El sector salud, el talón de Aquiles de la 4T

Romina Román Pineda

El sector salud se convirtió en el talón de Aquiles del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador. Al desabasto de medicinas, la escasez de vacunas para completar cuadros básicos y falta de infraestructura, se suma la falsificación de medicamentos.

La creciente colocación de fármacos apócrifos en el mercado –que se elaboran en México– llegó a niveles alarmantes, por lo que los organismos del sector privado y farmacéuticas estadounidenses buscan atención y respuesta urgente de la Secretaría de Salud y del gobierno federal.

Nos cuentan que el tema ya se presentó ante las dos candidatas a la presidencia de la República Xóchitl Gálvez, del Frente Amplio por México y Claudia Sheimbaun, de Morena, quienes ya están enteradas del problema y se comprometieron a analizar diferentes alternativas para su solución.

Los principales medicamentos falsificados son para tratar enfermedades como el cáncer, la malaria, el VIH, así como productos relacionados con el Covid-19, tal es el caso de mascarillas quirúrgicas desechables, desinfectantes para manos, antivirales y los kits de detección del virus.

También se detectaron copias en medicinas para perder peso o tratar la disfunción eréctil, así como productos sanitarios que van desde lentes de contacto, preservativos, jeringas, instrumental quirúrgico, sillas de ruedas y aparatos de radioterapia.

 Por lo general, los medicamentos falsos se empaquetan en envases de alta calidad con comprimidos idénticos a los originales. En ocasiones la copia es tan real, que solo pueden detectar su veracidad en pruebas de laboratorio. 

El principal mercado negro para los medicamentos apócrifos es internet, por lo que la recomendación de los especialistas es no adquirir fármacos en sitios web o a través de mercados desconocidos. Sólo hay que consumirlos con proveedores autorizados que pongan a la vista un certificado de autenticidad.

Es necesario asegurarse que el sitio solicite la receta médica y hay que desconfiar de farmacias que ofrecen precios mucho más bajos y de aquellos que aseguran curar todo tipo de enfermedad grave

Nos cuentan que en la compra de fármacos por internet no se deben compartir datos bancarios a menos que la página disponga de un sistema de pago en línea protegido. Se detectaron vínculos entre el comercio de productos falsos, el uso fraudulento de contraseñas de tarjetas de crédito y la usurpación de identidad. 

De acuerdo con información de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica, hay que fijarse bien en las medicinas, por ejemplo, si tiene menos o más componentes, si en el prospecto se indican otras propiedades o efectos secundarios, si el tamaño, la forma o el color son distintos, si no cuenta con el etiquetado correcto, no cuenta con fecha de caducidad o no contiene indicaciones sobre su conservación. 

En la Asociación aseguran que el crecimiento en la distribución de fármacos apócrifos se convirtió en un problema grave de salud pública que debe atenderse a la mayor brevedad, por lo que continuarán insistiendo con la Secretaría de Salud y con los legisladores para que se frene este delito..

Así las cosas…

Otras notas que pueden interesarte