Infecciones adquiridas en hospital elevan costo de servicios médicos

Ángeles Cruz Martínez

Hasta 20 por ciento de pacientes en unidades de terapia intensiva en México pueden presentar complicaciones por alguna infección adquirida en el hospital. Es un problema que, en promedio, representa seis por ciento de las atenciones y, al menos en la década anterior, no se ha logrado disminuir, admitió Sebastián García Saisó, director de Calidad y Educación en Salud.

Dijo que este tipo de complicaciones incrementa el costo del servicio médico. En México no existe información al respecto, pero en Estados Unidos han calculado que por cada enfermo que presenta alguna infección nosocomial, el costo de su atención aumenta en 6 mil dólares.

Prevenir las infecciones dentro de los hospitales es una de las ocho acciones del Programa de Seguridad del Paciente que en México se puso en marcha hace un año por disposición del Consejo de Salubridad General.

Ayer, el Hospital Médica Sur realizó el foro Seguridad del paciente hospitalario. Un imperativo ético, en el contexto de su 37 aniversario. Ahí, el secretario de Salud, José Narro Robles, advirtió que la tarea del personal de salud es brindar a los pacientes todo lo que la ciencia ofrece para su beneficio. Aunque no siempre alcanza, dijo, lo importante es no hacer nada en su perjuicio.

Lo mismo aplica para los servidores públicos. Tenemos la obligación de no afectar a quienes confían en nosotros, apuntó.

Durante el foro, académicos y especialistas de instituciones del sector, así como expertos de la Clínica Mayo, comentaron que en los pasados 15 años el tema adquirió relevancia por el impacto que tiene en la calidad de los servicios sanitarios.

García Saisó explicó, en entrevista, que en México, además de las siete acciones recomendadas por la Organización Mundial de la Salud, se incluyó otra relacionada con la cultura de la seguridad, con la finalidad de convencer a los trabajadores sobre la importancia de garantizar la seguridad de las personas que tienen a su cargo.

Eso implica la prevención de infecciones nosocomiales con medidas tan elementales como el lavado correcto de manos antes, durante y después de ver a cada paciente, y la disponibilidad de los insumos en todas las áreas clínicas.

También están las acciones para evitar errores en el diagnóstico y la administración de medicamentos, así como para prevenir que los pacientes se caigan; esto último se logra si las camas cuentan con barandales que puedan subir y bajar cuando sea necesario.

El funcionario comentó que las ocho acciones esenciales de seguridad forman parte de los requisitos que las unidades médicas deben cumplir para obtener la certificación de calidad del Consejo de Salubridad General, así como la acreditación de calidad para poder prestar servicios médicos a los afiliados del Seguro Popular.

Publicado en La Jornada

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