Sebastián Díaz Mora
Aunque las candidatas presidenciales no lo tengan en su agenda de prioridades (o al menos no mientras están en campaña), organizaciones y especialistas coinciden en que una reforma fiscal es inevitable e impostergable en México.
No obstante, hay diferentes perspectivas sobre qué tipo de reforma fiscal es la que necesita el país, es decir, si sería una reforma que cree nuevos impuestos o que haga más eficiente el cobro de los ya existentes; si tendría que enfocarse sólo en aumentar los ingresos o también en hacer una revisión exhaustiva del gasto, etc.
Los especialistas consultados coinciden en que idealmente dicha reforma no sólo debería de consistir en subir los ingresos tributarios a través de un mayor cobro de impuestos, sino que también debería enfocarse en mejorar la rendición de cuentas y en hacerle más fácil a los contribuyentes el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.
No sólo es cobrar más impuestos
Para Jorge Cano, investigador del Programa de gasto público y rendición de cuentas de México Evalúa, lo que necesita el país es una reforma que no sólo aumente los ingresos tributarios, sino que también mejore la gobernanza y rendición de cuentas del gasto público.
“La gente está muy renuente a pagar más impuestos por la desconfianza que hay sobre la gestión del dinero público”, dijo el investigador. “(Se necesita) tener una reforma holística que permita no solamente incrementar la recaudación, sino garantizar una mayor cantidad de derechos para los ciudadanos”.
Cano afirmó que una opción para atender este tema sería reformar la Ley Federal de Responsabilidad Hacendaria con el fin de mejorar la transparencia de los recursos y el gasto público, y que haya una mayor revisión cuando, por ejemplo, el gobierno decida modificar el gasto durante el año o cuando quiera contratar deuda pública.
“También homologar las diferentes obligaciones fiscales que existen en otras leyes, como por ejemplo, las leyes generales de Salud, de Educación (…) que obligan a un cierto gasto como porcentaje de los ingresos, homogeneizar todo esto en la Ley de Responsabilidad para dejar bien definido cuáles tienen que ser los gastos obligatorios en estas materias”, aseguró.
Aseveró que si en México se quiere tener un sistema universal de salud, un sistema de cuidados, mayores recursos para la seguridad, la educación etc., se necesitan controles en las leyes que garanticen año con año cierta cantidad de gasto hacia esos rubros y que los blinde de recortes cada que se discute y aprueba el Presupuesto de Egresos.
Por su parte, Rolando Silva, integrante del Colegio de Contadores Públicos de México, comentó que desde su perspectiva, la reforma fiscal debería de estar enfocada hacia la simplificación del régimen tributario, más que hacia la creación de nuevos impuestos o al incremento de los ya existentes.
“Hoy tenemos una regulación que es muy compleja de cumplir y adicional a que tengo que pagar un impuesto, tengo que pagarle a alguien para que me oriente, me ayude con mi cumplimiento fiscal”, declaró Silva.
Explicó que dicha simplificación sería para que ya no sea tan complejo cumplir con las obligaciones fiscales, sobre todo en el caso de los pequeños y medianos empresarios que apenas están iniciando un negocio.
“Hoy llegamos ya a una sobrerregulación en donde si quieres ser empresario, a pesar de tener dimensiones pequeñas, tienen muchas obligaciones por cumplir y el incumplimiento de éstas se puede convertir en el motivo de tener que cerrar la cortina”, lamentó.
¿Cómo aumentar la recaudación?
Hay diferentes formas en las que se pueden incrementar los ingresos tributarios, que van desde cobrar de forma más eficiente los impuestos ya existentes hasta la creación de nuevos gravámenes.
Carlos Brown, director de investigación y justicia fiscal de Oxfam México, opinó que una reforma tendría que pasar por modificar los impuestos existentes para hacerlos más progresivos, es decir, cobrarle más a quien más tiene, pero también por reducir ciertos privilegios, deducciones y exenciones.
Igualmente señaló que una reforma tendría que tener muy presente la crisis climática que se vive actualmente, transformando impuestos como la tenencia en impuestos verdes o bien proponiendo nuevos gravámenes ambientales que ayuden a atender la problemática del medio ambiente.
