La victoria de Cuén Ojeda

María Margarita Free del Castillo

Ubicado en la mejor etapa de su vida política, en un escenario en el que su caída electoral táctica se convierte en una de sus victorias estratégicas, el dirigente del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda, se dispone a cosechar de las derrotas del PRI y del PAN y de la coyuntura del triunfo de Morena para convertir a su partido en la mejor opción ciudadana: una oposición responsable.

Roma no se hizo en un día: el PAS cumplirá apenas 6 años de su fundación. En su primera incursión electoral obtuvo 124 mil votos; en la segunda 240 mil y en esta contienda, la pasada, sin las siglas del PAS, pero metido en la contienda federal, conservó su votación: 243 mil votos, en un terreno en el que el PAN y Movimiento Ciudadano lo “atascaron” y el “fenómeno Obrador” impuso la agenda electoral.

En la elección que acaba de pasar, de nuevo Cuén se enfrentó a los poderes fácticos, a un ejercicio mediático demoledor, al PRI y a Morena y a otros partidos nacionales, a uno estatal y a un candidato independiente. Pese a que fue postulado por Movimiento Ciudadano en alianza con Acción Nacional y PRD -(por la disposiciones legales el INE no le aceptó su registro con las siglas del PAS)-, el electorado nunca lo identificó con las siglas del MC-PAN-PRD. Es natural: Cuén tiene su propia marca: el PAS.

De 9 partidos que se integraron a la contienda, Cuén-PAS sobrevivió al “tsunami Obrador” y se colocó por encima de 6 partidos. El PAS superó al PRD, a Movimiento Ciudadano, Nueva Alianza, al Partido Verde Ecologista de México y al PES; el PAIS, partido estatal, perdió hasta su registro.

Manuel Clouthier Carrillo, hijo del legendario “Maquío” Clouthier, considerada una figura nacional, quedó en último lugar. Obtuvo 90 mil votos. La Senaduría por la primera minoría para el PRI se explica sólo por el ejercicio electoral de gobierno, la compra de votos y la incursión de grupos armados en varios municipios que ejercieron presión para que no se votara ni a favor de Cuén ni de los candidatos de Morena.

De los 35 partidos estatales que existían, 33 participaron en la pasada contienda nacional en sus respectivos estados y 23 perdieron su registro. De los 10 que lo conservaron, el PAS sigue siendo el partido estatal más rentable electoralmente.

En el terreno político en el que se desenvuelve Cuén Ojeda y lo que viene en el futuro ¿qué es lo táctico y qué es lo estratégico?

Lo táctico es el hecho concreto, el suceso, la batalla electoral, la contienda por los votos en el terreno. La estrategia, en cambio, es algo más abstracto, es el plan, la finalidad, la meta general, el objetivo planteado. La táctica es instrumento de la estrategia, no al revés. La meta está trazada para el 2021.

El propio Andrés Manuel López Obrador convirtió sus dos derrotas tácticas en un ejercicio político-electoral que lo llevó a su victoria estratégica: la presidencia de la República. En Sinaloa la victoria de Morena es una realidad que se puede convertir en derrota si no se administra el triunfo electoral y no se cumplen las promesas de campaña.

En Sinaloa Morena será gobierno y representará la imagen del presidente electo Andrés Manuel López Obrador, pero a la vez será oposición con mayoría legislativa, obligado a combatir la corrupción pasada y presente del PRI que es gobierno estatal aún. Obrador se dispone a entablar relaciones cordiales con Quirino Ordaz Coppel y Quirino se organiza para ensamblar tratos de respeto y trabajo con los legisladores y las administraciones municipales con las siglas de Morena.

¿Morena será oposición real de Quirino Ordaz Coppel y si lo llegara a ser en que afectará a las futuras administraciones municipales morenistas? ¿Morena será oposición de Morena? ¿Morena será crítica de las administraciones municipales de Morena, de sus diputados locales y federales y de sus Senadores, en un escenario en el que el PRI se dispone a echar toda la carne al asador para conservar en el 2021 el gobierno del estado?

En las pasadas contiendas hubo muchos perdedores y el mayor perdedor de ellas es, sin duda alguna, el PRI, porque es gobierno y extravió la mayoría del Congreso Local y la casi la totalidad de las alcaldías.

Cuén Ojeda gana porque se coloca en una posición estratégica, ideal para hacer política rumbo al 2021, de cara a los triunfadores de Morena cuya responsabilidad será construir, no destruir, regenerar, no contaminar, y cumplir lo ofrecido en campaña, y de frente a un PRI que estará bajo el escrutinio de la sociedad y de los actores de Morena.

La consigna de López Obrador es la reconciliación y la negociación ¿Hasta dónde estarán dispuestos los morenistas de Sinaloa a acatar la máxima López-obradoristas sin que la sociedad sinaloense los etiquete de paleros del gobierno del PRI?
En este escenario, el PAS está encaminado a ser la voz de la sociedad, la voz del pueblo, una oposición responsable. Su representación en el Congreso Local será mínima pero no dejará de ser sensata, madura y estratégica. La fuerza de Cuén reside en su estructura, en sus comités municipales que transitarán bajo la dinámica de proponer, vigilar la administración estatal y servir de contrapeso real en cada una de las jurisdicciones.

Cuén Ojeda seguirá en su línea de reducción de salarios a los funcionarios públicos, a los diputados locales y federales, a la alta burocracia, de bajar los subsidios a los partidos políticos y empujando la revocación de mandato y otras iniciativas ciudadanas. El PAS está hecho para ser un partido de toda la sociedad. “Vox populi, vox Dei”, la voz del pueblo es la voz de dios…

El dirigente del Partido Sinaloense seguirá siendo un personaje controvertido, siempre en el blanco de los reflectores, imposible de doblegar. Lo avala una tendencia electoral firme, que le permitió estar por encima de 6 fuerzas nacionales en la contienda que se libró en Sinaloa.

El gobernador Quirino Ordaz es la mejor muestra de que lo necesita para mantener la gobernabilidad en el estado.

Morena será gobierno en Sinaloa, con la presencia de diputados federales y Senadores y la mayoría de los presidentes municipales. Del ejercicio de gobierno de Morena y del control de los apetitos políticos de quienes a estas alturas ya quieren convertirse en gobernadores con el apoyo de López Obrador, depende también la estabilidad política del estado.

El mejor diagnóstico es que a Cuén Ojeda lo “atoró”, no lo venció, el Factor Obrador que les quitó votos a unos y le sumó sufragios a otros; lo paró, no lo detuvo, el fraude y los poderes fácticos aliados del PRI, no el voto limpio. La estrategia, es el plan, la finalidad, el objetivo planteado. La meta apunta al 2021.

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