Defectos de nacimiento: Una realidad que debes conocer

Ileana Vianey Fonseca Barrera

Los defectos de nacimiento son aquellos desafíos que pueden surgir durante el desarrollo del embrión o feto, comprometiendo su funcionamiento y su proceso de crecimiento. Estos padecimientos pueden afectar a bebés en cualquier parte del mundo, independientemente de su origen étnico o racial, y aproximadamente entre el 3 y el 6% de los recién nacidos en todo el mundo enfrentan algún tipo de defecto grave al nacer.

En nuestro país, se estima que miles de niños nacen cada año con algún tipo de defecto de nacimiento, pero según la Organización Panamericana y Mundial de la Salud, la mayoría de estos casos son prevenibles o tratables.

Causas de los defectos de nacimiento

Las causas de estos defectos pueden ser diversas, y aunque en muchos casos no se puede identificar una única razón, se sabe que factores genéticos, ambientales o infecciosos pueden desempeñar un papel importante.

Existen varios factores que pueden incrementar el riesgo de que un bebé nazca con algún defecto de nacimiento. Entre estos se incluyen el consumo de tabaco, alcohol o drogas ilícitas durante el embarazo, así como padecer obesidad o diabetes no gestionada antes o durante este periodo.

De igual manera, la ingesta de ciertos medicamentos, como la isotretinoína, utilizada para tratar el acné severo; así como la presencia de antecedentes familiares de defectos de nacimiento o el hecho de convertirse en madre después de los 34 años son causas que pueden aumentar las probabilidades.

¿Qué condiciones médicas pueden estar presentes al nacer?

Estos padecimientos pueden ser muy graves y requerir intervención médica inmediata. Los defectos de nacimiento que pueden afectar a tu bebé son:

Anoftalmía y la microftalmia: son defectos congénitos oculares; la anoftalmía implica la ausencia de uno o ambos ojos al nacer, mientras que la microftalmia se refiere a uno o ambos ojos subdesarrollados y pequeños.

Anotia y la microtia: son defectos congénitos que afectan las orejas del bebé. Mientras que la anotia implica la ausencia total de la oreja visible, la microtia se caracteriza por una oreja pequeña y malformada.

Atresia esofágica: es un defecto congénito que afecta el esófago del bebé, el tubo que conecta la boca con el estómago. En este defecto, el esófago se divide en dos secciones que no están unidas, lo que dificulta el paso de alimentos y puede ocasionar problemas respiratorios.

Craneosinostosis: es un defecto congénito en el que los huesos del cráneo del bebé se fusionan prematuramente, antes de que el cerebro esté completamente formado. Esta condición puede causar deformidades en el cráneo a medida que el cerebro sigue creciendo.

Defectos por reducción de extremidades: El desarrollo incompleto de brazos o piernas durante el embarazo.

Defectos por reducción de extremidades

Gastrosquisis: Un orificio en la pared abdominal cerca del ombligo permite que intestinos y posiblemente otros órganos salgan del cuerpo del bebé.

Hernia diafragmática: Un orificio en el diafragma permite que órganos abdominales se desplacen al pecho, afectando el desarrollo pulmonar y causando problemas respiratorios.

Hipospadias: En niños, la abertura de la uretra se encuentra en una posición incorrecta, no en la punta del pene.

Labio o paladar hendido: El labio o paladar no se forman correctamente durante el embarazo, resultando en aberturas en la boca o labio del bebé.

Microcefalia: La cabeza del bebé es notablemente más pequeña de lo esperado para su edad y sexo, indicando un posible desarrollo cerebral limitado.

Onfalocele: Órganos abdominales, como intestinos o hígado, sobresalen a través del ombligo en el saco delgado y transparente que los recubre debido a un defecto en la pared abdominal.

Onfalocele

Defectos del corazón: Estos defectos afectan la función cardiaca del bebé, incluyendo:

Comunicación interauricular: Consiste en un orificio en la pared del corazón que separa las aurículas.

Comunicación auriculoventricular: Implica orificios entre las cavidades del corazón y malformaciones en las válvulas.

Coartación de la aorta: Se caracteriza por un estrechamiento anormal de la aorta.

D-transposición de las grandes arterias: Las principales arterias del corazón están invertidas.

Síndrome del corazón izquierdo hipoplásico: Afecta el flujo sanguíneo normal del corazón.

Atresia pulmonar: La válvula que dirige la sangre a los pulmones no se desarrolla correctamente.

Tetralogía de Fallot: Afecta el flujo sanguíneo, pues el corazón del bebé no se forma correctamente.

Drenaje venoso pulmonar anómalo total: Las venas pulmonares no se conectan correctamente al corazón.

Atresia tricuspídea: La válvula que dirige la sangre de la aurícula derecha al ventrículo derecho no se forma.

Tronco arterioso: Un solo vaso sanguíneo sale del corazón en lugar de dos.

Comunicación interventricular: Un orificio en la pared entre los ventrículos del corazón.

Defectos del tubo neural: Estos defectos afectan el desarrollo de la columna vertebral y el cerebro del bebé, incluyendo:

Anencefalia: El bebé nace sin partes del cerebro y del cráneo.

Encefalocele: El encéfalo se asoma a través de una abertura en el cráneo, formando un bulto.

Encefalocele

Espina bífida: La columna vertebral y la médula espinal no se forman ni cierran completamente, lo que puede provocar daño a la médula espinal y los nervios.

Síndrome de Down: Presencia de un cromosoma extra en el material genético de la persona, específicamente el cromosoma 21, lo que conlleva características físicas distintivas y posibles problemas de salud.

Es importante destacar que, aunque algunos de estos defectos de nacimiento pueden ser fatales, hay medidas que las mujeres pueden tomar para reducir el riesgo, como tomar ácido fólico antes y durante el embarazo, llevar una dieta saludable, evitar el consumo de alcohol, tabaco y drogas, y asistir regularmente a chequeos prenatales.

Si estás preocupada por la posibilidad de que tu bebé pueda tener un defecto de nacimiento, no dudes en hablar con tu médico. El cuidado prenatal adecuado puede marcar la diferencia en la salud y el bienestar de tu hijo.

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