Finanzas personales para que las mujeres mexicanas puedan tener un mejor lugar dentro de la economía

Gabriel Nava

En cada aspecto de la vida económica del país se expresa una brecha de género que refleja la serie de desigualdades a las que las mujeres se enfrentan día a día, las cuales han podido atenuarse gracias a las estrategias financieras, laborales y presupuestarias que millones de mexicanas han logrado desarrollar.

México concentra una población de 126 millones de personas, según el último Censo de Población y Vivienda elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), de dicha cantidad de habitantes, 51.2 por ciento son mujeres; sin embargo, eso no implica que los puestos de trabajo, el cuidado del hogar y hasta el acceso a servicios financieros sean equitativos entre la ciudadanía del país.

Y es que, antes de competir por un puesto de trabajo, las mujeres mexicanas deben de absorber hasta 32 horas semanales, en promedio, que se destinan al trabajo del hogar no remunerado, según los cálculos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval); una muestra de la imposición social que forma parte de base cultural mexicana y que limita la presencia femenina dentro de la economía del país, considera Mariana Villasuso, Gerente de Políticas Públicas en Stori.

México sigue teniendo una cultura sumamente machista, donde se han determinado ciertas normas sociales de género, que no le permiten a las mujeres participar de la misma forma que los hombres dentro de la economía, algunas de esas normas cruzan por la creencia de que las mujeres deberían dedicarse a los cuidados o al hogar, por ejemplo, mientras que los hombres son los que proveen y se dedican al trabajo remunerado; eso ha tenido como resultado que las mexicanas sean marginadas al sector informal, dándoles toda la carga del trabajo doméstico e impactando en su ingreso”, lamenta Villasuso.

De lo anterior que, a pesar de que más de 23 millones de mujeres formen parte de la población ocupada del país, su salario suela ser 10 pesos menor, por hora, que el de los hombres, cuestión que se agrava en contextos de pobreza, donde la diferencia asciende hasta los 25 pesos, señala el organismo encargado de medir la política social en México.

Incluso en los extractos más altos de la pirámide socioeconómica se refleja la brecha de género, ya que no solo las mujeres tienen un menor acceso a un producto financiero formal como una cuenta de ahorro, un crédito, o un seguro, puntualiza Citibanamex; sino que  son muy pocas las mujeres que ocupan posiciones de liderazgo dentro de las empresas, una percepción generalizada entre las personas trabajadoras, señala OCC en su encuesta realizada en el marco del ocho de marzo.

No obstante las mujeres mexicanas han logrado hacerle frente a las barreras culturales y económicas a partir de una gran cantidad de mecanismos formales e informales, como el ahorro a partir de tandas, la creación de fuentes de ingreso a desde los emprendimientos o la implementación de estrategias presupuestarias que sostienen la administración de millones de hogares en el país, puntualiza el Instituto Nacional de las Mujeres.

Ellas tienen el poder para tomar el control de sus finanzas

Las mujeres tienen la capacidad de llevar a cabo cualquier actividad productiva y, de la misma forma, tomar el control de sus finanzas; la creación y manejo del presupuesto, el aprendizaje constante en materia de educación financiera y los hábitos económicos responsables tienen la facultad de brindar recursos para generar autonomía y hasta prevenir violencia de género.

Cursos gratuitos enfocados a mejorar las finanzas personales de las mujeres, como los que ofrece la Comisión Nacional para Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros resultan una excelente opción para aprender al respecto.

Buscar un mundo que las contemple, respete y recompense justamente

Consumir productos que puedan adecuarse a las necesidades femeninas, participar laboralmente en empresas que identifiquen y respeten  cuestiones como la maternidad o la deuda histórica y hasta relegar a marcas que no lleven a cabo prácticas en favor de la mujer suma en la labor de visibilizar las brechas persistentes en el país.

Al respecto, una encuesta reciente de ManpowerGroup expone que ocho de cada 10 mujeres buscan un empleo formal que les brinde la flexibilidad de horario necesaria para equilibrar su vida personal y laboral.

Hacerse presente en espacios económicos donde las mujeres no suelen figurar

Involucrarse en esferas donde la presencia femenina no ha figurado de manera determinante ayuda a que más mujeres puedan permitirse dar un paso adelante; en términos económicos, participar en la esfera laboral formal, consumir productos financieros y hasta emprender, son algunos de los espacios pendientes por conquistar.

Lo que también suma en la labor de derribar mitos como que las mujeres no deberían tener activos reales o financieros a su nombre o que no deberían trabajar fuera del hogar.

La unión hace la fuerza entre las mujeres mexicanas

Apoyar a más mujeres para que tengan una mayor presencia en la economía de este país resulta en el mayor acto de solidaridad que se pueda tener, ya que la población femenina en el país asciende a más de 61 millones de personas, las cuales se enfrentan a una menor cantidad de oportunidades de trabajo, un ingreso más bajo y mayor discriminación.

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