Nadie fue a la presentación de su libro: “El fracaso es parte del camino”

Todos tenemos un propósito o un sueño que queremos cumplir, algo que nos motiva a seguir adelante todos los días. En algunas ocasiones, el miedo al fracaso es un gran condicionante en nuestro accionar, por lo que preferimos quedarnos de brazos cruzados en lugar de arriesgarnos.

No es ningún secreto que dar el primer paso nunca es fácil. Salir de tu zona de confort, comenzar un nuevo proyecto es complicado y en ocasiones genera ansiedad dado que entras en una zona de incertidumbre. Sin embargo, lo que casi nunca tenemos en cuenta es que el “no” ya lo tenemos asegurados si nos quedamos de brazos cruzados y, por lo tanto, en realidad no hay nada que perder.

Aunque los proyectos nuevos generalmente conllevan la ayuda o el apoyo de terceros, no siempre sale como uno espera ni recibes lo que necesitas. Es ahí cuando debemos ver el lado positivo y comprender que el fracaso o es parte del aprendizaje. Es imposible que lleguemos a triunfar en algo sin habernos caído un par de veces antes.

Es bien sabido que no todos toman de la misma manera una derrota y hay algunos que necesitarán de más tiempo para procesarlo y aceptarlo para luego ponerse de pie. Por otro lado, hay quienes lo toman de manera positiva y esto los motiva a seguir avanzando.

Tal es el caso de la escritora argentina Helena Estrada, quien probó de primera mano el sentimiento de la derrota cuando presentó su libro. La mujer además de ser abogada, tiene un Master en Mercado de Capitales y Financieros, un podcast, escribe artículos de opinión y es consultora especializada en la autonomía de las mujeres.

Luego de publicar su primer libro “Saltar por nosotras” sintió que su destino era ese. Fue así como comenzó a trabajar en su segundo libro “Dueña de tu dinero”. La mujer lo dio todo, lo publicó en diversos medios locales y En Instagram fue muy bien recibido.

En el gran lanzamiento en un centro comercial de Argentina Helena Estrada esperaba recibir el apoyo de la gente por su nuevo libro. Sin embargo, se quedó sentada esperando y nadie asistió. Al cabo de unas horas y ver que nadie llegaba, compartió una foto en su cuenta de Instagram enseñando que del fracaso también se aprende.

“Con algunos libros sobre la mesa, me acomodé y ahí me quedé. No vino nadie. (…) Si hubiera venido gente, me habría sacado fotos para subir a redes sociales, sin duda. ¿Y ahora que no vino nadie? Me respondí: “Es parte del camino, me han pasado cosas similares en el pasado -y seguramente a futuro- y no creo ser la única”.”

Si bien es cierto que al principio dudó en compartir su situación en su perfil de LinkedIn. Rápidamente, comenzó a recibir halagos y respuestas positivas que se multiplicaban a cada minuto. De hecho, la publicación llegó a alcanzar el millón de reacciones.

“Tu anécdota se viralizó porque fue auténtica, valiente y humana. Y la sencillez de haberla contado te convierte en una persona excepcional”, fue uno de los tantos mensajes que recibió. Frente a ello, Helena agradeció los comentarios y aseguró que su accionar no fue “valentía” como muchos dijeron, sino que fue un acto de complicidad.

Publicado en Ser Mamá

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