La apuesta del PRI

María Margarita Free del Castillo

El individualismo y el egocentrismo y los intereses personales sólo caben en una cápsula. Desde ese estuche es difícil percibir la realidad. En esa vasija se mueve Ernesto Hernández Norzagaray. Desde esa “tribuna” da vida a chismes y rumores, que recrea como “escritos perversos”, con los cuales intenta cambiar escenarios y regir la vida pública sinaloense.

Ya tiene más de una década que Hernández Norzagaray perdió la brújula. La elucubración plaga sus textos o artículos. No goza de credibilidad periodística porque lo que divulga no tiene valor argumentativo. Ya no es el “comunicador influyente” que presumía en la época en donde la réplica o la contra-réplica eran tomadas como atentados a la libertad de expresión o como una ofensa al comunicador por más mentiroso que fuera.

Si partimos de reconocer que el gobernador de Sinaloa es el líder natural de su partido y los miembros de este partido actúan en consecuencia, entonces, Quirino Ordaz Coppel, le apuesta a hacer no solo alianzas legislativas sino sociales y políticas con diferentes fuerzas vivas, incluyendo el cuenismo, que después de las elecciones del 2018 mantiene una fortaleza y presencia importante en Sinaloa.

En cuenismo sigue in crescendo y son las voces criticas lo que le dan mayor relieve a esta corriente colocándola como la de mayor presencia en la UAS, institución que está en sus mejores tiempos, pero bajo la amenaza de unos cuantos que de manera individual o “ciudadana” intentan socavar su autonomía.

Se podrá decir, como lo decía un académico hoy en retiro, que esta alianza entre el gobernador-PRI y el cuenismo y otras fuerzas políticas se debe al espíritu inclusivo del mandatario estatal, en un escenario en el que cuenta y cuenta mucho que la formación morenista pase por un momento de transición-aprendizaje.

No hay un morenismo en picada, como intenta hacer creer Ernesto Hernández Norzagaray, tan solo porque no le hacen caso a sus chismes. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador no dejará caer a su partido. Para el buen ejercicio de gobierno, para la construcción de los andamiajes de la Cuarta Transformación en Sinaloa todos son necesarios, más aun una fuerza de avanzada como es la del cuenismo.

Se trata de gobernabilidad y de entender los nuevos tiempos, no de elucubrar por elucubrar sembrando el chisme de que el mandatario estatal “querría aprovechar ganado lo que pierde el otro y extendiendo está lógica, ambas formaciones, construyen para llegar aliadas y fortalecidas en las elecciones concurrentes de 2021 mientras el morenismo iría en picada y más rápido si le ayudan con golpeteo”. Esas son mafufadas de Ernesto Hernández Norzagaray.

El cálculo de las alianzas del gobernador no es arriesgado. Se delineó en el marco la gobernabilidad. Quirino Ordaz Coppel tiene una excelente relación con el presidente de la República, al menos así lo muestra la cantidad de veces que AMLO ha visitado Sinaloa en este año y los elogios mutuos que expresan una gran sintonía política.

Incluso, no hay duda, de que la administración federal ayudó cuando se dio la reasignación de una parte del presupuesto de 2020, la cual terminó con una salida salomónica a casi partes iguales en lo redistribuido.

Entonces, en esa ruta y por ser el cuenismo la primera fuerza política que se acopló a la línea de la Cuarta Transformación y mantiene diálogos con importantes figuras de Morena y del gabinete presidencial, tiene mucho sentido de que el gobernador-PRI mantenga un sano acercamiento con el cuenismo.

Más aun, es saludable que el gobernador camine también en la ruta de la estabilidad y el crecimiento de la Universidad Autónoma de Sinaloa, sobre la que se encauzan “reformas” elaboradas de manera individual en el interior de una de las capsulas egocentristas, a espaldas de la comunidad universitaria.

El gobernador y el PRI al apoyar a la Universidad se ganan la simpatía de la sociedad sinaloense y de miles y miles de padres de familia. En su acercamiento con el cuenismo el mandatario estatal queda fortalecido, con una capacidad envidiable de operación política.

Si bien en cierto que en el 2018 la derrota del cuenismo fue producto del tsunami electoral lopezobradorista, también es verdad que mostró una fortaleza a toda prueba porque no solo conservó sino incrementó su numero de votos en una competencia en que el Partido Independiente de Sinaloa, Nueva Alianza, Encuentro Social, PRD, PVEM y Movimiento Ciudadano, perdieron su registro.

Las elecciones le han dado experiencia al cuenismo para competir en futuras comicios con operadores fieles a su causa, operadores con base y presencia social.

Vamos, en el tema de esa sana alianza con el cuenismo se trata de que ayude a conservar la gobernabilidad en los espacios en que mantiene presencia, incluso que ayude a mantener la estabilidad de la UAS ya que, haciendo aritmética política, los individuos que promueven la “reforma” universitaria no llenan ni un bocho y aparte se han ganado a pulso el repudio de los sinaloenses por la intentar regresar al pasado al alma mater.

