Ximena Mejia
El 30 por ciento de las consultas que se realizan al mes en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 24 del IMSS, corresponden a pacientes con cálculos renales.
Así lo indicó el doctor Antonio Rodríguez Hernández, urólogo adscrito del Hospital General de Zona (HGZ) 24, quien resaltó el papel de las cirugías láser en la remoción de los cálculos, las cuales reducen los tiempos de hospitalización de 5 a un día únicamente.
Rodríguez Hernández indicó que, en este hospital de segundo nivel, la adquisición del láser quirúrgico, se coloca como el primero en su tipo en la Ciudad de México y permitirá apoyar los servicios de las Unidades Médicas de Alta Especialidad en las que se desarrolla este tipo de procedimientos, así como disminuir los tiempos de espera.
Todo entra por el tracto urogenital hasta llegar al riñón y con una fibra que guía el rayo láser hacia la piedra, mediante ondas de choque, ésta es pulverizada resolviendo el problema», explicó el doctor Antonio Rodríguez Hernández.
De acuerdo al especialista, la duración del procedimiento va de los 30 a 60 minutos, ya que el equipo láser pulveriza las piedras en el riñón y éstas se desechan por la orina.
Detalló que, los pacientes que presentan los cálculos están en un rango de etapas productivas de los 30 a los 60 años.
¿POR QUÉ SE PRODUCEN LOS CÁLCULOS RENALES?
Los especialistas señalan que, el origen de estos cálculos tiene diversas causas y se relaciona principalmente con desórdenes en el metabolismo del ácido úrico, del calcio y de los fosfatos, así como malformaciones e infecciones de las vías urinarias y con padecimientos como la gota y el cáncer.
Además de tener prevalencia por carga genética de familiares que los padezcan, con el trabajo extenuante, con la deshidratación, con residir en clima cálido, con beber poca agua y con la utilización de suplementos alimenticios.
Por ello, los especialistas alertan sobre productos ricos en ácido úrico como las carnes rojas, embutidos, mariscos, algunas frutas, verduras y legumbres, o ricos en sal como las palomitas de maíz, papas fritas, tocino ahumado, sopas de lata, pescados y aves de corral saladas, etcétera.
Aunque se reconoce como factor los productos ricos en calcio, se acostumbra limitar poco el consumo de éstos.
Para evitar este padecimiento se recomienda beber entre 2 y 3 litros de agua diariamente.
Publicado en Excelsior
