María Fernanda Navarro
México es uno de los países en donde más procedimientos médicos estéticos se realizan, lo que ha impulsado una economía fuerte en torno a estos servicios, pero también la aparición de clínicas y personas que realizan estos procedimientos de forma irregular poniendo en riesgo la salud de miles de personas.
Además de estas prácticas que llevan a cabo los mexicanos, el crecimiento del sector tiene un fuerte impulso gracias a los extranjeros que se someten a cirugía en las clínicas mexicanas.
Alice Summer, de 38 años y dueña de una panadería en Chicago, se realizó una cirugía de estiramiento facial en agosto de este año en una clínica de la Ciudad de México que tuvo un costo 60 por ciento menor al compararlo con lo que hubiera tenido que pagar en el estado que reside. Su marido, un migrante mexicano con el que vive desde hace siete años, le ayudó con el costo del procedimiento y los gastos extras que derivaron de su recuperación.
“Con todo y los boletos de avión y los análisis clínicos que te piden antes de la cirugía, se gastó como un 60 por ciento menos de lo que hubiera pagado en Chicago.
“Me quede con la familia de (mi esposo) Alfredo dos semanas, así que ya no tuve que pagar por un hotel y la verdad es que todo me lo hicieron bien, no tuve ningún problema, yo le voy a recomendar a mis amigas este doctor para que vayan a hacerse sus arreglos a México”, cuenta la estadounidense en entrevista para Reporte Índigo.
En promedio, el 33.8 por ciento de las personas que pagan por alguno de estos tratamientos son residentes en otros países, lo que convierte a México en la nación con mayor porcentaje de turismo médico en el área de cirugía estética de todo el mundo, de acuerdo con datos de la Sociedad de Cirugía Plástica Estética (ISAPS, por sus siglas en inglés).
“Best plastic surgery in México”, “Find a Plastic Surgeon in Tijuana” y “Plastic Surgery in Mexico: Travel Packages” son algunos de los resultados que se encuentran en el buscador de Google, mismos que contienen información de los lugares en los que se llevan a cabo estas cirugías, la trayectoria y biografía de los médicos que las realizan, el costo de los procedimientos, la estancia, vuelos redondos e incluso personal de cuidado para los días de recuperación postoperatoria.
“La mayor parte de nuestros pacientes vienen de Estados Unidos porque los costos de cualquier tipo de cirugía, no sólo estética, son muy elevados allá. Entonces, por un lado tenemos la cercanía con Estados Unidos y por el otro tenemos una infraestructura médica de estándares mundiales, con acreditaciones internacionales para realizar procedimientos. Al final la gente que viene a México se puede ahorrar entre 35 y 80 por ciento en sus procedimientos”, explica el doctor José Cortés, cirujano plástico y experto en medicina estética.
Agencias de turismo estético
Tal es el crecimiento de este mercado que en el país existen agencias que se enfocan en el turismo médico estético y ofrecen paquetes completos para llevar a cabo los procedimientos.
Sin embargo, el Doctor Cortés señala que en algunas ocasiones los pacientes que viajan a México a través de estos paquetes no tienen consultas previas con los médicos o investigan las certificaciones de los lugares en donde se atienden.
“Algunas agencias que hacen turismo médico tratan una cuestión muy transaccional donde casi sin conocer al médico llegan ese día para hacerse el procedimiento. En mi caso no funcionamos así, aunque yo tengo un 40 por ciento de mis pacientes de turismo médico, nosotros hacemos una consulta formal previa antes de determinar presupuesto, aunque eso sí, las consultas muchas veces son en línea”, comenta el especialista.
De acuerdo con el médico, el 0.18 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país se genera gracias al turismo médico que no sólo se limita a los costos de las intervenciones, sino que se extiende al pago de transportación, estancias, comidas y otros servicios que se ofrecen como parte de las operaciones.
“Muchos de los seguros que tienen los pacientes de Estados Unidos, su póliza les cubre la atención en otros países, entonces si tienen un problema cardiovascular, de columna, u otro, vienen acá y sólo les cobran el deducible, de hecho a los seguros les conviene porque es más barato que sus clientes se hagan procedimientos en México, así que gran parte de ese aporte al PIB no es por cirugías estéticas.
“Pero hablando de los procedimientos estéticos, los que más vienen a hacerse los extranjeros en México son la lipoescultura, el rejuvenecimiento facial y el aumento mamario”, detalla.
Los costos varían dependiendo la clínica o consultorios en los que se lleven a cabo, sin embargo, el promedio de la lipoescultura, el procedimiento más común en el país, va de los 95 mil pesos hasta los 200 mil pesos.
