«Las empresas dejan solas a las trabajadoras que están en la menopausia»

Blanca Juárez

La mitad de las trabajadoras que está en la menopausia “refiere al menos una afectación en su vida laboral” a causa de los síntomas. De ellas, ocho de cada 10 se las arreglan como puede, sin poder solicitar apoyo, pues no se sienten cómodas hablando del tema “con sus superiores”.

Esto es parte de lo que revela el estudio Vivencia, percepción e impacto de la menopausia en la sociedad mexicana, elaborado por la organización Sin Reglas y presentado hace unos días en la Cámara de Senadores.

En el evento, varias organizaciones civiles le pidieron a legisladoras y legisladores mejorar las políticas públicas y crear las que sean necesarias para garantizar “la plena participación de las mujeres en la fuerza laboral”.

De acuerdo con el documento de Sin Reglas, el 66% de las mujeres mayores de 40 años está en una de las fases del cese a la menstruación.

“Somos muchas, vamos a ser más y nos cuesta mucho. Las mujeres somos el 51% de la población y todas vamos a pasar por la menopausia. Hoy somos 24 millones de mujeres viviendo alguna etapa de la menopausia y en el futuro este número sólo se va a hacer más grande”, expuso Gabriela Rojas, CEO de Sin Reglas.

Sin embargo, en este momento la gran mayoría de las empresas no cuenta con políticas relacionadas con la menopausia, o si la tienen no las han comunicado bien. El 12% de las mujeres consultadas señaló que en su organización no hay ningún tipo de apoyo y el 88% apuntó que no lo tiene claro.

Dejar el empleo o seguir sufriendo

De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco), el 49% de las mujeres de entre 45 y 49 años de edad y 46% de quienes tienen entre 50 y 54 años renuncian a su empleo. Estos son los porcentajes de abandono más altos en todos los grupos etarios.

En cambio, el 21% de los hombres de entre 45 y 49 años y 26% de los trabajadores de entre 50 y 54 años de edad deciden dejar su empleo. Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del organismo presentó estos datos a las senadoras, cuya fuente es la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Hay una relación directa, dijo, entre el abandono laboral de las mujeres mayores de 40 años y la menopausia. Y esto tiene dos posibles repercusiones: por un lado, anímicamente, pues se ven orilladas a dejar su empleo, no es precisamente una decisión tomada con total libertad, sino por la falta de políticas que las apoyen. Por el otro, el dinero. La autonomía económica de las mujeres en situación de violencia es primordial para que puedan salir de ese ambiente y proteger sus vidas. Pero no sólo pierden ingresos renunciando.

En Estados Unidos, la menopausia les cuesta a las mujeres alrededor de 1,800 millones de dólares al año, ya sea por faltar al trabajo o reducir las horas debido a los síntomas o porque renunciaron o fueron despedidas por sus síntomas tan severos.

La mayor parte de la población en México es mujer, el 52 por ciento. Todas aquellas con más de 40 años están pasando por la menopausia o ya pasaron por ella, y quienes tenemos menos de esa edad vamos a vivirla. Sin embargo, sigue siendo un tema del cual poco se habla en cualquier ámbito.

El 38% de las mujeres no lo platica este tema con sus parejas, el 49% no se siente en confianza para tratar el tema abiertamente con el médico o la médica que les atiende y el 68% lo oculta de sus compañeros o compañeras de trabajo.

Pero el 83% de las mujeres considera que no podría hablarlo con las y los líderes, o el personal que tiene el poder de autorizar permisos o cambios en la empresa que podrían mejorar las condiciones para su desempeño.

Los síntomas de la menopausia

Los síntomas psicológicos son los más experimentados por quienes están en la perimenopausia (inicio de la menopausia, aún hay menstruación) y quienes están en la postmenopausia (etapa después del cese de la menstruación y que dura varios años).

El 87% de las mujeres en la perimenopausia y el 77% de las mujeres en la postmenopausia reportan algún tipo de impacto en su salud mental. La mayoría vive cambios de humor, sobre todo al inicio de esta etapa. El segundo síntoma es el insomnio; en tercer lugar, la fatiga.

Hay muchos más, como irritabilidad, tristeza y desesperanza, nerviosismo, llanto, dificultad para concentrarse, lagunas mentales o ataques de pánico. Vivir con todo esto es difícil, pero además tener que trabajar sintiendo alguno o varios de estos síntomas es casi una pesadilla.

El reporte de Sin Reglas también indica que el 80% de las mujeres en la perimenopausia y el 62% en la postmenopausia ha experimentado bochornos. El 70% y el 68%, respectivamente, padece de síntomas físicos como dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, fuertes palpitaciones del corazón, sensibilidad en el pecho.

La organización subraya que hay una “alta incidencia de síntomas que potencialmente inciden en la percepción de desempeño laboral”. Y mientras algunos de ellos están “sobresocializados”, como los bochornos, “hay retos importantes de visibilidad”, como el dolor de articulaciones, los problemas urinarios y el sobrepeso.

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