Álvaro Aragón Ayala
Se veía venir: Los candidatos al Senado de la República por la alianza Fuerza y Corazón por México, Paloma Sánchez Ramos y Eduardo Ortiz, emprendieron el vuelo con las intensas jornadas de contacto con la sociedad en las que aparece como clave o pivote electoral el Partido Sinaloense. El avance de la coalición opositora obligó al gobernador Rubén Rocha Moya a “endurecer” la línea editorial y cerrar filas con los medios de comunicación que trabajan para su proyecto gubernamental y político.
La consigna del gobernador es irle cerrando los espacios en los medios impresos, digitales, radiofónicos y televisivos a Paloma Sánchez y Eduardo Ortiz y que le propongan tarifas de publicidad y propaganda que no puedan pagar. La estrategia en firme, que ya corre, es mutilar el mensaje de los candidatos del PRI, PAN, PRD y PAS, para que no se difundan las críticas al régimen rochista, al de Andrés Manuel López Obrador ni las que se enderecen contra los candidatos al Senado de Morena.
A los medios de comunicación se les giró la orden de irle subiendo de intensidad los ataques a Paloma y Eduardo y “mocharles” las notas que le vayan a publicar para que no aparezcan críticas contra Imelda Castro Castro y Enrique Inzunza, acusado éste de acoso, hostigamiento sexual, amenazas y violencia de género. La instrucción es cuidar la imagen, cueste lo que cueste, de Inzunza, quien provoca repulsión social y política pero al que el gobernador quiere convertir en Senador.
Pese a que al interior del PRI-Sinaloa en materia de comunicación Paloma Sánchez también enfrenta una conspiración fraguada por el gobernador Rubén Rocha – https://vocesnacionales.com/2024/03/05/paloma-sanchez-acorralada-no-la-dejan-emprender-el-vuelo/ , con el empuje del PAS y de células de activistas del PRI y del PRD encabezadas por Paola Garate y Oner Lazcano, y del PAN en la que se nota la ausencia de Roxana Rubio, Paloma Sánchez logró romper el “cerco informativo”.
Los abanderados de la oposición a la 4T tumbaron la narrativa y las falsas encuestas con las que Rubén Rocha intenta hacer creer que Imelda Castro y Enrique Inzunza van adelante y lograron colocarse como una opción política al convencer y aparecer ante la ciudadanía como una auténtica alternativa electoral al constituirse en una verdadera oposición que ya levantó la alarma del gobernador.
Imelda y Enrique no van adelante ni de Paloma Sánchez ni de Eduardo Ortiz, tampoco de la fórmula al Senado del Partido del Trabajo, integrada por Jesús Estrada Ferreiro y Yolanda Ortiz. Los abanderados morenistas deambulan cual cadáveres políticos arropados por las acusaciones contra Enrique Inzunza y el video en el que se observa que se está masturbándose y los errores del gobernador a quien en los últimos días se le ha venido el mundo encima.
A Rubén Rocha y a sus hijos lo relacionaron de nuevo en las investigaciones de la DEA que sigue el caso de Sergio Carmona; tiene encima el abucheo persistente de la comunidad de la Universidad Autónoma de Sinaloa y sufre las secuelas de la columna de Héctor de Mauleón, de El Universal, que contienen las declaraciones de Josecyn Hernández quien fungiera como Subdelegada de Bienestar en Sinaloa y que reveló la entrega de narco-maletas llenas de dinero a la campaña rochista del 2021.
El periodista Pablo Iriarte, de El Financiero, “puso a parir cuates” también al gobernador al relatar cómo llegó al poder apoyado por el narco y cómo ejerce un poder autócrata en Sinaloa y para remachar la Fiscalía General de la República le abrió cuando menos tres carpetas de investigación por las raterías en el presupuesto público y la Auditoría Superior de la Federación dictamino millonarios desvíos de dinero y de observaciones desnudando y ridiculizando los informes de la Auditoría Superior del Estado.
