Vanessa Alemán
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrentará el año entrante una de las elecciones más complejas de su historia y necesitará un candidato “a prueba de balas” y con honestidad probada para contender por la Presidencia de la República, afirmó la expresidenta nacional del PRI Cristina Díaz.
Las demandas de mis compañeros priístas reflejan la necesidad de un perfil para la candidatura presidencial que esté a prueba de balas, que refleje la honestidad, pues ésta es una exigencia que está terminando por ser una irritación social”, resaltó la legisladora.
En entrevista con Excélsior, la senadora recalcó que una de las demandas de la militancia es que las características innegociables que deberá tener el candidato presidencial es la capacidad en el servicio público y una amplia aceptación social.
Pedimos conocimiento del servicio público para que se traduzca en la aceptación social, queremos un candidato que sea ampliamente aceptado, eso es lo que hoy los priistas quieren”, apuntó la legisladora, quien es consciente de que los exgobernadores acusados de corrupción y enriquecimiento ilícito dibujarán un panorama mucho más oscuro que cualquiera al que se haya enfrentado el tricolor en sus 88 años de vida.
Recordó que en el año 2000 cuando el PRI perdió la Presidencia y en 2006 cuando cayeron a la tercera fuerza política nacional enfrentaron escenarios complejos, pero ninguno comparado con el que tendrán que sortear el año entrante, sin embargo, advirtió que no se quedarán de brazos cruzados.
Hay una necesidad de apertura en el partido, de construir puentes con los ciudadanos y entender que uno de los principios más importantes que debe tener el próximo candidato es su honestidad y su integridad porque ésa va a ser la única bandera con la que podemos ganar la elección de 2018… Para el PRI no será esta la ocasión en que se quede de brazos cruzados, vamos a ganar la elección”, insistió.
Sobre la discusión de la elección de candidatos, la líder priista resaltó que la demanda es “un piso parejo” para elegir a los abanderados, no solamente a la Presidencia de la República, sino gobernadores y sobre todo legisladores, ya que a partir de este proceso estará vigente la posibilidad de reelección.
En esta elección ya existe la figura de reelección y tenemos que empezar a ver cómo vamos a garantizar la igualdad de participación de hombres y mujeres y cómo vamos a definir la reelección de nuestros actuales representantes, es una agenda muy amplia la que tenemos que delinear”, señaló.
CONFÍAN EN CAMBIOS
Adelantó que los militantes plantearán la democratización de los métodos de elección, la eliminación de candados, así como la conveniencia de construir las coaliciones electorales para que una vez ganada la elección se construya una agenda plural que refleje las diferentes opiniones políticas y sociales de todos los sectores.
Díaz Salazar remarcó que algunas voces tricolor impulsarán en la XXII Asamblea Nacional Ordinaria la inclusión del gobierno de coalición para el próximo gobierno federal, pero advirtió que será decisión de la Asamblea sacar adelante esta figura.
Hay quienes están poniendo en la mesa la coalición de gobierno para que una vez ganada la elección podamos poner sobre la mesa las diferentes visiones políticas y sociales en una agenda de gobierno y una política pública común”, destacó.
La presidenta de la Comisión de Gobernación del Senado acotó que, de cara a la Asamblea Nacional, las mesas temáticas estatales serán fundamentales para definir los puntos que se llevarán al foro nacional.
Cada una de las mesas va a tener una visión importante, se revisarán una serie de situaciones sociales y económicas por las que los mexicanos nos están reclamando, no podemos esperar a que esto se traduzca en una irritación social”, reviró.
Un cambio importante en la política pública sobre economía, darle mayor seguridad a los mexicanos y mayor crecimiento económico que se refleje en el estilo de vida, también serán puntos importantes en la discusión del Partido Revolucionario Institucional.
Confió en que las decisiones que se tomen en la Asamblea Nacional sean las mejores, ya que se enfrentan a uno de los retos más complejos de su historia.
