Álvaro Aragón Ayala
Despreciado por los universitarios, Rubén Rocha Moya paga millones de pesos a algunos medios de comunicación y periodistas para que lo protejan, escriban y hablen maravillas de su gobierno y de su persona, y bajo la transa o la amenaza de que si no cumplen sus caprichos ya no les dará más dinero les exige que le construyan un falso escenario que lo haga sentir “querido” por los estudiantes que a gritos lo acusan de traidor y demandan que pare la persecusion contra las autoridades de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
En Sinaloa, la casi totalidad de los medios y periodistas domeñados mediante la entrega de carretadas de dinero público difunden las mentiras que le vienen a la mente al gobernador y sepultaron la ética y el rigor informativo al construir “lo público” con base a las falsedades que les dictan desde el Tercer Piso que es donde se decide que deben publicar y que no y que temas no deben de ser tratados pese a su importancia social.
El gobernador cree que con encuestas falsas brotadas de su imaginario y las entrevistas a modo con personajes enemigos de la Universidad Autónoma de Sinaloa va a ganarse las simpatías de los universitarios que lo repudian porque atenta contra la autonomía y por la persecución política y judicial que desató contra los directivos de la Casa Rosalina en venganza porque no le quisieron ceder el control de la institución.
Los estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa conocen los alcances de la autonomía, del autogobierno y de la Ley General de Educación Superior y participan en manifestaciones en defensa de institución y en contra de la posición injerencista y fuera del marco legal del Rubén, a quien le rechazan su discurso tramposo en el sentido de que “el sabe lo que quieren” que usó también para engañar a la comunidad de la Universidad Autónoma de Occidente -leer ROCHA JUGÓ CHUECO EN LA UAdeO
El pago que destina el gobernador para que lo acepten está acabando con la credibilidad de los medios de comunicación cooptados, pues él, el propio Rubén Rocha, desbozalado, exhibe sus debilidades, intereses y compromisos económicos o financieros, sacando perversamente a la luz los negocios que transa con algunos directivos de medios y su disposición a cederles más contratos y otro tipo de concesiones.
Con el respaldo entonces del “periodismo adulterado” intenta hacer creer que los universitarios que lo odian lo idolatran y mediante el acoso, el insulto, la amenaza y la persecución política y judicial pretende quebrar el espíritu de unidad de los universitarios para que retrocedan y le dejen el camino libre para poder pulverizar y desaparecer la autonomía de la Casa Rosalina. No puede ser de otra manera, dada su naturaleza autócrata.
