Se ha dinamitado la solidaridad entre mujeres: Cecilia Soto

Diego Badillo

Durante los últimos 30 años, en México hemos experimentado una voltereta en el contexto en el que las mujeres ejercen sus derechos políticos; sin embargo, en el sexenio actual se han registrado retrocesos y se han perdido oportunidades valiosas de avanzar, porque se ha dinamitado la solidaridad entre mujeres, afirma enfática Cecilia Soto González.

La que fuera una de las dos candidatas presidenciales en la elección de 1994, (junto con Marcela Lombardo Otero), llama la atención en que, durante el gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador, se han registrado retrocesos en materia de las condiciones para el ejercicio de los derechos de las mujeres, a través de diversas decisiones de gobierno.

Aunado a eso, “se ha debilitado esa alianza que teníamos, por encima de partidos políticos para lograr alianzas, debido a la polarización incentivada por el presidente, y obedecida ciegamente por su movimiento”.

En ese sentido, advierte que debe reconocerse que, incluso en el sexenio actual, no se han dejado de tener avances, como la reforma que permite la Paridad en Todo aprobada en 2019 y que establece que la mitad de los cargos de decisión sean para las mujeres en los tres poderes del Estado, en los tres órdenes de gobierno, en los organismos autónomos, en las candidaturas de los partidos políticos a cargos de elección popular, así como en la elección de representantes en los municipios con población indígena.

También se logró que no se permitan violentadores en la función pública y los que faltan a la obligación de manutención de sus hijos.

Hay avances «pero podríamos haber tenido más»

“Eso es un avance, pero podríamos haber tenido más. Sí hemos perdido muchas oportunidades porque se ha dinamitado esta solidaridad entre mujeres”.

La también exembajadora de México en Brasil compitió en la elección de 1994, que ganó el ahora expresidente Ernesto Zedillo Ponce de León.

Dice que, de ese tiempo para acá, en esos 30 años “ha habido una voltereta” y lo ilustra de la siguiente manera:

Recuerda que poco después de la elección de ese año, se levantó una encuesta en cuyos resultados mostraban que 80% de las personas consideraba que el empleo menos adecuado para una mujer era ser papa (líder de la iglesia católica) y el segundo menos adecuado, presidenta de México.

Era una atmósfera en donde era totalmente aceptado que la mujer fuera discriminada. Eran los tiempos en donde se pensaba que el Estado no se podía meter a los hogares, donde las mujeres eran violentadas

Y hoy esa situación es completamente al revés, pues algunas encuestas reflejan que entre 14 y 20% consideran que una mujer no debe ser presidenta.

Para la exdipuada local en su natal Sonora, exdiputada federal y exasambleísta constituyente de la Ciudad de México, esa voltereta ocurrió de tres maneras: La primera debido a momentos históricos definitorios que aceleraron el cambio; la segunda, el trabajo permanente de mujeres y organizaciones feministas y, tercera, la influencia de movimientos internacionales.

Fue entonces cuando destacó que, en materia de conquistas en favor de las causas de las mujeres, “nada es para siempre” y como muestra de ello señaló el retroceso que representa el hecho de que, en Estados Unidos, la Suprema Corte de Justicia quitó el derecho al aborto, que era una conquista que tenía ya 50 años.

Nada es para siempre y menos en México donde, en este momento, el partido dominante tiene un programa para destruir la democracia. “Yo no sé de qué nos sirva tener mucho feminismo y no tener Suprema Corte de Justicia”, dijo.

Soto González recuerda cuando formó parte de la delegación de México a la IV Conferencia de la Mujer, en Beijing, en 1995, evento que, dice la cambió de mujerista a feminista, se tenía una serie de objetivos muy claros para impulsar en México. Por ejemplo, crear el Instituto Nacional de las Mujeres y lograr que ninguna niña se quedara fuera de la instrucción básica.

Ahora, lo que deberíamos de impulsar es que los logros que se han tenido respecto de los derechos de las mujeres se implementen en todo el mundo, por ejemplo en los países donde las mujeres son altamente maltratadas como Afganistán, las comunidades gitanas y en algunos países musulmanes y donde se recurre a la tortura sexual en tiempos de guerra.

La excandidata presidencial celebra los avances y enfatiza que los ganadores de ello no son solo las mujeres, sino la nación entera y los beneficios podrían ser mayores.

Y deja solo un tema para la reflexión: Una de las razones por las que no se ha logrado una buena inserción laboral de las mujeres es la falta de una economía de cuidados o un sistema nacional de cuidados.

No hay políticas públicas que faciliten que las mujeres puedan tener un empleo remunerado, sin descuidar a sus hijos y eso tiene un costo para el país. Y recalca: Más mujeres en el mercado laboral se reflejaría de inmediato en el Producto Interno Bruto, para beneficio de mujeres y hombres de todas las edades.

¿Quién es Cecilia Soto González? 

  • Candidata a la presidencia de la República en 1994
  • Nació el 24 de enero de 1950 en Hermosillo, Sonora.
  • Estudió física en la Universidad Nacional Autónoma de México. 

Se ha desempeñado como:

  • Diputada local en Sonora.
  • Diputada federal.
  • Candidata a la Presidencia por el Partido del Trabajo en 1994.
  • Embajadora de México en Brasil.
  • Participó en la fundación del Frente Democrático Nacional (FDN) en 1987, y en la campaña de Cuauhtémoc Cárdenas por el FDN en 1988. 
  • Formó parte de la Delegación de México a la IV Conferencia de la Mujer en Beijing en 1995.

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