María Margarita Free del Castillo
Las encuestas públicas, desde las cuchareadas hasta las que son muy profesionales, salvo las remarcadas como “patito”, le dan una ventaja sólida a Rubén Rocha sobre Mario Zamora. Las reacciones agrias y la bestial guerra contra el hijo predilecto de Batequitas, después del debate del martes, es reflejo del estado emocional de derrota de la alianza PRI-PAN-PRD.
El segundo debate de los candidatos a Gobernador tuvo ribetes de altura, salvo por la esquizofrenia de la candidata de RSP, Yolanda Cabrera Peraza; las tropelías verbales de Sergio Torres del MC y las lecturas de Mario Zamora Gastélum, del PRI-PAN-PRD sobre su amasiato electoral con NOROESTE.
Misael Sánchez, nuevo abanderado del Verde Ecologista, se vio bien cuando planteó un Pacto Ambiental por Sinaloa y lograr que la mayoría de los candidatos subscribieran su iniciativa; Rosa Elena Millán y su narrativa de género fue aplaudida.
Yolanda Yadira Cabrera leyó un discurso no se sabe si elaborado por la ex diputada del PRD, Teresa Guerra Ochoa, Jair Flores Téllez, jefe de prensa de Mario Zamora o por Alberto Camacho, el coordinador de comunicación social de Quirino Ordaz. Se notó que le puso muchas ganas, pero que no sabe leer.
Ricardo Arnulfo Mendoza, del PES, perdón, del Tercer Piso, como siempre tiró pa’l monte.
El favorito de las encuestas, Rubén Rocha Moya, en los debates muestra perfecto dominio escénico, mucha agilidad mental, control de emociones y un conocimiento profundo de los grandes temas de Sinaloa que se le presentaron ese día. En sus actos partidarios luce muy cómodo, relajado, dominante y conocedor. Lo mismo en este tipo de tribunas.
Quien salió triunfador del segundo debate fue Rubén Rocha. Después del encuentro, sobre Rocha arreciaron los ataques de NOROESTE, el periódico en el que Mario Zamora depositó su fe y su corazón en la contienda electoral. La guerra sucia contra el candidato de Morena-PAS es despiadada.
Los articulistas y columnistas, a los que hemos identificado como soldados del PRI (ver notas Los Ángeles de la Pureza del PRI / Conflictos de Interés y los Solados del PRI) continúan difundiendo infamias, inventando calumnias y ataques, y sin ninguna prueba y contra las evidencias irrefutables de las auditorías practicadas a la UAS que reflejan buen manejo de su presupuesto, la atacan creyendo que esa es la línea de flotación de Rocha Moya, desdeñando el apoyo que ha recibido el candidato del pueblo de Sinaloa.
Rumian su suerte porque pese a la avalancha de sus infundios Rubén Rocha Moya sigue avanzando, recibiendo todo el respaldo del Partido Sinaloense, Héctor Melesio Cuén Ojeda.
Las encuestas que se publican dan una sólida ventaja a Rocha Moya y las internas de los partidos describen una ventaja mucho mayor todavía del abanderado de Morena-PAS, muy alejadas de un empate técnico. Quizá esto haya contribuido a que Mario Zamora en el debate haya ofrecido la imagen de derrotado.
Pese a que el escenario electoral no tiene reversa y que Rubén Rocha se perfila como ganador de las elecciones del 6 de junio por mostrar una mejor propuesta y ganarse la simpatía de los electores, hay gente que tiene la oportunidad de escribir artículos en los medios y que todavía alientan a los electores a votar por el PRI, definidos políticamente por Mario Zamora: son Arturo Santamaría, Ernesto Hernández Norzagaray y Ana Luz Ruelas, que en la “opinión” del sábado se descaró y dijo: “por eso en esta columna, de manera consciente de la pluralidad que tiene Sinaloa y respetando las opiniones y las preferencias de la ciudadanía, nos hemos pronunciado por cerrarle el paso en las urnas al PAS-Morena…:”
Ana Luz, la plural, no es entonces tan plural como tampoco lo son Santamaría y Ernesto Norzagaray. Punto.
