Espinoza de los Monteros un artículo que replicamos, en parte, aquí, por su importancia y es que en Los Mochis ¿Quién no conoce el “lado obscuro” de Roberto Cruz Castro? En esta ciudad a nadie engaña.

Se sabe de su desprendimientos de Los Mochis para adentrarse en sus correrías en La Paz y Los Cabos. De su desvaríos. Y de sus amores políticos con el ex gobernador Mario López Valdez que terminaron y no terminaron del todo bien.

Ricardo Espinosa de los Monteros escribió: “Roberto Cruz, ese Fausto de la política local, vendió su alma al malovismo, y hoy el impuro se siente puro como cuando era muchacho; malabares del sicologismo”.

En el 2010 Cruz Castro adoró, se encariño, vivió sus mejores pasiones con Mario López Valdez. Ese tórrido encuentro culminó en desencuentro el 2014, cuando Malova lo puso de patitas en la calle siendo Roberto secretario estatal de Desarrollo Económico. Fue una puñalada dura en el corazón roto de Roberto Cruz. Su amado político lo despreció.

Despechado Roberto Cruz entonces sí buscó su afiliación en el PAN. Si Malova había entrado al PAN y había traicionado a todos ¿Por qué no él, porque no él, el todopoderoso Roberto Cruz, no podía hacer lo mismo con PAN: someterlo a su capricho? O descargar toda su ira y amargura contra toda aquella persona o decisión que no se someta a sus designios.

Por fortuna el PAN no es Roberto Cruz. Es un agregado accidental del panismo. No más. Una pieza que nunca encajará en proyectos de unidad y de triunfo electoral.

Esto fue lo que nos compartió Ricardo Espinosa de los Monteros:

“El supuesto exmalovista y hoy diputado local por el PAN, Roberto Cruz Castro, enderezó sus baterías políticas, invectivas y denuestos contra la segunda fuerza política en Sinaloa, el Partido Sinaloense, y de su líder, Héctor Melesio Cuén Ojeda, acusándolos de estar preparando una alianza estratégica con el PRI frente a los comicios locales y federales en el 2018”.

Las acusaciones de Roberto Cruz resultaron falsas. Jamás Cuén preparó una estrategia de alianza con el PRI. Era el PRI el que lo quería y lo quiere en alianza para las elecciones del 2018. El PRI aunque usted no lo crea no quita el dedo del renglón. Cuén es una figura ganadora.

“Cruz Castro, de corta memoria y cola larga, carece de autoridad moral para opinar y mucho menos criticar sobre el estado de cosas que guarda la política sinaloense, ya que él fue uno de los artífices y operadores políticos que hicieron posible la llegada de Malova (….) a la gubernatura del estado, donde el aprendiz de brujo se desempeñó como jefe de asesores y Secretario de Desarrollo Económico del tristemente célebre fanfarrón de los Mochis”.

“En buena medida el retraso político, económico y la espiral alcista de violencia criminal que resentimos en la tierra de los 11 ríos, es imputable a Roberto Cruz…..”

“….Dividido y lastrado por la corrupción malovista, Roberto busca reinventarse políticamente; sin embargo, el ‘mensajero’ que han escogido para ello carece de autoridad política para liderar una renovación moral, ya que nadie puede dar de lo que carece”.

Hasta ahí el artículo que nos compartió Ricardo Espinosa de los Monteros.

Habría que agregar que Roberto Cruz Castro acaba de encontrar desfogue a sus desvaríos y falsedades en algunas tribunas que medraron hasta el cansancio de y en el gobierno de Mario López Valdez. Por ahí descarga sus amarguras y fracasos porque no ha podido someter al PAN a su capricho.

No entiende o no quiere entender que el PAN se quiere sacudir ese lastre llamado malovismo, que él representa, le guste o no le guste a Roberto Cruz, así se vista de azul, rojo o amarillo, o prefiera la estafeta de “loco de la calle”, vociferante porque juró que ahora sí, si su antigua pareja, Malova, no pudo o no quiso, él sí, él podría acabar con la corrupción en Sinaloa.

Roberto es un fariseo de la política. Su posición anti-todo, anti-unidad, obvio, es festinada por el PRI, en donde tiene magníficos amigos, entre ellos al propio Mario Zamora Gastélum, que telefónicamente le mete candil para que siga gritando sandeces.

Por ser anti-todo Roberto ya enfado hasta la comunidad gay….pues se exhibe como un ecoloco, como todo un destructor

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