Mónica Valladolid
Entre las mujeres cercanas a los 50 años de edad ocurren cambios fisiológicos que no solo afectan su rutina, sino que las llevan a renunciar a sus empleos, resalta la organización de mentoría Respira Libertad.
Se trata de una crisis interna y externa que suelen padecer las mujeres a causa de la menopausia, y de la que muy poco se habla, añade.
El abandono de empleo se presenta en 5 de cada 10 mujeres entre 45 y 54 años de edad, muestran cifras del Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO), que incluso advierte que se trata del nivel más elevado de renuncias en todos los grupos etarios.
Con esas renuncias, añade Respira Libertad, la economía también registra pérdidas, porque se trata de talento que ya goza de una gran experiencia tanto laboral como personal.
“Entre los 48 y 55 años es un momento de la vida en que hay muchas transiciones: emocionales, familiares, hasta hormonales que también impactan en la productividad y cómo nos sentimos respecto a todo”, explica Cristina Raunich, fundadora de Respira Libertad, asesores en cambios laborales y personales de empresas, líderes y ejecutivos gerenciales.
De acuerdo con la Clínica Mayo, las mujeres en la menopausia -que puede ocurrir entre los 40 y 50 años- sienten sofocamiento, escalofríos, sudores nocturnos, problemas de sueño y cambios de estado de ánimo, entre otros síntomas.
Cuando llega este momento, dice Raunich, muchas mujeres se debaten entre llegar a posiciones más estratégicas o retirarse.
Sin embargo, esta etapa fisiológica de cambios se puede llevar de mejor manera, de acuerdo con la especialista.
Por principio, explica, es necesario que las mujeres prioricen su bienestar dedicando tiempo a cuidar su salud física, mental y emocional.
Deben hacer ejercicio, practicar técnicas de relajación, y gozar suficiente descanso.
Respecto al equipo de trabajo, Raunich dice que las mujeres no deben tener miedo de hablar con sus superiores y subordinados, y decirles lo que requieren durante ese periodo, ya que ello reducirá el estrés y generará empatía.
Finalmente, la especialista también sugiere buscar redes de apoyo, ya sea con asesores que ayudan a lidiar con el estrés, o con mujeres en roles similares, para recibir apoyo mutuo.