Disputa por la certificación estética
En México basta cursar una especialización de dos años para que una persona pueda promocionarse como profesionista de “cuidados estéticos” o incluso como cirujano estético.
La falta de regulación y las ambigüedades en la ley han detonado un incremento de personas que se dedican a realizar diversos procedimientos de belleza y de universidades que ofertan cursos exprés sobre cirugía estética y longevidad.
En la actualidad, la certificación de médicos cirujanos plásticos está en manos del Comité Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Médicas (Conacem), el cual ha enfrentado diversos señalamientos por el Congreso de la Unión en los últimos años.
Senadores de distintas fracciones parlamentarias acusan al Conacem de hacer de las certificaciones un negocio privado al entregarlas sin que necesariamente se cuenten con los conocimientos necesarios para desempeñarse como un médico con alguna especialidad.
Por ello, solicitan que le sea retirada esta facultad de inmediato y se traslade a la Secretaría de Salud (Ssa) federal y a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para frenar este “boom” de médicos “patito” que ofrecen sus servicios en el territorio nacional.
Alistan reforma
Ante el alza de casos de mala “praxis” por cirujanos estéticos y escuelas que ofrecen maestrías exprés en esta materia, el Grupo Parlamentario de Morena prepara un marco legal para frenar las irregularidades que existen en materia de cirugía estética.
En entrevista con Reporte Índigo, el senador José Ramón Enríquez, precisa que urgen profesionistas de bata blanca que cuenten con una patente que sea otorgada por la Dirección General de Profesiones de la SEP, así como tomar acciones ante el alza de denuncias por operaciones de belleza que terminan con alguna secuela irreversible o incluso con la muerte.
Por lo que asegura que con esta reforma, también se busca cerrar el paso a personas con mínimos conocimientos en medicina estética que ofrecen intervenciones quirúrgicas por el país y clausurar centros hospitalarios que laboran en la clandestinidad o sin los permisos suficientes.
“Es necesario que el gobierno asuma la responsabilidad de certificar a los médicos, pues en la actualidad, una organización civil privada es la que tiene esta facultad y se han denunciado diversas irregularidades”, sostiene el legislador.
La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) se ha pronunciado en diversas ocasiones contra los esquemas de estudio que se imparten en diferentes instituciones educativas del país.
En junio de este año, alertó de falsas maestrías en cirugía estética y de pacientes que reportaron problemas de salud y de muertes al interior de hospitales por este tipo de intervenciones quirúrgicas.
Una de las escuelas que se señaló fue la Universidad del Conde, localizada en Veracruz, la cual imparte “maestrías” en cirugía estética.
Cuidado con los cirujanos plásticos
Durante el 2023, por lo menos dos muertes de mujeres por complicaciones de cirugías estéticas en clínicas mexicanas, han captado la atención de los medios de comunicación.
Karla “N”, una mujer de 28 años que falleció en octubre días después de que le practicaron una rinoplastia en una clínica de Polanco, y Yuritzi “G”, también de 28 años, quien falleció por complicaciones que se presentaron mientras les realizaban tres cirugías estéticas en una clínica del Estado de México. Y estos son solo algunos de los casos trágicos que han trascendido este año.
El doctor y cirujano plástico, José Cortés, advierte que una de las principales medidas para evitar experiencias negativas al llevar a cabo uno de estos procedimientos es revisar las certificaciones médicas y el grado de especialización de los médicos.
“La cirugía plástica es muy amplia, hay muchos tipos de procedimientos quirúrgicos y como médicos nos vamos subespecializado, entonces si te vas a realizar un procedimiento de esta naturaleza, lo que se recomienda es buscar a un médico cirujano plástico certificado, además vale la pena ver sus galerías que publica en redes sociales o portales y platicar con él”, aconseja el médico.
En el caso de las agencias que se enfocan en gestionar los procedimientos estéticos, es importante observar que tengan varios años de experiencia, el perfil de las clínicas para las que trabajan y que tengan corresponsabilidad en los procesos médicos.
“Es importante porque las agencias tienen el contacto inicial con los pacientes, entonces deben apoyar en todo, no solamente en hacer la transacción para luego olvidarse del paciente… hay asociaciones para turismo médico que cuentan con acreditaciones, la Secretaria de Turismo también tiene una certificación que da a las clínicas”, afirma.
El médico refiere que Tijuana, Cancún, Ciudad de México, Guadalajara y recientemente la zona del Bajío se han convertido en Clusters de la medicina estética.
