Ileana Vianey Fonseca Barrera
En el mundo frenético y muchas veces estresante de la vida adulta, ¿quién no desearía tener acceso a la fórmula de la felicidad y el bienestar? Según los expertos entrevistados por The New York Times, tal vez la clave para vivir una vida más plena y satisfactoria esté en adoptar el enfoque que tienen los niños pequeños.
Tal parece que la esencia de la felicidad y el bienestar se encuentra encerrada en los pequeños cuerpos y mentes de los niños en edad preescolar. Aunque comúnmente asociamos esta etapa de la vida con rabietas y caprichos, los expertos aseguran que hay mucho que aprender de su energía, curiosidad y risas constantes.
¿Qué pueden aprender los adultos de los niños?
Hasan Merali, profesor asociado de pediatría en la Universidad McMaster y médico de urgencias pediátricas, ha pasado años tratando a niños entre 1 y 5 años. En su libro «Sleep Well, Take Risks, Squish the Peas: Secrets From the Science of Toddlers for a Happier, More Successful Way of Life», desafía la noción común de que esta etapa de la vida es solo un torbellino de rabietas y caos. Merali argumenta que los niños pequeños tienen mucho más que ofrecer de lo que generalmente se reconoce.
Hasan desafía las etiquetas negativas atribuidas a los niños pequeños, como los temidos «terribles dos» o «terribles tres». Él argumenta que estas descripciones no reflejan la realidad de esta etapa de desarrollo. Y señala que, si bien es cierto que los niños pueden tener rabietas, estas son episodios breves y poco frecuentes en comparación con la mayor parte del tiempo.
Además, Merali destaca que los niños pequeños exhiben comportamientos que promueven el bienestar físico y mental, comportamientos que los adultos podrían incorporar a sus propias vidas para mejorar su calidad de vida.
Hábitos en niños que pueden mejorar la salud mental y física
Hablar positivamente consigo mismo es una práctica común entre los niños pequeños, quienes a menudo se hablan en voz alta. Los estudios sugieren que esta forma de autoafirmación puede ser igual de beneficiosa para los adultos, ayudándoles a resolver problemas, aumentar la confianza en sí mismos y gestionar las emociones.
Otro hábito clave es mantenerse activo. Los niños de 2 años están en movimiento casi cinco horas al día, una lección que los adultos pueden aprovechar para mejorar su salud física y mental. Al seguir su ejemplo, incluso si es por un breve periodo de tiempo, se ha demostrado que los pequeños intervalos de actividad pueden tener beneficios para la salud, incluida la longevidad.
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La curiosidad también es una cualidad que los niños pequeños llevan consigo a todas partes. A menudo, los adultos reprimen sus preguntas por miedo al juicio de los demás, pero Merali señala que hacer preguntas no solo es una forma de adquirir conocimientos, sino también una manera vital de conectar con los demás.
El sueño también juega un papel fundamental en el bienestar, tanto para los niños como para los adultos. Mientras los niños prosperan con rutinas de sueño consistentes, los adultos pueden beneficiarse de establecer horarios regulares para dormir y despertarse. Además, una siesta corta durante el día puede mejorar la cognición y la memoria, siempre y cuando no se sufra de insomnio.
Finalmente, el humor es una parte integral de la vida de los niños pequeños. A través de su capacidad para ver el mundo como un lugar lleno de diversión, los niños nos recuerdan la importancia de reír y disfrutar del momento presente. Incorporar el juego y el humor en nuestra vida diaria puede ser una poderosa herramienta para aumentar la felicidad y fortalecer las relaciones con los demás.
Los niños pequeños ofrecen valiosas lecciones sobre cómo vivir una vida plena y feliz. Al adoptar algunas de sus prácticas, los adultos pueden mejorar significativamente su bienestar físico y mental. Entonces, tal vez, la próxima vez que enfrentes un desafío, deberías recordar que a veces la sabiduría más valiosa viene en paquetes pequeños.