“Lo ideal sí sería que pensemos en nuevos impuestos porque sí hay que pensar en impuestos para la riqueza, a grandes herencias (…) pero también hay que pensar en cómo modificamos los impuestos existentes para mejorar su capacidad recaudatoria porque hoy están muy por debajo de la posibilidad de lo que podrían recaudar”, detalló Brown.
José Luis Clavellina, director de investigación del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), puntualizó que una reforma fiscal debería de realizarse no sólo a nivel federal, sino también en los estados y municipios.
“Los estados deben de hacer reformas y hacer más eficientes los impuestos que ya tienen. Hay entidades que no cobran tenencia, por ejemplo. Entonces tratar de homologar y que todas las entidades lo cobren. También que sean más eficientes en el cobro del predial”, expresó.
Jorge Cano expuso que una propuesta de México Evalúa para reformar un impuesto ya existente es modificar los rubros de las tasas del Impuesto Sobre la Renta (ISR), “para que la gente comience a pagar más impuestos a menor ingreso anual”.
Actualmente, la tasa mínima de ISR para personas físicas es de 1.9% y México Evalúa propone que ésta se incremente a 6.4 por ciento.
“La tasa mínima de ISR a personas físicas en la OCDE está en promedio arriba del 10%, pero (el nivel de 6.4%) estaría en línea con los países de la OCDE de menor rango, que son Chile, Brasil, que tienen una tasa mínima por ahí del 7%”, aseguró.
Agregó que otra propuesta es bajar el rango de ingresos que necesita una persona física para que se le cobre la tasa máxima de ISR, que es de 35 por ciento.
Actualmente, sólo pagan una tasa máxima las personas que tienen ingresos anuales por 4.5 millones de pesos o más; México Evalúa propone que dicho rango baje a 2.7 millones de pesos al año.
El especialista añadió que otra propuesta puntual de México Evalúa es que se le cobre a toda la población el Impuesto al Valor Agregado (IVA) a alimentos y medicinas, pero que existan mecanismos para que haya devoluciones a las personas de menores ingresos.
Por ley, en México actualmente se cobra una tasa 0 de IVA (es decir, el consumidor no paga el impuesto) a los alimentos y medicinas, así como a otro conjunto de bienes como el oro, el agua y los libros.
La lógica detrás de la tasa 0 de IVA a alimentos y medicinas es combatir la pobreza, pero el beneficio aplica para todos sin importar el nivel de ingresos de las personas.
Postura de los presidenciables
Integrantes de los equipos de las candidatas a la presidencia Claudia Sheinbaum (Morena, PT, Verde) y Xóchitl Gálvez (PAN, PRI, PRD) han dejado claro que en caso de ganar las elecciones el próximo 2 de junio, el tema de una reforma fiscal no estaría entre sus prioridades al inicio de sus gobiernos.
Altagracia Gómez Sierra, asesora económica de Sheinbaum, aseguró esta semana en un podcast de Banorte que la candidata no realizaría una reforma fiscal en los primeros años de su gobierno y que en su lugar, habrá responsabilidad fiscal y no se incrementará la deuda.
Por su parte, Enrique de la Madrid, coordinador del plan de gobierno de Gálvez, dijo en el mismo espacio que antes de una reforma fiscal, la candidata y su gobierno buscarían primero aumentar la base tributaria, hacer un gasto inteligente y que la economía tenga un mayor dinamismo.
Sólo la asesora económica del candidato Jorge Álvarez Maynez (Movimiento Ciudadano), Aura Eréndira Martínez, se pronunció en el mismo espacio por una reforma fiscal gradual, progresiva y distributiva.
La asesora de Álvarez Maynez dijo que el candidato estaría a favor de aumentar la recaudación mediante mayores impuestos al tabaco, por ejemplo, o bien explorando la posibilidad de nuevos impuestos verdes.
Pese a la renuencia de los candidatos presidenciales a hablar sobre esta temática en las campañas, los especialistas coinciden en que quiera o no el siguiente gobierno, la reforma fiscal tendrá que hacerse tarde o temprano en el próximo sexenio, debido a los presionadas que están las finanzas públicas del país.
“El problema es que siguen viendo a la reforma fiscal como una opción”, sentenció Carlos Brown. “(Pero) lo que sabemos es que no va a ser una decisión, la reforma fiscal va a ocurrir”.
