Salario mínimo en México

Ana Karen García

El salario mínimo expresa en términos monetarios (en pesos mexicanos) la cuantía mínima que debe recibir en efectivo un trabajador por la prestación de sus servicios en una jornada laboral, de acuerdo con el Artículo 90 de la Ley Federal del Trabajo.

La Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami) tiene la tarea de sentar las bases para realizar periódicamente las modificaciones al salario mínimo en el país. Mismas que deben garantizar que el valor sea suficiente para que los empleados satisfagan sus necesidades básicas y las de su familia.

En México, el salario mínimo establecido para el 2018 fue de 88.36 pesos diarios, equivalentes a 2,650 pesos mensuales. Este nivel es 10.39% mayor al que se registró para el año pasado, en el cual el salario mínimo fue de 80.04 pesos diarios.

El poder adquisitivo de los salarios mínimos, es decir, la capacidad de adquirir la cesta de bienes alimentarios básicos para la vida con determinada suma de dinero a un determinado de nivel de inflación. Esto significa que entre mayor cantidad de bienes se puedan adquirir mayor es el poder adquisitivo de ese ingreso salarial.

En México, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el salario mínimo incrementó en términos nominales 12.8 por ciento. Pero debido a la inflación, el poder adquisitivo del ingreso laboral ha caído 2% durante su administración, de acuerdo con cifras hasta el segundo trimestre del 2018 del Coneval. Esta situación implica que cada vez se pueden comprar menos productos y servicios con el ingreso laboral mínimo.

¿Qué se puede comprar con el salario mínimo de México?
Según el Coneval, los habitantes de las ciudades de México requieren de al menos 1,517 pesos al mes para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas que les permitan tener una vida salubre. En la Canasta Básica Alimentaria (CBA) de las zonas urbanas se incluye arroz, cereales, carne de res, cerdo y ternera, pescado, lácteos, aceite, leguminosas, tubérculos, vegetales, frutas, refrescos y jugos.

La Canasta Básica extendida incluye servicios y mercancías no alimentarias pero que son necesarias para el goce de una vida digna. De acuerdo con el Coneval, a precios de agosto del 2018, este conjunto de necesidades básicas tuvo un costo de 1,485 pesos mensuales. Se contempla en este rubro el transporte público, productos de limpieza personal y del hogar, educación, cultura, comunicaciones, vestido, utensilios domésticos, salud, servicios básicos de la vivienda y esparcimiento.

La suma de estas dos canastas básicas asciende a 3,002 pesos mensuales. En este sentido, se observa que todos los mexicanos que no perciban cantidades mayores a un salario mínimo mensual (2,650 pesos) y que vivan en regiones urbanas tendrán que prescindir de algunos nutrientes o algunos servicios para cubrir otros.

¿Qué se puede adquirir en las regiones rurales con 2,650 pesos al mes?
En México la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en las zonas rurales tiene un costo de 1,074 pesos e incluye una serie de productos alimenticios básicos de ingesta diaria para que un ser humano goce de salud óptima. En la CBA de las regiones rurales se incluyen alimentos como maíz, frijol, arroz, trigo, carnes de pollo y res, pescado, lácteos, tubérculos, vegetales, frutas, azúcar y leche.

En estas zonas, los servicios y bienes no alimentarios son significativamente más baratos que en las ciudades urbanas, siguiendo cifras del Coneval, en las regiones rurales son necesarios 867 pesos para cubrir estos gastos.

La suma de ambas canastas asciende a 1,941 pesos mensuales, lo que supone que un salario mínimo es suficiente para cubrir las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias en estas regiones. Sin embargo, de acuerdo con información del Inegi, en las zonas rurales más de la mitad de los habitantes percibe ingresos inferiores al salario mínimo.

La Canasta Básica Alimentaria es personal
En las zonas urbanas será necesario que cada trabajador perciba un poco más de un salario mínimo mensual para que pueda cubrir sus necesidades básicas para el goce de una vida plena. Y en las zonas urbanas con un salario mínimo mensual es suficiente para adquirir la cesta de requerimientos mínimos. En ambos cálculos del Coneval se considera que el empleado sólo trabaje para sí mismo.

La ingesta calórica y de nutrientes considerada en la Canasta Básica Alimentaria está adecuada a las necesidades mensuales de un solo individuo. De modo que los trabajadores que tengan hijos, padres u otros familiares dependientes económicamente de ellos, requieren percibir ingresos significativamente superiores a un salario mínimo mensual, o lo que es igual, 2,650 pesos al mes.

Publicado en El Economista

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