No hay que hacerse preguntas mafufas. Es mejor para el gobernador mantener alianzas con todas las fuerzas vivas, con todas, así se enojen aquellos que se llevan metidos en sus burbujas ideando como difundir mentiras. En materia de reforma universitaria existe la plena certeza de que el presidente Andrés Manuel López Obrador respetará la autonomía universitaria y que no dejará pasar, en ninguna parte del país, ninguna iniciativa individual que atente contra la estabilidad de las Universidades Públicas.

La bancada legislativa morenista de Sinaloa no va a comprar un boleto sin destino, mucho menos sin retorno nada más porque dos que tres egocéntricos o individualistas quieran modificar la ley de la UAS, aun cuando pregonen falsamente que tienen apoyo del centro.

El periodismo profesional calcula bien cuando difunde el pronunciamiento de la ANUIES y la posición de la SEP en torno al respeto a las leyes orgánicas de las universidades públicas en los Congresos Locales. Las Universidades pactaron con el presidente Obrador para ir juntos en la lucha contra la corrupción y es un verdadero contrasentido que los legislativos aprueben iniciativas individuales que atentan contra las autonomías de las casas de estudios superiores.

Y es que es en el centro del país donde se diseña la política sobre las universidades públicas y dónde se están dando pasos para fortalecerlas se cocina el desmantelamiento del pago de las jubilaciones dinámicas, sostenidas según la SHyCP y la SEP, en estructuras de corrupción. Las Universidades que otorgan este tipo de prestaciones han hecho un frente común para que no se cancelen estos pagos.

Es lo que explica la reacción certera, oportuna de Guerra Liera en la reciente reunión de la ANUIES o la valentonada de acarrear a cientos de universitarios a la sede del Congreso del Estado, para que se detenga las iniciativas individuales, porque cualquier reforma, por mínima que sea, podría impactar desfavorablemente no sólo en la estabilidad de la institución sino también en el pago de las jubilaciones dinámicas.

Los legisladores y funcionarios morenistas seguramente no se dejarán arrastrar por intereses particulares, que no son de la colectividad universitaria, tanto que la auditoría financiera que desde el Congreso del Estado se ha planteado y la que realiza la propia ASE para supervisar el manejo de los recursos estatales en la UAS, podría obligar a cancelar la aplicación no autorizada por la SHyCP ni por la SEP de mil 750 millones anuales al pago de las jubilaciones dinámicas.

Estas auditorías financieras arrojarán información valiosa sobre el manejo del dinero público del estado y la federación. Seguro van a establecer controles más estrictos en el manejo del recurso público. La auditoría lo más probable es que actúe como búmerang contra quienes quieren de hacer de ella un arma de linchamiento político contra la UAS.

De hecho, Guillermo Ibarra, quien emborracha a estudiantes es quien promueve una iniciativa individual, podría estar condenando a los jubilados al no pago de la jubilación, pues a sabiendas de que su proyecto no pasara en el Congreso incita con el sonsonete de la auditoría a sabiendas de que va a “reventar” por el lado de los jubilados.

El PRI va con sus ocho diputados, el PAN con dos, el PT con uno y el PAS con su diputada. Ningún morenista, salvo que no sepa prospectar, estaría dispuesto a pasar a la historia de Sinaloa como el destructor de la Universidad ni como el promotor de la inestabilidad y el caos en esta institución.

Cierto, al gobernador aun no le preocupa cómo va a llegar su partido a los comicios de 2021, le interesa el 2019 y el 2020 y como conservar la estabilidad y la gobernabilidad del estado. Tal vez, quiera conservar por razones obvias la gubernatura y el legislativo para el PRI. Todo depende de los futuros escenarios. Está leyendo bien los mensajes y eso es positivo porque lo ayudará a no cometer errores de cálculo que empañarían su desempeño que hasta ahora lo ha puesto entre los primeros lugares de aprobación nacional y eso terminaría con su partido.

En definitiva, el cuenismo o el PAS sigue manteniendo su fortaleza, y aunque para algunos es el partido bisagra que genera triunfos, es un partido que se prepara para la grande en el 2021.

En 2010, recordemos, como asociación civil, Cuenta-conmigo, aportó los votos que había ofrecido a Jesús Vizcarra aunque éste fue fue derrotado por un fraude electoral cocinado en el norte de Sinaloa que le aportó a Malova más de 50 mil votos de diferencia; en 2012 en alianza con el PANAL fue derrotado en su aspiración al Senado de la República, tras una alta traición fraguada en las altas esferas del poder; en 2015 el cuenismo montó su laboratorio electoral con los “candidatos independientes” a la Cámara de Diputados.

En el 2016 contra el PAS se formó un frente común. Apenas así se pudo frenar el cuenismo. En el 2018 sobrevivió al tsunami lopez obradorista.

Por eso, la apuesta del señor Gobernador no es errada. El errado es Ernesto Hernández Norzagaray que cree que a golpe de periodiocazos puede cambiar los escenarios políticos y adulterar la ruta de los partidos políticos, incluso de Morena. Ya quedó comprobado que al cuenismo «le hace lo que el viento a Juárez». Los chismes y rumores consagrados en los textos o los artículos “periodísticos” del tal Ernesto son como las golondrinas que no hacen verano.

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