Las presas no bastan ante la falta de agua

Olimpia Ávila

Mientras la crisis climática agudiza la sequía y los gobiernos apuestan por la construcción y renovación de presas e infraestructura hídrica para captar más agua, especialistas advierten que estas medidas no son una solución ante la falta de precipitaciones.

Juan Francisco Bustamante, presidente de la asociación Agua en México, urgió a cambiar todo el enfoque del uso del agua para centrar las políticas públicas en la reutilización del líquido y captación de precipitaciones.

Durante décadas, afirmó, el manejo desde el gobierno se ha centrado en la extensión de la red de agua potable, aún cuando ésta no asegure la distribución del líquido, y ha olvidado el saneamiento.

De ese 40% (de agua residual) que se trata, solamente se reutiliza alrededor de 15%; entonces, estamos hablando de que no estamos contribuyendo al círculo virtuoso del agua”, subrayó en entrevista con Excélsior.

Para Roberto Constantino Toto, coordinador general de la red de investigación en agua de la Universidad Autónoma Metropolitana (AgUAM), no habrá forma de llenar los embalses si no se transforma la manera de gestionar el agua en el país.

Más presas no son la solución

Expertos urgen al ahorro, mejor uso y la reutilización del líquido, además  de la captación de lluvia y reforestar bosques y humedales

Ante la agudización de la sequía, debido al cambio climático, el gobierno apuesta por la construcción y renovación de presas e infraestructura hídrica para la captación de más agua. Sin embargo, especialistas advierten que más embalses no son la solución ante la falta de precipitaciones.

Reforestar los bosques y humedales, mayor captación de lluvia, mejor uso y ahorro del agua potable, así como tratamiento y reutilización de aguas residuales, son algunas de las respuestas que plantean ante la crisis que vive nuestro país.

De acuerdo con el Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), “la operación de las presas es afectada por la disminución de precipitación, la ocurrencia de sequías y el estrés hídrico, amenazas climáticas que disminuyen el agua almacenada en las presas, generando conflictos y afectaciones por la escasez del recurso hídrico”.

Pese a ello, para este 2024 en el Presupuesto de Egresos de la Federación se prevén 11 mil 93 millones de pesos para la construcción de presas y acueductos, y adecuación y modernización de infraestructura de abastecimiento, como parte del presupuesto para programas y proyectos de inversión del Ramo 16. Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Entre los proyectos destacan la adecuación de la presa El Zapotillo y construcción de un acueducto del mismo nombre, en Guanajuato y Jalisco; el programa Agua Saludable para la Laguna, en Coahuila y Durango, y la edificación de la Presa Libertad, en Nuevo León.

Contribuir al ciclo

Para Juan Francisco Bustamante, presidente de la asociación Agua en México, es urgente cambiar todo el enfoque del uso del agua y centrar las políticas públicas en la reutilización del líquido y captación de precipitaciones.

En entrevista con Excélsior, explica que, durante décadas, el manejo del agua desde el gobierno se ha focalizado en la extensión de la red de agua potable, aún cuando ésta no asegure la distribución del líquido.

Subraya que, durante años, se han dejado olvidados sectores importantes, “De ese 40% que se trata, solamente se reutiliza alrededor de 15%; entonces, estamos hablando de que no estamos contribuyendo al círculo virtuoso del agua”, subraya.

Considera que la rehabilitación de la infraestructura hídrica es necesaria, especialmente tras décadas de olvido. Sin embargo, advierte que no se debe esperar a llegar a niveles críticos de almacenamiento para pensar en la rehabilitación del sistema y en buscar otras fuentes de abastecimiento.

Ante ello, propone crear una política pública de sustentabilidad donde se incentive la inversión, tanto pública como privada, destinada a reusar el agua, ya que, actualmente, las industrias, aunque estén obligadas a tratar el líquido residual, prefieren desecharla en el drenaje, pues reutilizarla es más caro que pagar por más agua potable.

Plantea, además, la urgencia de implementar sistemas de captación de agua pluvial, dado que su uso, sobre todo en temporada de lluvias, disminuye la presión en la extracción de líquido desde los pozos y promueve la infiltración hacia los mantos acuíferos.

Cambio radical

Especialistas y activistas advierten que es tiempo de dejar de creer que las presas son una solución real ante la falta de agua.

Roberto Constantino Toto, coordinador general de la red de investigación en agua de la Universidad Autónoma Metropolitana (AgUAM), advirtió en agosto pasado que no habrá forma de llenar los embalses si no se transforma la manera de gestionar el agua en el país.

Se ha mantenido un régimen meteorológico que es insuficiente para llenar los sistemas de presas y, si no tomamos decisiones para manejar el agua residual, entre otras cosas, el panorama no va a cambiar”, destacó.

En tanto, la Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente (AIDA) alerta sobre los graves daños que las presas causan en ríos, cuencas hidrográficas y ecosistemas aledaños. “Estos daños incluyen el empeoramiento de la calidad del agua en los ríos, la degradación de ecosistemas acuáticos, la desaparición de muchos ecosistemas ribereños y daños serios a la biodiversidad que incluyen la extinción de especies”.

Resaltan, además, las emisiones de metano —un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global— provenientes de las presas, las cuales derivan de “grandes cantidades de material orgánico en descomposición retenido en los estanques inundados”.

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